34. ¿Para quién tocaron las campanas

Anuncio
34. ¿Para quién tocaron las campanas de San Pedro en realidad?
Hace algunos días atrás podíamos presenciar un espectáculo mediático sin precedentes en torno a la muerte y
sepultura del Papa Juan Pablo II y la elección de su sucesor favorito y querido, Joseph Ratzinger alias
"Benedicto XVI".
Los medios internacionales - igual que durante las dos invasiones militares estadounidenses en Irak - día y
noche brindaron plena cobertura y diseminaron detalles precisos sobre la asistencia y el "duelo" de los
diferentes visitantes ilustres, unidos en fraternidad farisaica global, mostrando en particular los llantos de los
grandes presidentes y estadistas, todos liderados por la familia Bush.
En realidad repitieron y orquestaron un carnaval religioso al estilo del Imperio Romano, cuyo momento
culminante ocurrió a puerta cerrada, en una corrida de toros electoral racista y melodramática.
Obviamente, el plan era sacrificar cualquier candidato firme y sincero del "Tercer Mundo" en la arena global
del Apartheid, para que a nadie entre los aspirantes al cargo del Sumo Pontífice jamás se le volviera ocurrir
soñar con la "teología de liberación".
En honor a los cristianos originarios y al primer Papa Pedro los "terroristas" de antaño - que lucharon por la
propiedad común de los medios de producción, por la solidaridad cooperativa y por la dignidad humana, que
buscaron la verdad para liberarse, que buscaron el fuego científico divino y la espada emancipatoria de
Jesucristo, tenemos que revivir sus "suspiros oprimidos", sus "corazones partidos" y sus "almas torturadas" por
el imperialismo feudalista romano, tenemos que decir la verdad sobre las realidades históricas del Papado y del
Vaticano. Tenemos que entrar a la biblioteca prohibida del Vaticano, para ver, leer y estudiar cómo a través de
los tiempos nos engañaron, vendaron y deshumanizaron.
213
Tenemos que saber, por qué los Papas bendecían las guerras europeas de conquista, declarándose en búsqueda
de cristianos, esclavos y especias. A veces la Verdad duele, pero las Grandes Mentiras definitivamente nos
esclavizan, nos asesinan y nos masacran por millones. Es la tarea emancipatoria sagrada de la Revolución
Bolivariana de enseñarle al soberano, al ciudadano la verdad. De modo contrario, las grandes mentiras
ideológicas devorarán todos nuestros esfuerzos emancipatorios.
No podemos seguir sofocar espiritual, mental e intelectualmente a millones de personas oprimidas con las
mismas mentiras, fantasías, quimeras y fantasmagorías, con las cuales nuestros amos, la Inquisición y la
Conquista han descuartizado nuestras propias almas durante siglos. La misma manera que empleó Platón
cuando sugirió el uso de las mentiras deliberadas - y esto es en lo que consiste precisamente la ideología - para
controlar las masas trabajadoras, Stalin, Hitler, Goering y Goebbels la emplearon también, incluso ',utilizaron al
Papa, a la religión y a los medios masivos para controlar psicológicamente la educación de las masas alemanas,
y así nadie vio nada, ni escuchó nada ni sintió nada mientras que en Auschwitz y Dachau masacraron a millones
de judíos, comunistas, gitanos y negros.
Entonces, ¿para quién tocaron las campanas de San Pedro en realidad?
De hecho, durante siglos la acumulación de capital europea, para ser rentable, necesitaba esclavos, siervos y
trabajadores asalariados devotos y pacificados, que se pusieran de rodillas y trabajaran duro. Esto se logró
perfectamente a través del invento de una sobreestructura educacional y social, ingeniosamente incrustada en
ritos, morales, valores y creencias religiosas monoteístas y patriarcales.
Este Holocausto Mental fue exportado al "mundo colonial" para controlar y canalizar los pueblos conquistados
en función de (servirle al Moloc imperialista del Trabajo. Desde el Papado medieval hasta el Vaticano
contemporáneo podemos seguir las horribles huellas en la psiquis de los pobres que han dejado los crímenes
cardinales
214
y capitales cometidos por la Iglesia contra la humanidad, donde las pobres criaturas oprimidas temían y siguen
temiendo más la "segunda muerte" (o "muerte espiritual") que los exorcismos dolorosos y crueles que han
padecido en esta tierra.
Durante las últimas semanas, cualquier persona que es todavía capaz de pensar, fácilmente ha podido detectar
cómo opera esta panacea religiosa y ver detrás del "espectáculo sagrado" de Roma.
Para entender lo anteriormente dicho, hay que ir al fondo de lo que es el Vaticano, hay que entender la función
ideológica que cumple la institución papal.
Gracias al racismo y la discriminación enraizados en la propia Iglesia, la mayoría de nosotros ignora por
completo que de los 265 Papas del pasado y presente tres de ellos eran de descendencia africana: San Víctor I
(189-199), San Miliades I (311-314) y San Gelasius I (492-496). Es altamente probable, como señala el filósofo
británico Bertrand Russell, que hasta había Sumo Pontífices femeninas.
En cuanto al doble estándar que reina desde tiempos atrás en la Iglesia en cuanto a la "moral" que predica,
conste por ejemplo, que San Pedro, San Siricius, San Felix III (II), San Hormisdas, San Silverius, San Agatho,
Hadrian II, Boniface IX, Clement IV y Felix V eran casados, y a lo largo de la historia del Papado encontramos
comportamientos ajenos a su prédica, como el crimen, la corrupción, la conspiración, las intrigas, el hambre por
el poder y la riqueza, y hasta el "súper-tabú", el sexo, escandalizando a los feligreses hasta hoy día como
demuestran
los
escándalos
sexuales
recientes
de
algunos
curas
estadounidenses.
(http://sg.news.yahoo.com/050411/1/3rtpz.html)
A lo largo de la historia eclesiástica, sus dignatarios quemaron vivos a herejes y filósofos como Giordano Bruno
en la hoguera, mientras que ellos mismos, contra todas las enseñanzas y escrituras sagradas, introdujeron una
serie de dogmas herejes. Eran brillantes en inventar doctrinas de salvación para toda la humanidad: la Salvación
única a través de Maria, la Salvación única a través de la Iglesia Católica y finalmente, claro que sí, la Salvación
única a través de los Papas.
215
¡Quién sabe que nos espera del nuevo Papa Benedicto XVI! Desde las carabelas del siglo XV hasta los
portaaviones del siglo XX, todos han recibido la bendición suprema por el Sumo Pontífice de turno. En esta
tradición genocida y ante las "nuevas guerras" del siglo XXI, declaradas en permanencia y ejecutadas de manera
"preventiva", no estamos esperando otra cosa de la Iglesia Católica sino la continuidad de bendecir actos de
exterminio contra los pueblos del mundo. El "eje" Bush-Ratzinger es expresión simbólica del actual orden
globofascista y augura un futuro oscuro para la humanidad.
Así que, si no tenemos verdaderos líderes militantes, solidarios con los explotados y oprimidos, con una
conciencia de clase revolucionaria, y si no tenemos un partido revolucionario con una Práxis y Teoría socialista
constante y consecuente, que borra para siempre las ilusiones ideológicas religiosas reaccionarias, las campanas
de San Pedro pronto tocarán por nosotros.
216
Descargar