BRASILIA Tras la II reconstrucción Guerra física a la Mundial que se vieron La necesaria sometidas las ciudades tras la II Guerra Mundial aportó un nuevo desarrollo al urbanismo. En 1947 Gran Bretaña promulgó su significativa Ley de Planificación Urbana y Provincial; otros países europeos dieron también mucha importancia a la planificación urbana tras la considerables Rotterdam, II Guerra reconstrucciones en los Países Mundial, urbanas Bajos, llevando en a cabo ciudades como Hamburgo, en Alemania Occidental (hoy parte de la República Federal unificada de Alemania), y Helsinki, en Finlandia, además de otros lugares. Se construyeron también nuevas ciudades, como Tapiola (en Finlandia) y Melun Senart, en las afueras de París. A su vez, las nuevas ciudades europeas fomentaron la planificación y construcción de comunidades parecidas en otras partes del mundo, como Brasilia (en Brasil) y Ashdod, en Israel. Brasilia, la nueva capital del Brasil, fue construida por Oscar Niemeyer, que levantó los edificios públicos más representativos, siguiendo los planos del arquitecto Lucio Costa. Se inauguró en 1960 y su forma es la de un arco tendido con una flecha, un avión o pájaro. Sus alas forman el dibujo de los barrios residentes y la flecha, que va de Este a Oeste, el eje monumental. Los edificios más representativos son la Plaza de los Tres Poderes, el Palacio de la Alborada y la Catedral. Niemeyer, Oscar (1907- ), arquitecto brasileño, uno de los principales exponentes del movimiento moderno en Latinoamérica. El marcado carácter plástico de su obra se pone de manifiesto en la utilización del hormigón para obtener volúmenes arquitectónicos de una gran riqueza formal a la vez que incorpora los valores poéticos propios de las cultura de su país. Junto al arquitecto brasileño Lúcio Costa es responsable de la planificación y construcción de la ciudad de Brasilia. Nació el 15 de diciembre de 1907 en Río de Janeiro. Después de graduarse en 1934 por la Escuela Nacional de Bellas Artes de su ciudad natal, comenzó a trabajar con Lúcio Costa, una de las principales figuras de la vanguardia en Latinoamérica. Ambos acometieron las obras del Ministerio de Educación de Río (1936) junto al gran maestro del movimiento moderno, el arquitecto franco-suizo Le Corbusier, que dejaría una profunda huella en ambos. En 1939 realizaron el pabellón brasileño para la Feria Mundial de Nueva York, y en 1943 la residencia Peixoto. En 1941 Juscelino Kubitschek de Oliveira, alcalde de Belo Horizonte, le encargó la construcción de una serie se edificios en los suburbios de esa ciudad. El resultado fue un magnífico conjunto en el que la pintura y al escultura se integran de forma magistral con la arquitectura, en un estilo muy personal e imaginativo (bóvedas parabólicas y muros inclinados) alejado del racionalismo imperante. Uno de los edificios es la polémica iglesia de San Francisco, tan radical en su estructura que su consagración se pospuso 16 años después de su finalización en 1943. Niemeyer representó en 1947 a Brasil en la realización del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. En la década de 1950 el por entonces presidente de Brasil Kubitschek de Oliveira, le nombró asesor de Nova Cap, organización encargada de fundar la nueva capital del país, Brasilia. Bajo su consejo se decidió convocar un concurso nacional para las trazas urbanísticas del proyecto que ganó Lúcio Costa. El propio Niemeyer es autor de varios edificios entre los que cabe reseñar el Supremo Tribunal Federal, el palacio de la Alvorada, la capilla presidencial y la famosa catedral Metropolitana, de planta circular, que posee una imagen muy expresiva marcada por una serie de nervios de hormigón que ascienden hacia el centro. También es obra de Niemeyer el centro neurálgico de la ciudad de Brasilia, la plaza de los Tres Poderes, un amplio espacio urbano rodeado por los edificios del Parlamento. A partir de 1960 ha trabajado indistintamente en su país y en el extranjero, realizando diversos