ensayo breve De-La-Perversion

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Ensayo breve sobre La Perversión
Diferencia entre neurosis y perversión en relación con el deseo:
Hallamos, en primera instancia, la represión, donde todo contenido del deseo pasa
por un visado del ideal del yo, por una aduana que identifica los deseos que atentan contra
el súper-yo, edificado por un padre y una madre imaginarios y rematado por un ideal social:
por ejemplo, si una persona tiene una fantasía de matar y descuartizar cuerpos, pero su
identificación a los ideales sociales se lo impide, entonces reprime el deseo o tiene la
opción de sublimarlo mediante significantes desplazados o superpuestos como el arte, los
sueños, los chistes, etc. A pesar de esto, puede tener una sensación molesta debido a esa
fantasía constante que le asedia a su conciencia, pues atenta contra la normalidad, y un
neurótico siente culpa. El pecado debe ser confesado. De cualquier otra forma, el neurótico
no descansa, pues tener ese deseo, que en ningún momento debe ser satisfecho, lo hace
portador de una carga de la que se deshace sólo a través del lenguaje, en el diván o en la
capilla. En el caso del perverso, la ecuación se invierte y el lenguaje, que al neurótico le
permite sublimar, es una herramienta más en la consecución de la meta en la que puede
convertirse la satisfacción del deseo: La seducción.
La relación con el otro tiene, tanto en el neurótico como en el perverso, diferencias
significativas en cuanto a la satisfacción del deseo. Por un lado, el neurótico se reconoce en
el otro como su semejante, lo cual lo constriñe a actuar de acuerdo con el orden de la
sociedad. Para el perverso, por su parte, el otro puede servir de instrumento, incluso como
cómplice, de cualquier forma, le interesa el goce.
Sentimiento de angustia
La angustia parecía ser exclusiva de la neurosis, pero de acuerdo con Berenguer,
“hay síntomas y síntomas, y la angustia tampoco es siempre la misma”1. Lo propone en el
siguiente ejemplo: “un asesino serial, netamente perverso, sufría de ataques de angustia en
lugares públicos cada vez que se sentía el posible destinatario de una mirada inquisitiva. Él
tenía completamente asumida desde hace años su condición de Serial Killer, que incluso
reivindicaba sin renunciar a algunos signos externos claros aunque no llamativos, y en
consecuencia no podía poner por excusa de sus síntomas una explicación que en otro
tiempo hubiera acariciado – la vergüenza, el temor al rechazo -”1. Entonces, ¿por qué el
sentimiento de angustia? Berenguer usa el término estragos para explicar las razones de tal
síntoma. “Está uno tentado de usar el término de estragos (aunque en un sentido específico)
para ciertos efectos acumulados de la efectuación del fantasma, que toman la consistencia
de síntoma por poco que de ellos pueda extraerse la marca de la repetición y una zona de
opacidad allí donde el sujeto intentaba sostener la ilusión de una certeza sin sombras y un
dominio sin límites”2.
Perversión creativa
En literatura podemos encontrar casos excepcionales de creatividad, en los que
diferentes autores han plasmado su situación clínica en obras maestras que los identifica
como genios. Solo por mencionar algunos, me refiero al inmortal Marqués De Sade, quien
fue acusado de herejía y mantenido confinado entre los muros de una abadía, aun así su
obra persiste hasta nuestros días como la mayor muestra de lo que la literatura de su época
pudo producir y más en su género; de igual manera menciono a tres de los poetas malditos:
Baudelaire, Rimbaud y Verlaine. El primero, manifiesto admirador de Edgar Allan Poe,
descontento con una época hipócrita y represiva. Rimbaud y Verlaine, homosexuales y
amantes. Los tres marcaron las generaciones siguientes con su estilo y su honestidad.
1
El reto de la perversión Pág. 4
2
Ibid.
Expresaron el deseo de una época que reprimía y callaba. La perversión fue su arma y la
escritura su herramienta para hacer de su vida una estética: Estética de la ironía y el
sarcasmo hacia una sociedad que lucía perfecta, pero que hedía corrupción.
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