N20110403IVCuaresma

Anuncio
¡Ábreme los ojos, Señor!
Para verte en el sol, en el cielo y en la naturaleza.
3
Abril
IV Domingo de
Cuaresma
¡ÁBREME LOS OJOS, SEÑOR!
Para ver tus obras y darte gracias.
Para ver con tus ojos a los otros.
Unos ojos nuevos
Para descubrir lo bueno que
hay en mis amigos, en mis padres.
Para ver el bien que hay en mí. ¡Ábreme los ojos, Señor!
Para descubrir el mal
que me hace tropezar.
Para descubrir
los caminos equivocados.
Para reconocerte y darte gracias.
Cuando me ciegue el mal
¡Ábreme los ojos, Señor! Amén
Fue, se lavó, y volvió con vista
acción católica
general
SECTOR
DE NIÑOS
www.accioncatolicageneral.es
A
l pasar, vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le
preguntaron: «Maestro, ¿quién pecó: este o sus padres, para que naciera ciego?». Jesús contestó: «Ni este pecó ni sus padres, sino para
que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día tengo que hacer
las obras del que me ha enviado: viene la noche y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo».
Dicho esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos
al ciego, y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado)». Él fue,
se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna
preguntaban: «¿No es ese el que se sentaba a pedir?». Unos decían: «El mismo».
Otros decían: «No es él, pero se le parece». El respondía: «Soy yo».
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo
barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido
la vista. Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé y veo». Algunos de los
fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado».
Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?». Y estaban
divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto
los ojos?». Él contestó: «Que es un profeta». Le replicaron: «Has nacido completamente empecatado, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?». Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del
hombre?». Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?». Jesús
le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es».
34-38
13-17.
Él dijo: «Creo, Señor». Y se postró ante él.
1. 6-9.
otros. La soberbia, la envidia y el orgullo, no nos dejan ver
nuestros propios defectos. Y peor aún... no nos permiten aceptar a Jesús, reconocer y arrepentirnos de nuestros pecados y
estar en paz.
En cambio, en un corazón sencillo, Jesús puede entrar y “devolverle la vista”, para reconocer nuestros fallos y ver lo bueno
que hay en los demás.
Si vemos con los ojos de Jesús, siempre podemos descubrir algo
bueno en todos los que nos rodean y en todo lo que nos sucede.
Juan 9,
E
n aquellos tiempos pensaban cosas muy raras. Pensaban
que si un niño nacía ciego... era porque él (antes de nacer)
o sus padres habían cometido un pecado muy gordo. Jesús ya sabía que esto no tenía sentido... y decidió curar al ciego.
Aquel hombre, tras encontrarse con Jesús, recuperó su vista y
cambió su vida... Desde el principio supo que Jesús no era como
los demás hombres. Supo que Jesús era el Señor y creyó en Él.
Para el ciego y para la gente sencilla, la vida cambia al creer en
Jesús.
Pero por allí también estaban los fariseos... que no soportaban
que Jesús ganara más seguidores. Estaban
muertos de envidia... y además de no querer
creer en el milagro que hizo Jesús... se empeñaron en encontrar algo malo para criticarlo.
Y tuvieron la ocurrencia de decir que Jesús
hizo mal en curar al ciego en sábado... que entonces era el “día del Señor”.
Nosotros a veces también actuamos como los
fariseos: nos creemos mejores que los demás,
y buscamos criticar hasta lo bueno que hacen
z
¿Cómo actuas cuando alguien cerca de ti... hace algo bien y
recibe felicitaciones? ¿Te alegras y reconoces lo bueno? O...
¿te sienta mal... y tratas de buscar fallos?
z
Seguro que has oido el refrán “ver la paja en el ojo ajeno
y no la viga en el propio”... ¿Qué significa?
z
Y tú... ¿tienes algún “defecto” que tengas que cambiar...
antes de criticar lo mismo en los demás?
Descargar