1.1.1. Implicancias sociológicas: Acceso al consumo: Necesidades e identidad. Como primer planteo o cuestionamiento antes de dar inicio a esta temática, debemos ir entendiendo de qué se trata, es decir, ¿Qué es la defensa del consumidor? Para responder a esta pregunta debemos saber previamente “que es el consumo” y “quiénes son los consumidores”, aquellos sujetos a quienes se dará esta protección especial (ver 1.7.Noción de usuario y consumidor). ¿Qué es el consumo? El consumo es definido como un “conjunto de procesos socio-culturales por medio del cual el hombre realiza la apropiación y el uso de productos (bienes y servicios)”, según Néstor García Canclini 1. Este proceso socio cultural será la modalidad que se utilizada para realizar el intercambio de dichos bienes y servicios a cambio de dinero por ejemplo (u otros bienes). El consumo así, sin relacionarlo con otros factores, no tiene mucho sentido, por lo que deberíamos seguir haciéndonos preguntas como ser, ¿Por qué se consume? Surge entonces una respuesta más que el hombre consume para satisfacer necesidades. Estas necesidades pueden definirse como un estado de carencia o de falta de algo para vivir (por ejemplo el alimento) o simplemente para estar mejor. “En los estudios de mercadotécnia se estudian las necesidades de los hombres para crear los elementos necesarios para satisfacerlas, o lo que puede ser peor aún, ver cómo, en base al producto que se tiene para ofrecer puede ser considerado por el consumidor una necesidad”. Para reflexionar: podemos realizarnos una pregunta: el dinero que utilizamos diariamente consumiendo distintos bienes y servicios, ¿lo utilizamos realmente para satisfacer necesidades? Las necesidades pueden ser clasificadas de diferentes formas -Según la importancia -primarias: para la supervivencia (por ej. Alimentarse, dormir, beber agua, respirar, abrigarse, etc.). -secundarias: estas aumentan el bienestar y varían de una sociedad a otra como también en el tiempo (por ej. Un automóvil para trasladarse, un teléfono celular para comunicarse, la Tv, un equipo de aire acondicionado, etc.). -Según la procedencia -de los individuos: se subdividen en naturales (serían las primaras) y sociales (son las que surgen o se tienen por el hecho de vivir en sociedad, como por ejemplo vestir tal o cual ropa en diferentes ocasiones, etc.). -de la sociedad: son aquellas que requiere el conjunto o grupo (por ej. Transporte público, servicio de asistencia médica, seguridad, etc.). -Según la importancia que tienen para la economía -necesidades económicas: aquellas que requieren de bienes escasos y de alguna actividad económica. -necesidades No económicas: su satisfacción no requiere de bienes escasos o de actividad económica alguna (por ej. Respirar, el aire es gratis). Por otro lado, Maslow al clasificarlas ubico a las necesidades en una pirámide según la importancia de las mismas, siendo las más importantes y generales las que están en la base, una vez satisfechas estas, se asciende para lograr la satisfacción de las inmediatas superiores. 1 Néstor García Canclini, estudió filosofía y se doctoró en 1975 en la Universidad Nacional de La Plata y, tres años después, con una beca otorgada por el CONICET, se doctoró en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata (1966-1975) y en la Universidad de Buenos Aires (1974-1975). Necesidades Fisiológicas: y básicas, satisfechas estas se asciende en la pirámide hacia las Necesidades de seguridad y protección: para mantener lo adquirido, luego se va hacia las Necesidades de aceptación social: son las que refieren a la pertenencia de un grupo, como por ej. tener amistades, ser aceptado dentro de un grupo, luego se asciende a las Necesidades de autoestima: para lograr la confianza en uno mismo, como ser el lograr éxito, tener status. Necesidades de autorrealización: lograr metas propuestas para lograr la satisfacción personal. “La Educación del Consumidor es, todo cuestión de actitudes, de planteamientos vitales, de respuesta a interrogantes, de aprender a resolver problemas, a ser críticos. Si bien la estandarización o masificación de la producción tiende a homogeneizar o igualar el consumo, lo cierto es que éste se encuentra claramente estratificado en función del nível económico, social o cultural, la edad y, casi siempre, también el sexo. Por otra parte, el consumo está cada vez más mediatizado por la publicidad, el marketing, los medios de comunicación, las nuevas tecnologías, las amistades y el entorno en que nos movemos. Por ello es que el alumnado (los niños, niñas y adolescentes), debido a la edad, son justamente una de las víctimas propicias de la sociedad de consumo”. Satisfacción de las necesidades humanas: los satisfactores; necesidades y motivaciones. La satisfacción nace del deseo y búsqueda (y disposición) de los medios capaces de calmar la angustia que genera la