Esto es Hollywood JORGE BERLANGA ugusto Martínez To rres Amparado por una sólida casiempre ha sido uno de rrera como crítico y realizaesos bichos raros, dor, publica ahora una Historia representantes de una raza a del cine norteamericano en 120 extinguir, que parece que se han películas. No deja de ser un criado, más que a base de leche o empeño arriesgado el intentar potitos, mamando celuloide desde resumir un universo tan ingente su más tierna infancia. Hay quien como es el de una industria que dice que de bebé lo dejaron ha producido millares de obras abandonado en una cestita en la a lo largo de los años, en una puerta de una sala de cine, y que lo condensación contada, pero primero que vio cuando abrió los sale airoso en la aventura. ojos fue a Marlene Dietrich Porque el libro, desfumándose un cigarro. Ahora, aunque ya tiene sus añitos, sigue con su aspecto de niño sabio, como para llevarlo a un concurso televisivo en el que se le podría hacer todo tipo de preguntas sibilinas sobre el séptimo arte para que las re-po nd iese con seg ur idad y adornándose en los detalles. En los tiempos del ordenador, él por sí solo es una base de datos. Un erudito memorioso en un mundo de desmemoriados, que puede recitar de corrido la ficha técnica y artística de un film, los avalares de su rodaje, describir el traje que llevaba la protagonista y la marca del coñac que bebía el galán. A Augusto M. Torres. de la frialdad de su planteamiento, ajeno a toda tentación de apoyo literario, de elucubración crítica o reflexión íntima, esconde sin embargo una confesión sentimental. Es un recorrido cronológico, desde los tiempos del cine mudo hasta nuestros días, por una serie de títulos que han dejado una huella en el mapa espiritual del autor. Una elección subjetiva que paradójicamente concentra, limpia, fija y da esplendor a la aportación que ha tenido el cine americano en nuestra educación cultural. Desde «Intolerancia» en 1916, a «Grand Canyon», en 1991. Del esplendor a la degradación de Hollywood, en un itinerario apasionante a través de más de cien películas, donde sólo se nos muestra una como ejemplo de la obra de cada gran director, con un ajustado comentario sobre el argumento, la ficha de producción y unos datos para el conocimiento de su autor. Una fórmula desapasionada que consigue embebernos en la lectura. Un libro, en fin, indispensable para tener como obra de consulta que, intencionada o de-sintencionadamente, va más allá. Envolviéndonos en la magia del gran cine, arrastrándonos con ligereza a la inmortal fábrica de sueños.