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SIMPOSIOS y CONGRESOS
* EL CONCEPTO DE PERVERSION
EN PSICOANALISIS
* * Fidias R. Cesio
Para hablar del concepto "perversión" en el psicoanálisis nos es necesario ponernos de acuerdo en lo que entendemos por perversión. Una definición que contiene las ideas más generales sobre el tema, y ha sido enunciada por Laplanche y
Pontalis --destacados psicoanalistas- en su diccionario psicoanalftico, el Vocabulaire
de la Psychanalyse, nos servirá de referencia. Reproducimos el texto: "Decimos que
hay perversión cuando el orgasmo es obtenido con otros obleto» sexuales (homosexualidad, pedofilia, bestialismo, etc.) o por medio de otras zonas corporales (ano, etc.);
cuando el orgasmo está subordinado de manera imperiosa a ciertas condiciones extrlnsecas -fetichismo,
trasvestismo, voyeurismo y exhibicionismo, sadomasoqulsmo-;
éstas pueden aun aportar por si mismas el placer sexual."
Nos encontramos con una definición clásica de la psiquiatrla. Una definición que
toma en consideración de manera fundamental un acto, una conducta. El diagnóstico,
según esta definición, es a partir de lo manifiesto, del sentido concreto de las palabras
del paciente. En conclusión: para hablar de perversión debe haber un acto, más aun,
el orgasmo.
Veamos ahora qué entendemos por psicoanálisis. Para ello reproduzco la definición que nos da Freud en 1922 (Two Encyclopaedia Articles. S.E. XVIII, 235): "PsIcoanálisis es el nombre: 1) de un procedimiento para la Investigación de procesos
mentales, los cuales son virtualmente inaccesibles de cualquier otra manera; 2) de un
método -basado en esta investigaciónpara el tratamiento de desórdenes neuróticos;
3) de una colección de información psicológica obtenida a lo largo de estas lineas
que han sido gradualmente reunidas en una nueva disciplina cientifica". SI definimos
el psicoanálisis por el descubrimiento por Freud de la interpretación de los sueños
nos encontramos con que el "material" es el relato -una revisión secundaria- de las
aluclones que constituyen un sueño, más las asociaciones a éste. A partir de este
* Presentado en el X Congreso Interno y XX Slmposium, sobre Perversión, A.P.A.,
1980.
Dirección: Avda. del Libertador 2698, 39 "A", (1425) Capital Federal, R. Argentina.
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material investigamos los pensamientos
de las ideas inconscientes reprimidas.
Fidias R. Cesio
latentes y hacemos construcciones
acerca
El análisis de los sueños es la base del desarrollo de la técnica y la teoría. El de la
asociación libre lo sustituye. Establecido el encuadre, el "material" es la asociación
libre -equivalente
al relato del sueño-,
la que, en su carácter metafórico, transferencial, nos permite acceder a los "falsos enlaces" y descubrir por ese camino las
ideas latentes.
Retomando la definición de Freud de 1922, advertimos que la perversión no cabe
en sus items: 1) la perversión no está definida por un proceso mental sino por una
conducta y el acceso a su conocimiento no es necesariamente el psicoanálisis. 2) No
se trata de un desorden neurótico -ni
neurosis de transferencia ni neurosis narcisista-.
Algo semejante encontramos en las representaciones gráficas con las que
Freud intenta mostrarnos lo que entiende por el campo del psicoanálisis. En éstas
dibuja en un extremo la percepción y en el otro la manifestación motriz. Lo que está
entre ambos extremos (pensamientos latentes, memorias y estructuras psíquicas: Consciente, Preconsciente e Inconsciente; Yo, Ello y Superyó) es la "materia" del psicoanálisis. La "perversión", en cuanto expresión "motriz" escapa al campo del psicoanálisis definido en estos términos.
En la situación analítica, el relato de un acto perverso, desde el punto de vista
del contenido manifiesto de las asociaciones libres, será escuchado por nosotros
justamente en su carácter de metáfora que nos hablará en último término de ideas
latentes que tendrán que ver con la elaboración de su complejo de Edipo y por fin
con las experiencias infantiles. El relato puede ser incluso el de un falso recuerdo.
En todo caso no investigamos la veracidad ni ésta resulta esencial, ya que lo que
nos interesa sobre todo es el valor metafórico que posee. El carácter de acción o
de realidad del relato, el énfasis que el paciente pone en la "realidad" que expresan
sus palabras, su intento de "arrastrarnos" a privilegiar el contenido manifiesto, es la
expresión de su resistencia a acceder a los pensamientos latentes.
El psicoanálisis investiga los procesos mentales. La perversión definida por la
conducta no le compete directamente. Es obvio que podemos analizar al individuo
que llega a nosotros con el diagnóstico de perversión. Es posible, entonces, establecer una correlación entre la perversión -diagnosticada
por la conducta, por lo
manifiestoy la estructura mental del mismo caso investigado psicoanalíticamente,
pero, en último término, se trata de un trabajo interdisciplinario.
