EL PRINCIPITO Y EL DUENDE MÁGICO Hace muchos años en un lejano país vivía un pequeño príncipe desobediente y rebelde al que le gustaba reírse de la gente. Sus padres, los reyes, estaban desesperados porque no sabían como educar al principito. Una mañana mientras paseaba con su caballo Ramiro se encontró con unos niños que ayudaban a sus padres en las tareas del campo. El principito al verlos, les gritó riéndose: -¡Campesinos! ¡Sembrad buenas verduras que después yo me las comeré! De repente, sin esperarlo apareció el duende mágico del bosque, muy enfadado, que le dijo: -Eres un ser sin corazón, sin sentimientos. Por haber sido tan cruel te convertirás en una bestia enorme y no volverás a ser humano hasta que demuestres que tienes corazón. El principito se empezó a reír y se dio cuenta de que los niños huyeron de allí. Tras ver que la gente le temía, el principito comenzó a sentirse solo y darse cuenta de que su comportamiento hacía daño a las personas que lo rodeaban. Una tarde de verano, las campanas de la torre más altas del castillo resonaron anunciando que había un terrible incendio en los campos de cultivo. El principito al escuchar las campanas, salió rápidamente del castillo y se dirigió a los campos. Allí, las llamas cubrían todo y apenas se veía, ya que el humo se extendía por todo el bosque. El principito asustado, oyó a lo lejos unas voces que pedían ayuda. Él sin pensarlo, corrió hacia ellas y vio que los niños de los que se había reído estaban atrapados. Saltó sobre las llamas y sin ninguna dificultad sacó a todos los niños y los llevó a un lugar seguro. Inesperadamente, volvió a aparecer el duende, pero esta vez alegre y sorprendido porque el principito había demostrado tener un gran corazón. Así fue como gracias a su buena acción el principito volvió a ser humano y aprendió la lección. Cuento “contao” de la chimenea al “tejao”. Texto original: Adrián Castilla Campos CORREGIDO Y ADAPTADO EN GRAN GRUPO ALUMN@S DE 5º EDUCACIÓN PRIMARIA