RETENCIÓN A TRAVÉS DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS

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RETENCIÓN A TRAVÉS DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS
Cuando se discutió la conveniencia de eliminar el Gravamen a los Movimientos
Financieros, una de las razones fuertes era la de evitar la desbancarización de la economía,
lo cual significa que los agentes económicos frente a una amenaza impositiva prefieren
abandonar la utilización del sistema financiero, con las consecuencias graves de
informalidad y pérdida de control de transacciones que pueden abonar el terreno de la
evasión tributaria. Como una represión se propone a partir del 2014 el rechazo de costos y
deducciones para aquellas operaciones que no estuvieran dentro del sistema, con lo cual se
atacan los efectos pero no las causas.
Por otro lado, los pagos y transacciones a través del sistema financiero, reducen
sustancialmente los procesos y costos administrativos internos de las compañías, tales
como elaboración de cheques, dobles capturas de información, agilidad en los trámites de
tesorería, mejor control y optimización de recursos financieros entre otros.
La propuesta de efectuar retenciones en la fuente por parte de las entidades financieras
establecida en el artículo 27 de la Ley 1430 de 2010, es una amenaza contra la
virtualización de las transacciones financieras, la bancarización de la economía y porque no
decirlo del mismo control sobre el recaudo. Por un lado los costos informáticos en que
incurrirán las entidades financieras para poder atender las responsabilidades tributarias de
los ordenadores del pago y por otro que los ajustes a sus sistemas no se hacen en un mes ni
en dos. Si al final de la cuenta, se insiste en dicha idea, tendremos otro deterioro en las
propuestas para la competitividad global.
Así las normas reglamentarias digan que no se pueden trasladar los costos incurridos por
asegurar los procedimientos, mecanismos y demás condiciones necesarias para que en uso
de los sistemas de pago el agente retenedor pueda realizar sus transacciones y suministrar la
información requerida, en la práctica habrán múltiples formas de hacerlo, como por
ejemplo depósitos previos durante un lapso de tiempo o cobros por servicios
complementarios, diferentes a los expresamente prohibidos.
El análisis preliminar del borrador de reglamento que propone el gobierno sobre las
retenciones en la fuente a través de las entidades financieras, nos queda la sensación de
estar frente a una norma compleja en su aplicación por las múltiples responsabilidades que
se asumen de parte de quienes solo pretenden prestar un servicio financiero y que el Estado
los convierte en recaudadores de impuestos por cuenta de terceros. A su vez, la DIAN
asume un reto que suena a teoría, y es el de conformar la declaración resumen mensual de
retenciones con su respectiva relación de comprobantes, y ponerla a disposición del agente
retenedor a más tardar 3 días hábiles antes del plazo para declarar.
La complejidad del sistema de retenciones en la fuente en Colombia por renta, IVA y otros
tributos, incluso territoriales que no contempla el reglamento, hace que las variedades de
bases fiscales, tarifas, excepciones, montos mínimos, no sea fácil de parametrizar en los
sistemas informáticos de las entidades financieras, así se diga que es responsabilidad del
ordenador del pago y que incluso en caso no suministrar el concepto o conceptos sujetos a
retención, el valor base del cálculo de la retención en la transacción a título de renta o el
valor del IVA base retención, según sea el caso, y/o las tarifas aplicables, se aplicará el
10% sobre el valor total del pago.
¿Qué culpa tiene el beneficiario de una factura de transporte de carga que un cliente suyo
no informe la tarifa a la entidad financiera en la cual se tramita la cancelación de su factura
y sea sometido a un porcentaje infinitamente superior en lugar del 1%?
Una salida sensata sería no reglamentar y por tanto dejar sin aplicación esta norma. Por
más que se intente la perfección, habrá discusiones, vacíos y finalmente el daño sobre la
virtualización de la banca será un rezago de años para que el país vuelva a recuperar el
tiempo perdido.
Otra posible solución alternativa es la de simplificar al máximo el reglamento, por ejemplo
unificar todas las tarifas de retención, para los pagos a través de las entidades financieras en
el 2%. Esto haría atractivo los pagos electrónicos y posiblemente se mejore el recaudo al
aumentar el volumen de transacciones.
Cordialmente,
GABRIEL VASQUEZ TRISTANCHO
Columnista Vanguardia Liberal
Socio Impuestos Baker Tilly Colombia
E-mail: [email protected]
Bucaramanga, 7 de Septiembre de 2011
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