Asunto: Carta al Gobernador de Antioquia Les estamos remitiendo esta carta para su información y difusión. CARTA ABIERTA CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES SOCIALES AFROCOLOMBIANAS, CEISAFROCOL. Personería Jurídica No.093 de 1.986 del Minjusticia, NIT.811027299-4. Medellín, 06 de febrero de 2012 Doctor SERGIO FAJARDO VALDERRAMA Gobernador de Antioquia E. S. D. Centro Administrativo La Alpujarra. Medellín. Asunto: Vigencia de la Oficina de Comunidades Afrocolombianas de la Gobernación de Antioquia. Respetado doctor Fajardo. Reciba nuestro saludo fraternal. Compartiendo su preocupación con respecto al funcionamiento de la oficina de asuntos de comunidades afrocolombianas de la Gobernación de Antioquia, dado que con más de 16 años de existencia no ha producido resultados positivos para nuestras comunidades. Como una de las organizaciones y personalidades que hemos venido jalonando este proceso reivindicatorio de la afrocolombianidad, al respecto nos permitimos hacer las siguientes aclaraciones: 1. Teniendo como soporte fundamental la Ley 70 de 1.993, que a su vez es producto de un expreso mandato constitucional, al igual que la Dirección de Asuntos de Comunidades Afrocolombianas, Palenqueras y Raizales del Ministerio del Interior, en concertación con las instancias estatales pertinentes se han creado oficinas regionales y locales con el propósito de que sean puntos de apoyo de los mandatarios a objeto de garantizar el adecuado desarrollo de los mandatos de esta ley, a través de la ejecución de políticas públicas orientadas a la reivindicación de estas comunidades, de tal manera que las conduzcan a la superación de la pobreza, la discriminación y de su marginalidad histórica. Según la citada ley, dichas políticas públicas deben abarcar los aspectos territoriales, organizativos, culturales, etnoeducativos, socioeconómicos y políticos. 2. Al instalarse la Asamblea Nacional Constituyente de 1.991 solo existían en el país seis organizaciones que asumían la redención de la afrocolombianidad y de la africanía en general, de manera integral, procurando el empoderamiento socioeconómico y político de las comunidades. Ellas eran: el Movimiento Nacional por los Derechos Humanos de las Comunidades Afrocolombianas, CIMARRON, el Centro de Estudios e Investigaciones Sociales Afrocolombianas, CEISAFROCOL, la Asociación para la Defensa de los Pueblos del Pacifico, el Centro para la Investigación de la Cultura Negra , el Centro de Estudios Manuel Saturio Valencia, SEMASVA y el Centro de Estudios Frantz Fanón. También existían otras organizaciones integradas y dirigidas por afrocolombianos/as y algunos/as activistas individuales, que reivindicaban derechos e intereses gremiales, buscaban soluciones marginales relacionadas con la vivienda, o se dedicaban a temas muy puntuales orientados a la visibilización de la afrocolombianidad. 3. Estas seis organizaciones y sus dirigentes motivaron e invitaron a cuanto principio de organización y de activismo afrocolombiano hubiere, para peticionar a los constituyentes a objeto que se incluyera en su agenda la problemática histórica de la afrocolombianidad, ya que desde 1.851 no se legislaba con respecto a sus derechos y la superación de las secuelas de la esclavitud colonial. Sin embargo, después de que con esta iniciativa y las movilizaciones que provocó se logró el artículo transitorio 55 y posteriormente la Ley 70 de 1.993, con la cual quedó abierta la posibilidad de destinar por parte del Estado recursos significativos a la atención de las comunidades afrocolombianas en aras de su reivindicación histórica, se dio el bum de constitución de organizaciones supuestamente con el propósito redentor de la afrocolombianidad, pero que posteriormente ha quedado demostrado que en su mayoría solo son organizaciones de papel destinadas a buscar contratos para satisfacer las necesidades de ingresos de unos directivos oportunistas y arribistas. Cuestión inevitable, dada la educación extremadamente individualista que hemos recibido los colombianos y la escases de oportunidades laborales para nuestra juventud, en especial para los/as profesionales. 