carencia. Pero ocurre que los deseos son múltiples pero los medios escasos, es por eso que debemos muchas veces optar, renunciando a la opción no elegida. Por el avance de la economía, la tecnología, las telecomunicaciones, informática, la cibernética, el transporte, la medicina etc. y en general del nivel de vida, se pone hoy al alcance de las personas consumidoras objetos materiales cuya finalidad es aumentar el bienestar. Al momento de su uso diario, la necesidad se transforma de lo aparente y superfluo hacia lo "necesario para vivir". En este sentido podemos cuestionar si existe alguna diferencia entre lo que es una “necesidad real” o “necesidad aparente” y cuándo cabe hablar de una u otra. ¿Podría ser una necesidad real contar con una computadora para trabajar? o guardamos exclusivamente la definición para definir lo que exclusivamente nos permite seguir viviendo, como es el caso del alimento, aunque tengamos que preguntarnos también ¿Qué clase de comida entra en esta categoría? (si las exquisiteces entran o no en esta definición). El progreso económico ha descubierto nuevas posibilidades para la persona y ha generado un abanico variado de necesidades que ha provocado en el hombre moderno la obsesión del consumo. Sus deseos ya no están limitados a la mera necesidad de subsistencia sino que aspira a satisfacer sus necesidades como persona humana. Aspira a vivir como hombre (genérico), y como tal arraigado a una cultura. Sin embargo, este progreso ha animado a la búsqueda frenética por bienestar material que entregue satisfacción permanente e inmediata. De modo que ya no solo se consumen bienes o servicios para satisfacer necesidades, sino también aquellos que la sociedad de consumo pone a nuestra disposición y nos induce a consumirlos. Para su obtención se debe ejercer un poder de adquisición donde se debe estar dispuesto a entregar algo a cambio (dinero). La materialización de la adquisición es los que llamamos el "consumo" y al demandante un "consumidor" -psicológicamente la conducta del consumidor se refleja en la apropiación de bienes no solo por el bienestar que representa sino por la obtención de "puntos positivos"2 frente a la sociedad, es decir "dime qué (cuánto) tienes y te diré quién eres". Esta conducta (cultura) la podemos apreciar principalmente del sistema que se vive en Estados Unidos que promueve el individualismo en su máxima expresión-. Identidad cultural e identidad personal. Identidad personal: es la que hace que uno sea “uno mismo” y no “otro”, es decir, se trata de un conjunto de rasgos personales que conforman la realidad de cada uno y se proyecta hacia el mundo externo permitiendo que los demás reconozcan a dicha persona desde su “mismidad”, esto es, desde su forma específica y particular. La Identidad cultural es el conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elemento cohesionador dentro de un grupo social y que actúan como sustrato para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia. La identidad cultural es similar a todo aquello que nos los enseñan nuestros antepasados y lo ponemos en práctica. Sentidos del consumo (social, comunicacional, de utilidad, etc.) Consumo de exhibición; La expresión “cultura del consumo” intenta destacar la importancia que tienen los bienes en la sociedad actual. Por un lado la dimensión cultural de la economía, la simbolización y el uso de bienes como comunicadores y no como utilidades (o satisfactores); por otro lado la economía de los bienes culturales, las reglas del mercado (oferta, demanda, capital, la comunicación, la competencia, monopolización, etcétera). Estos últimos están referidos a “las marcas” del consumo, consumo este que en definitiva viene marcado por la influencia que tiene en el entorno cultural “el estilo de vida” y “los estilos de bienes y servicios que consumen las personas”. De modo que la denominación “sociedad de consumo” se aleja cada vez más de la idea de actividad mercantil en sí, para identificarse cada vez más con un “consumo cultural” (cuanto tienes y te diré quién eres). 2 Puntos positivos, en el sentido de recibir una aceptación social por haber consumido En la sociedad preindustrial la producción estaba ligada directamente a las necesidades. La sociedad de consumo nace a partir de la revolución industrial, cuando los productores se dan cuenta de que es más fácil fabricar productos que venderlos, y llegan a la conclusión de que es necesario fabricar también consumidores que deseen comprar productos. Ya no se produce lo que se necesita, sino lo que los productores fabrican, y estos fabrican lo que creen que pueden vender, y no ya según las necesidades del consumidor. Además el crecimiento económico permite acceder al bienestar creciente basado en el consumo de bienes más o menos duraderos. Entonces el hombre pone todo su esfuerzo en tener cada día mayor bienestar. Hoy ya no se