Islam (2)

Anuncio
Musulmanes y Cristianos
durante la Edad Media.
DESARROLLO
Abd al-Rahman (Abderramán)
VIII
Carlos Martel
Fuente 1:
El tercer año de Rodrigo, entró Muza Ibn Nusair al reino de los
godos, y entonces todo el honor de la estirpe gótica pereció
por el pavor y por el hierro. Acerca del tal rey Rodrigo, nadie
sabe cosa alguna de su muerte hasta el presente día. Pero,
dominada por los árabes la tierra, toda juventud goda pereció
por el pavor y por el hierro. Puesto que desoyeron los
mandatos del Señor por lo que él los abandonó, de manera
que no poseyeran la tierra deseable.
Fuente 2
Los musulmanes golpearon con violencia a sus enemigos y
cruzaron el río Garonna, diezmando país tomaron
innumerables cautivos. Y ese ejército pasó por todos los
lugares como una tormenta desoladora. La prosperidad hizo a
esos guerreros insaciables. AI cruzar el río, Abd al Rahman
derrocó al conde, y el conde se retiró a su fortaleza, pero los
musulmanes lucharon contra ella, y entraron a la fuerza,
matando al conde. Todos los pueblos de los francos
temblaban ante este terrible ejército, y entonces recurrieron
donde su rey Caldus (Carlos Martel)
Fuente 3
Entonces el rey les dijo que se alegraran, y ofreció
ayudarlos... ÉI montó su caballo y tomó con él a un ejército
que no podría numerarse, y fue contra los musulmanes. Y él
los descubrió en la gran ciudad de Tours. Y Abd aI-Rahman y
otros prudentes caballeros vieron el desorden de las tropas
musulmanas, las cuales comenzaron a saquear con furia y
crueldad la ciudad. Era manifiesto que el castigo de Dios
estaba seguro al seguir excesos tales; y la fortuna (suerte)
luego dio la espalda a los musulmanes.
721: España bajo los Musulmanes
Covadonga
«Pelayo, Pelayo, dónde estás?» EI interpelado se asomó a la ventana y
respondió: «Aquí estoy». EI obispo dijo entonces: “Tú sabes que hace
poco se hallaba toda España unida bajo el gobierno de los godos y
brillaba más que los otros países por su doctrina y ciencia, pero no pudo
sostener el ímpetu de los ismaelitas. ¿Podrás tu defenderte en la cima
de este monte? Me parece difícil. Escucha mi consejo: vuelve de tu
acuerdo; gozarás de muchos bienes y disfrutarás de la amistad de los
caldeos». Pelayo respondió entonces: “¿No leíste las Sagradas
Escrituras, que la Iglesia del Señor llegará a ser como el grano de
mostaza y de nuevo crecerá por la misericordia de Dios?” EI obispo
contesto: «En verdad, así está escrito».
Pelayo dijo: «Cristo es nuestra esperanza: que por este pequeño
montículo que ves sea España salvada y reparado el ejército de los
godos. Confío en que se cumplirá en nosotros la promesa del Señor,
porque David ha dicho: Castigaré con mi vara sus iniquidades y con
azotes sus pecados, pero no les faltará mi misericordia. Así, pues,
confiando en la misericordia de Jesucristo, desprecio esa multitud y
no temo el combate con que nos amenazas. Tenemos por abogado
cerca del Padre a Nuestro Señor Jesucristo, que puede librarnos de
estos paganos». EI obispo, vuelto entonces al ejército, dijo: «Acercaos
y pelead. Ya habéis oído cómo me ha respondido... No tendréis paz
con él, sino por la venganza de la espada».
CRONICA DE ALFONSO III
Dice lsa ibn Ahmad aI-Razi que en tiempos de Anbasa ibn Suhaim alQalbi se levantó en tierra de Galicia un asno salvaje llamado Pelayo.
Desde entonces empezaron los cristianos en AI-Andalus a defender
contra los musulmanes las tierras que aún quedaban en su poder, lo que
no habían esperado lograr. Los islamitas, luchando contra los politeístas
y forzándoles a emigrar, se habían apoderado de su país hasta llegar a
Ariyula, de la tierra de los francos, y habían conquistado Pamplona en
Galicia, y no había quedado sino la roca donde se refugió el rey llamado
Pelayo con trescientos hombres.
Al-MAQQARI
"Di: Él es Dios, único
Dios, el eterno;
no ha engendrado
ni ha sido engendrado,
y no tiene a nadie
semejante a Él."
(Sura 112, 1-4)
CIERRE
LA GUERRA SANTA CRISTIANA
No es contrario a la fe católica exterminar y perseguir sarracenos, pues,
a ejemplo de lo que se lee en el libro de los Macabeos, los cristianos no
pretenden adueñarse de tierras ajenas, sino de la herencia de sus
padres, que fue injustamente poseída por los enemigos de la Cruz de
Cristo durante algún tiempo. Además, es legítimo y admitido por el
derecho de gentes que, en los lugares ocupados por los enemigos que
los retienen con injuria de la Divina Majestad, el pío expulse al impío y el
justo al injusto.
El PAPA CELESTINO III AL ARZOBISPO DE TOLEDO (1192)
Los sultanes y las tropas suelen adoptar los trajes de los cristianos, sus
vecinos: sus armas son iguales, y lo mismo sus capas, tanto las de
escarlata como las otras. Asimismo son idénticas sus banderas, sus sillas
de montar y su manera de hacer la guerra con escudos y lanzas largas
para alancear. No conocen las mazas ni los arcos de los árabes; antes
emplean los arcos cristianos para los asedios de ciudades, y los infantes
los utilizan en los lances de guerra.
IBN AL·JATIB
Descargar