ONG Vinculos LA POBREZA Y LA INDIFERENCIA. Castro, 02 de Agosto de 2010. ONG VÃ-nculos. La encuesta CASEN del 2009 revela que por primera vez en 10 años los niveles de pobreza en el paÃ-s han aumentado, es decir, los pobres son aún más pobres por lo que los ricos son más ricos. La sorpresa, evidentemente, no es ésa, la sorpresa es que los más poderosos, que son quienes tienen el poder de decidir, entre otras cosas, quienes siguen siendo los más pobres, y que tienen relación directa con quien hoy llamamos gobierno y que usan su voz para expresarse, culpan a la ineficacia de los servicios sociales del paÃ-s en su pretensión por pretender descalificar a los gobiernos anteriores. Cualquiera que pasee por las calles de cualquier ciudad de Chile, se dará cuenta de que existe pobreza, saltan a la vista las enormes diferencias de habitabilidad y salubridad entre una población y otra, y si se inmiscuye en la vida de las personas, salta aún más a la vista el grado de diferencia de oportunidades que tiene la gente de un sector y de otro. Oportunidades académicas, laborales y de emprender marcan la diferencia entre pobre o rico. El término medio no existe, no conviene, es de todos sabido que para que haya unos pocos muy ricos, tiene que haber muchos muy pobres. El sistema de medición de pobreza se basa, entre otras cosas, en el nivel de consumo de un hogar familiar. Es decir, si en una familia se gasta un promedio más o menos elevado de dinero en comprar artÃ-culos de necesidad básica (alimentos, ropa), de necesidad media (electrodomésticos, mobiliario) o de necesidad de lujo (autos, tecnologÃ-a) ya no deberÃ-a entrar en los cánones de pobreza. Según estos Ã-ndices, serán pobres los hogares o individuos que no disponen o consumen todos o una combinación de los bienes y servicios. Las necesidades que se consideran básicas son, entre otras, las habitacionales, las educacionales y las ocupacionales. A partir de ellas se constituyen una serie de indicadores, como, por ejemplo: : hacinamiento (hogares con más de tres personas por cuarto); vivienda (hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente: pieza de inquilinato, vivienda precaria, etc.); condiciones sanitarias (hogares que no tuvieran ningún tipo de retrete); asistencia escolar (hogares que tuvieran algún niño en edad escolar que no asista a la escuela); capacidad de subsistencia (hogares que tuvieran una tasa de dependencia económica de tres inactivos por miembro ocupado y jefe con nivel educativo bajo). Es decir, a parte de tener que gastar en alimentación y vestimenta, para poder cubrir las necesidades básicas, una familia tendrÃ-a que gastar dinero en todas estas otras cuestiones. Con este argumento empieza a perder peso aquello de que la culpa la tiene la calidad de los servicios sociales, pero sigamos. El nivel de consumo de una familia indica el grado de pobreza que sufre. Por lo que si una familia, con un nivel económico y adquisitivo medianamente sostenible o sostenible, decide llevar un estilo de vida austero y no entrar en la vorágine del consumo compulsivo, al que pretende llevarnos la sociedad por medio de la publicidad, y no adquiere cuatro autos, y ni siquiera uno de lujo, ni repleta su hogar de enormes pantallas de televisión, o lo que mal llaman “plasma―, sino que viven con lo justo y necesario, según estos sistemas de medición, entrarÃ-an dentro de algún nivel pobreza. Por otro lado, si una familia con un nivel económico bajo o nulo, y un poder adquisitivo vergonzoso, pero con sus dos hijos escolarizados y no más de 5 personas viviendo en el hogar, decide endeudarse de por vida sacándose una tarjeta de crédito para comprarse un “plasma―, aunque no pueda comprar comida, es susceptible de quedar fuera de los baremos de pobreza, por que es consumidor. Si se suma este argumento al anterior, la relación directa que se saca es con el mercado. El mercado es quien dicta quién es pobre o no, es decir, dicta quien merece estar dentro y quien fuera de una sociedad de consumo infinito. El problema no es de la ineficacia de los servicios sociales, el problema es que no hay servicios sociales. El problema es que no se destina capital a acabar con la pobreza. El gasto social en Chile para combatir la pobreza monetaria usando transferencias monetarias es bajo (0.7% del PIB), no solamente con respecto a paÃ-ses más desarrollados (2% del PIB en OECD, 1,5% en Europa Continental), sino con respecto a paÃ-ses de igual desarrollo (1,2% del PIB en América Latina). En el año 2003 era de 16% del PIB y se ha mantenido estable en esa proporción durante los últimos 10 años. Este gasto es bajo en comparación al promedio OECD (25%), Europa Continental (30%) y Estados Unidos (20%). De ese total, el año 2003 solamente un 4% se gastaba en transferencias monetarias de asistencia social a los más pobres, el resto corresponde a educación, salud, vivienda, pensiones del INP y FFAA, y otros. A su vez, ese 4% del gasto social se compone mayormente (46%) de pensiones asistenciales (PASIS), 12% de subsidio único familiar (SUF), 10% de otros subsidios a las familias, 7% en subsidios de agua potable, 7% en becas, 3.3% en transferencias en especies como útiles escolares y alimentación escolar, 3.3% en Chile Solidario y 12% en otros tipos de transferencias de protección social. Es decir, Chile Solidario, el programa más importante contra la extrema pobreza en Chile, gasta aproximadamente 0.08% del PIB. Esto denota un claro interés por medio de los ricos y poderosos, servidumbre del mercado, de mantener la pobreza en un nivel más o menos sostenible a la sociedad con el fin de abastecerse de ellos. Esta misma idea, llevada a un nivel planetario, da lugar a la frase “Õfrica es la despensa del mundo―, de otra manera, habrÃ-a encuestas de medición de la http://www.ongvinculos.cl Potenciado por Joomla! Generado: 7 September, 2016, 21:55 ONG Vinculos riqueza, y se pondrÃ-a en sobredicho la extrema riqueza que viven algunos en contraposición con la extrema pobreza que vive la mayorÃ-a. En Chile, existen tres personas que aparecen entre las 200 personas más acaudaladas del planeta, y, casualmente, son quienes manejan los tres aspectos económicos más importantes del paÃ-s (pesca, minerÃ-a e industria papelera), es decir, son quienes controlan el aparataje del mercado que mantiene en pie la economÃ-a del paÃ-s. Explicado de otra manera, hay tres personas que son dueñas del futuro, de las posibilidades y de las oportunidades de más de 16 millones. Claramente el problema no es de la calidad de los servicios sociales, incluso ni siquiera de la ausencia de los mismos. El problema es que Chile es uno de los paÃ-ses cuya riqueza está peor distribuida en el mundo entero. http://www.ongvinculos.cl Potenciado por Joomla! Generado: 7 September, 2016, 21:55