conjuntos arquitectónicos en Alemania, Gran Bretaña, Italia, Argelia o Francia, entre otros países. Algunas de sus obras más destacadas durante estos años son la Universidad Constantina en Argelia, una biblioteca y una residencia de estudiantes en Oxford, Gran Bretaña, la embajada de Brasil en La Habana, Cuba, el Yacht Club en Río de Janeiro y el Ministerio de Defensa en Brasilia. También es obra suya el Memorial de América Latina, un inmenso centro cívico de ocho hectáreas inaugurado en 1989 en São Paulo. A lo largo de su dilatada carrera ha obtenido numerosos galardones entre los que destacan el Premio Lenin de la Paz (1963), el Premio Pritzker (1988) y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1989). LUCIO COSTA INTRODUCCIÓN Costa, Lúcio (1902-1998), arquitecto brasileño de origen francés, pionero del movimiento moderno en su país y una de las figuras cumbres de la arquitectura y el urbanismo mundial. Su obra capital fue el planeamiento de la ciudad de Brasilia, actual capital de Brasil y Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1966. LLEGADA A BRASIL Nació en Tolón en 1902 y se formó como arquitecto en Francia. Este hecho fue fundamental para el posterior desarrollo de las ideas del movimiento moderno en Brasil, país al que se trasladó en la década de 1920. En 1934, poco después del ascenso al poder del gobierno revolucionario de Getúlio Vargas, fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro, cargo desde el que se propuso organizar una reforma total de la enseñanza. No obstante, la oposición era tan fuerte que se vio obligado a abandonar antes de un año. En 1935 se hizo cargo junto con otros arquitectos, entre los que estaba Oscar Niemeyer, de la ejecución del Ministerio de Educación bajo la atenta supervisión de Le Corbusier, quien se desplazó en varias ocasiones a Brasil para trabajar en el proyecto. El edificio, concluido en 1946, constituye un compendio de los cinco postulados del maestro franco-suizo: bloques elevados fachada libre sobre pilotis independiente longitudinales (fenêtre en de (pilares), la planta estructura, longueur) y libre, ventanales cubiertas planas ajardinadas. En muchas de sus obras, como el edificio residencial del parque Eduardo Guinle en Río de Janeiro (1954), Costa proyectó grandes fachadas sombreadas por brise-soleils, un invento corbusiano cuya finalidad era proteger los interiores del intenso sol tropical. LA CIUDAD DEL FUTURO es el proyecto La obra fundamental de Lúcio Costa urbanístico de Brasilia. La idea de la creación de una nueva capital no era nueva. En Brasil, al contrario que en otros países latinoamericanos donde las capitales siguen siendo prácticamente las mismas desde la época colonial, la idea de construir una nueva ya había surgido en el siglo XVIII. Este proyecto se había mantenido vigente durante el siglo XIX pero no fue hecho realidad hasta el XX. Para ello, fue crucial la elección en 1956 de Juscelino Kubitschek, hasta entonces gobernador del Estado de Minas Gerais, embarcó en como un presidente ambicioso de la programa República, de obras quien públicas se que culminó con la construcción de la ciudad de Brasilia en una región semidesértica del interior del país. Después de designar emplazamiento una adecuado, comisión encargada Kubitschek nombró de un la ciudad. Para la el departamento presidido por Oscar Niemeyer cuya misión era construir buscar proyectar y elaboración del plan urbanístico, Niemeyer sugirió convocar un concurso al que se presentó Lúcio Costa. El jurado, constituido por profesionales locales e internacionales, otorgó el premio al proyecto de Costa, quien proponía la organización de la ciudad en torno a dos ejes que se cortan en forma de cruz, de forma que los brazos del eje mayor se curvan acercándose al menor hasta delimitar un área urbanizada en forma de triángulo equilátero o arco tensado. La idea central del proyecto es la creación de un complejo sistema vial cuya arteria principal recorre el eje norte-sur; a ambos lados de éste se