Durante años me
ocupé de estudiar este mismo problema tal como se presenta en la investigación
psicoanalítica en casos diagnosticados como "lupus eritematoso sistémico" desde
la clínica médica ("Psicoanálisis de las manifestaciones somáticas". Rev. de psicoanálisis. XXXV, 2, 1978). En esos casos, tal como ocurre en los de perversión, el "lupus"
aparece como un material verbal manifiesto. representante de ideas inconscientes.
A lo sumo podremos llegar a establecer correlaciones entre el diagnóstico del clínico y
nuestras observaciones psicoanalíticas procurando una comprensión psicosornática, pero
nunca diremos que el "lupus" forma parte del cuerpo de la teoría psicoanalítica.
Un trabajo semejante hacemos cuando comparamos el diagnóstico de perversión con
los hallazgos psicoanaliticos que hacemos en los casos que nos llegan con ese diagnóstico. Los "síntomas" que nosotros anallzamos son los mentales, los que tienen
lugar en y entre el Yo, el Ello y el Superyó. Las expresiones motoras -de conductaque derivan de la actividad mental escapan a nuestra consideración específica. Estos
"síntomas" mentales -los
procesos mentales que son el objeto específico del psicoanálisis, según la definición de Freud-, dentro del encuadre de la sesión pslccanalítica, se expresan sobre todo en las asociaciones, en los sueños, las fantasías y
las transferencias. Por supuesto que hay asociaciones, sueños, fantasías y transferencias cuyo contenido manifiesto tiene por referente conductas perversas, mas, en
si mismas, carecen de los elementos de conducta esenciales para configurar una
Simposios
y congresos
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perversión. Sólo por extensión decimos que son perversos los sueños. fantasías y
transferencias de los neuróticos, sin tomar en consideración la oposición existente
entre neurosis y perversión. "La neurosis es el negativo de la perversión" nos dice
Freud (La moral sexual "civilizada" [1908] SE IX, 191) Y la neurosis es el objeto del
psicoanálisis. Cuando la "perversión" aparece en el campo del psicoanálisis es porque ha dejado de ser tal, transformada en su contraparte, la neurosis.
Es evidente que en el encuadre de la sesión psicoanalitica trabajamos con los
recuerdos -versiones
actualesde experiencias pasadas; con una "realidad" que
denominamos psíquica, reflejada en los relatos de "realidades" concretas, externas,
pasadas, que han dejado sus "huellas" en el aparato mental. Obviamente a la experiencia que tuvo lugar no accedemos, al análisis sólo es accesible el recuerdo. Sucede,
sin embargo, que pese a lo evidente de esta circunstancia, cuando se la enuncia es
discutida, alegándose que de esta manera dejamos de lado la realidad (¿cuál?) o
que el análisis píerde así fuerza vivencial y se transforma en un proceso intelectual.
Por lo contrario, la creencia de que el relato es la realidad misma a la que hace
referencia implica un pensamiento concreto, en el que, justamente, la "realidad" es
sustituida por las palabras. En cuanto al supuesto carácter intelectual de un tal análisis deriva de que, al contrario de lo que sucede con el pensamiento concreto al que
acabamos de aludir, se toman las palabras sólo por su valor de "signos" de la lengua,
perdiendo de vista su valor de elementos de transferencias, de representantes en los
que se enlazan las catexis de las ideas de cosa, que son las que dan vida a las
palabras.
Las asociaciones libres, las fantasías y los sueños que comprenden descripciones
de actos perversos, son "recuerdos" de experiencias pasadas. Se trata de una expresión "psíquica" que refleja una supuesta experiencia concreta que ha dejado
"huellas" en el aparato mental. Cuando, apoyándonos en el contenido manifiesto de
la asociación libre, pensamos que estamos analizando la perversión es porque tomamos las palabras que a ella aluden en forma manifiesta, como la cosa en sí. Este
pensamiento concreto revela nuestra resistencia a dar a la palabra que habla de
perversión su valor transferencial. Son palabras que por su significado facilitan la
transferencia de ideas inconscientes pregenitales resultantes de las vicisitudes de
la elaboración del complejo de Edipo. Las catexis de estas ideas son las que dan
a las palabras de las asociaciones del paciente su fuerza vital. Sabemos que a la
vez estas palabras expresan transferencias en el analista que tienden a transformar
la experiencia mental en un acto concreto. Cuando la transferencia desborda los
Ifmites del encuadre analítico y se transforma en el acto concreto. en una conducta,
nos encontramos con la perversión, pero, cuando esto ocurre ya se ha interrumpido
el proceso analítico, es decir, la perversión es una manifestación que tiene lugar
fuera del análisis. Citando a Freud dijimos que la neurosis es el negativo de la perversión. Como psicoanalistas analizamos la neurosis, es decir, el negativo de la
perversión. Perversión y análisis están tan contrapuestos como perversión y neurosis.
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