concibe la vida sin las aspirinas, pañales descartables, leche en polvo instantánea, cinta scotch o curitas, como tampoco la computadora, el teléfono celular etc. y muy luego el acceso a Internet. Se estudia por tanto psicológicamente no sólo la conducta del consumidor (donde compra, cuando, porqué, quién decide la compra etc.), sino además, qué sucede con la imagen de marca que lleva en su mente. Para ello se idean sensuales formas de presentación producto garantizando la plena satisfacción de sentidos profundos a través de su consumo, ya que es objeto de múltiples campañas publicitaria y de presiones diversas (promoción de venta) a la que apenas puede contrapesar. Pero también debemos ser conscientes de que esta sociedad de consumo tiene sus problemas y contradicciones: contaminación, deterioro del medio ambiente, proliferación de productos nocivos para la salud y el medio ambiente, desventajas económicas en amplios sectores de la población, aumento del confort, disminución del esfuerzo físico, etcétera. La globalización de los mercados; La Globalización constituye un proceso de integración de los mercados nacionales en un mercado global, y en la cual las relaciones entre los países tienden a aumentar, gracias a su ampliación y profundización. Este proceso se distingue por abarcar muy diversas relaciones entre los países, tales como la de carácter cultural, político, migratorio, comercial y financiero. Ahora bien, el fenómeno globalización no es nuevo, sino el contrario es de larga data. Uno de los grandes gestores de la globalización lo fue Marco Polo, su vocación al comercio y su objetivo de establecer nuevas rutas comerciales marca el ícono de esas relaciones internacionales comerciales hacia los lejanos y místicos reinos de Oriente. Sin embargo debemos señalar que en la actualidad, el proceso avanza a un ritmo mucho más acelerado que antaño. Cada día abarca más actividades y ámbitos, de manera tal que el proceso de globalización representa ya una de la característica más señaladas de las relaciones internacionales en el mundo actual. Se habla, por lo tanto de un mundo en el cual las fronteras tienden a desvanecerse. Pero, por qué se da la globalización; pues bien, dicho proceso está alimentado por varios factores, los más importantes son: 1) La sociabilidad del ser humano 2) La diversidad dentro de la unidad. En la realidad, los recursos naturales (tierra, minerales, petróleo, clima) son abundantes en unos países y escasos en otros. Unos disfrutan de una posición geográfica favorable, otros no. 3) El desarrollo científico y tecnológico. 4) La nueva economía mundial 5) La multiplicación de contactos 7) Ampliación de mercados. La globalización tiende a aumentar el acceso a los mercados, trabajar en mercados cada día más ampliados. Esto trae aparejadas dos ventajas importantes: Abre nuevas oportunidades de producción e inversiones, aumenta la competencia, lo cual fuerza a los productores a mejorar su productividad, las mayores inversiones tienen como consecuencia el aumento de la producción y del empleo y, por ende, una mejoría en las condiciones de población. Reconocimiento Constitucional de la materia. A partir de la reforma de 1994 de la CN, en la que se incorpora el Art. 42 (entre otras modificaciones) se da reconocimiento constitucional de la materia. El mismo reconoce expresamente el derecho de los consumidores a: -derecho a la protección de su salud, seguridad, e intereses económicos; -derecho a una información adecuada y veraz; -derecho a la libertad de elección; -derecho a condiciones de trato digno y equitativo; -derecho a la educación para el consumo; -derecho a la protección de los derechos y reparación -derecho a calidad y eficiencia de los servicios públicos; -derecho a la representación (constitución de asociaciones de consumidores y usuario). De esta manera, se da a los derechos de los usuarios y consumidores jerarquía constitucional, con la importancia que implica conforme a la jerarquía de las leyes según la categorización de Kelsen. Reconocimiento internacional de la materia, instituciones internacionales sobre la defensa de los derechos de los consumidores. Reglamentación nacional y provincial A nivel nacional, se sanciona la Ley de Defensa del Consumidor N°24.240 el 22 de septiembre del año 1993, la misma protege y define los intereses de los consumidores, ya que los mismos afrontan a diario desequilibrios en cuanto a la capacidad económica, nivel de educación y poder de negociación. En el año 1986 se presentó el primer proyecto de ley, que perdió estado parlamentario por falta de tratamiento en la cámara de Diputados. En 1988 fue presentado nuevamente siendo aprobado casi por unanimidad, haciendo la cámara revisora grandes cambios. En la provincia de Entre Ríos es la ley 8973 publicada en el boletín oficial el 21 de diciembre de 1995, adhiriendo a la ley 24.240.