disponen las zonas residenciales articuladas directriz en se perfectamente ‘supermanzanas’. cruzan diseñadas numerosas donde se Perpendiculares a esta vías de penetración sitúan los centros de recreo. El eje este-oeste, más corto que el anterior, es de marcado carácter representativo. En el vértice del triángulo está situada la plaza de los Tres Poderes, centro neurálgico de la vida política. Esta idea urbanística parte del concepto de ciudad ideal propuesta por Le Corbusier y desarrollada en la Carta de Atenas en 1933, que dividía la ciudad en cuatro zonas destinadas a las diferentes actividades sociales: vivienda, ocio, desplazamiento y trabajo. UN PROYECTO POLÉMICO Evidentemente, una obra de tal magnitud era lógico que generara gran polémica, en especial cuando la idea central implicaba una ruptura total con la trama tradicional de la ciudad clásica. Las críticas comenzaron a raíz de los problemas constructivos generados por la naturaleza del terreno elegido y que elevaron el coste de las obras muy por encima de lo previsto. Por otra parte, la compleja red de autopistas y pasos a nivel han convertido a Brasilia en la ciudad del automóvil en detrimento del transporte colectivo y del peatón. Sin embargo, el principal error fue el planificar una ciudad ideal sin contar con la peculiar idiosincrasia del pueblo brasileño, de forma que lo que debía ser una ciudad igualitaria, donde no existiesen diferencias sociales, se ha transformado en una ciudad elitista rodeada por varias poblaciones satélites que han crecido ajenas a la rígida organización de la capital. Brasilia es una ciudad que surgió de la utopía de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) y que pudo llevarse a cabo gracias a la mentalidad progresista de unos gobernantes que apostaron por la modernidad. Al margen de los problemas antes descritos, su planificación es el fruto de un programa político que demandaba más una ciudad ‘capital’ que una ciudad ‘vital’, es decir, que requería un alto grado perfectamente de monumentalidad. con el programa En este previsto, sentido, no sólo cumple por su original planteamiento, sino también por la belleza plástica de sus edificios, obra de los más insignes arquitectos brasileños. Conjunto de edificios oficiales de Brasilia, la construcción de los edificios oficiales de la capital federal de Brasil, bajo el mandato del presidente Juscelino Kubitschek, revolucionó la arquitectura brasileña en la década de 1950. El plan piloto, ejecutado por el arquitecto Lúcio Costa, tenía como objetivo transformar a Brasilia en la capital administrativa del país. Debía tener, por tanto, un carácter diferente al de las demás ciudades brasileñas, abarcando todos los elementos constitutivos, perfectamente definidos, y vinculando la arquitectura con el urbanismo. Oscar Niemeyer fue el arquitecto que consiguió unir esas dos ideas: procuró armonizar el paisaje urbano, creando formas de gran belleza plástica. Proyectó edificaciones, como formas el volumétricas Congreso y el que teatro definieron nacional, y formas diferenciadas para los elementos estructurales, como las construcciones del palacio de la Alvorada, del Planalto o del Supremo. La catedral Metropolitana de Brasilia, transformada en monumento nacional, presenta una plástica dinámica sugerida por su estructura. Las novedosas estructuras del palacio de los Arcos y el del Itamarati, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, poseen unas proporciones de gran belleza formal. Niemeyer contó con la colaboración del ingeniero Joaquim Cardoso, responsable de los proyectos estructurales de la mayoría de las construcciones más importantes de Brasilia. Las ideas de contención de formas, las torres, las láminas, junto con el uso del hormigón arquitectura contemporánea brasileña. visto, caracterizan la Brasilia pasó a ser conocida internacionalmente por esas obras, entre las cuales destacan el palacio de la Alvorada, residencia del Presidente de la República, la Capela, el palacio do Planalto (sede del Ejecutivo), el conjunto del Congreso Nacional, sede del Senado y la Cámara Federal, y el palacio de Justicia. Estos tres últimos se construyeron en un espacio conocido como la plaza dos Tres Poderes. Después de la década de 1960, nuevos edificios fueron surgiendo, siguiendo la línea proyectada por Oscar Niemeyer. BRASILIA Brasilia, capital de Brasil desde 1960, situada en el Distrito Federal, en la franja central del sur de Brasil. La ciudad se localiza en una región semidesértica, sobre una meseta a una altitud de unos 1.005 m, y disfruta de un clima templado y seco. La ciudad, de apariencia moderna, empezó a construirse a principios de 1957 en una zona deshabitada con objeto de descongestionar la superpoblada Río de Janeiro, anterior capital del país. Fue proyectada por el arquitecto brasileño Lúcio Costa de acuerdo a un diseño que recuerda la figura de un avión. Lo que sería la parte del fuselaje, constituye el eje principal de la ciudad, donde se concentran las dependencias del gobierno del país, mientras que en las alas se levantan los edificios de la zona residencial y de las embajadas. En lo que sería la parte de la cabina se encuentra la plaza de los Tres Poderes, donde está la catedral, una construcción de planta circular en gran parte bajo tierra, diseñada por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer Soares Filho, que también es el responsable del diseño de otros importantes edificios de la ciudad. El palacio del Amanecer, residencia del presidente, se encuentra a orillas de un lago artificial formado por la presa del río Paraná que bordea la ciudad. Está comunicada con el resto del país por una amplia red de autopistas, y con las ciudades de São Paulo y Río de Janeiro mediante ferrocarril. Dentro de los límites de la ciudad sólo está permitido el establecimiento de industrias ligeras, pero fuera de ellos se han creado ciudades satélites que han experimentado un rápido desarrollo. Muchas infraestructura de ellas, adecuada, aunque cuentan con carecen una vida de la comercial mucho más dinámica que Brasilia. Entre las instituciones que tienen su sede en la ciudad destacan la Universidad de Brasilia (1961), el Teatro Nacional, los jardines botánicos, el parque zoológico y un estadio deportivo. La idea de trasladar la capital a una zona interior del país surgió en 1789 y fue recogida en las disposiciones de la Constitución de 1891. La obras de construcción comenzaron en 1957, durante el mandato del presidente Juscelino Kubitschek, y finalizaron el 21 de abril de 1960. El aislamiento geográfico en que se encontraba inicialmente no fue un obstáculo desarrollo, que se ha producido con bastante para su rapidez, en especial por la llegada de inmigrantes desde regiones más deprimidas. Esto ha supuesto el éxito del proyecto que tenía como objetivo el desarrollo de las regiones interiores del país. Población (según estimaciones para 1994), 1.705.889 habitantes. La Constitución de la República de Brasil de 1889, incluía la previsión de la construcción de una nueva capital para ese país. El sitio no fue determinado hasta 1955, cuando se seleccionó un lugar en la confluencia de 2 ríos a unas 600 millas de Río de Janeiro. Una corporación de desarrollo nombrada por el Presidente, tomó a su cargo la construcción de la nueva proyecto. ciudad, Fue estableciéndose ganado por el un concurso arquitecto para brasileño su Lucio Costa. El concepto es atrevido: 2 grandes ejes en forma de cruz. Las principales arterias de tránsito múltiple cruzan estos ejes. Centros separados para el gobierno, el comercio y la recreación localizados sobre residenciales, sobre el otro. un eje, y los distritos La construcción de la ciudad fue tan rápida cuanto permitían los fondos, y fue empleados el talento creados de Oscar Niemeyer, entre otros, para dotar de viriles manzanas de formas altos arquitectónicas edificios de a la ciudad. departamentos Grandes dominan las secciones residenciales; la ciudad es monumental expresión de concreto y cristal.