4. Estas organizaciones de papel, muy pronto fueron centenares y miles, y por tanto hicieron mayoría, logrando copar con sus directivos o representantes casi todos los espacios de representación de las comunidades afrocolombianas generados por la Ley 70 de 1.993, ya fueren comisiones consultivas, comisiones de etnoeducación o cargos administrativos. Ya en esos espacios, los representantes de las organizaciones de papel dieron riendas sueltas a sus arribismos y oportunismos, dedicándose a hacer contactos y amistades en los diferentes niveles de la administración pública y de la Cooperación Internacional para procurarse contratos y puestos para sí mismos y para sus amigos más próximos, haciendo muy poco o nada por las comunidades. Pero no se puede generalizar, ya que siguen existiendo organizaciones que con sus directivos y demás miembros mantienen la voluntad inquebrantable de trabajar por la redención de las comunidades. 5. Con respecto a la “Gerencia de Negritudes” de la Gobernación de Antioquia lo evidente es que quienes han ocupado ese cargo, lo han hecho como pago de compromisos políticos preelectorales, y han sido personas que poco o nada les ha interesado las problemáticas de nuestras comunidades y sus procesos reivindicatorios, por lo cual han llegado a feriar entre sus amigos/as los escaso recursos presupuestales disponibles para la atención de las mismas, para lo cual los han orientado a que constituyan organizaciones que aparentemente aborden la problemática de las comunidades afrocolombianas del departamento, a objeto de poder viabilizar las contrataciones con ellos/as, lo cual se constituye en una de las causas de que en la Cámara de Comercio de Medellín estén inscritas alrededor de 200 organizaciones supuestamente afrocolombianas, pero cuando se les convoca no aparece en los escenarios ni siquiera el 10% de sus directivos y demás miembros. 6. Pero algunos miembros y dirigentes de organizaciones afrocolombianas consideramos que tampoco es el mejor camino acabar con esta oficina, ni mucho menos con las organizaciones existentes, ya que sería una decisión en contra de la constitución y la ley, y porque la realidad de la sociedad antioqueña y de las comunidades afrocolombianas de Antioquia las necesitan, hoy más que antes cuando la Organización de Naciones Unidas, ONU, ha declarado al 2012-2022 como el decenio de la redención de los pueblos y comunidades afrodescendientes, en lo cual deben comprometerse todos los gobiernos de los países miembros. Se trata más bien de reorientarlas y fortalecerlas a través de planes y programas bien fundamentados, y dotando a la Oficia de Asuntos Afrocolombianos de presupuestos suficientes para la atención de las comunidades, retomando los propósitos y papeles ordenados por la Ley 70 de 1.993, y que a partir de la fecha se nombre en estas oficinas de atención diferenciada a las comunidades afrocolombianas, regentes escogidos/as de ternas presentadas por las comunidades a través de sus instancias de ley, como la mejor garantía de que sean personas realmente comprometidas con su suerte y que por ende, trabajen por la superación de sus pobreza y marginalidad social. Pero todo esto requiere de adecuadas reglamentaciones, lo cual debe ser una responsabilidad prioritaria conjunta de la Gobernación , la Comisión Consultiva Departamental, cogidas de la mano con las organizaciones de la mayor trayectoria (trabajo que mostrar y tiempo de existencia) en el jalonamiento del proceso reivindicatorio y redentor de la afrocolombianidad. Además, la historia ha demostrado que sin fortalecimiento organizativo, socioeconómico y político, no puede haber redención de ninguna comunidad o pueblo. 7. Coherentemente con lo anterior, nuestras organizaciones han venido presentando propuestas de inclusión en los planes de desarrollo a los diferentes gobiernos departamentales, algunas de las cuales estamos dispuestos a llevar como insumos a futuras mesas de trabajo, sin embargo no han sido atendidas y solo se ha asignado un pírrico presupuesto que no ha superado los 600 millones de pesos anuales a la Oficina de Asuntos Afrocolombianos, para atender a una población que supera el 1.200.000 habitantes, equivalente a más del 20% de la total del departamento, segundo grupo poblacional de la sociedad antioqueña, y frente a un presupuesto departamental del orden de los cinco billones de pesos para el cuatrienio. ¿Considera usted señor Gobernador que con un presupuesto tan irrisorio como este puede dicha Gerencia dar los mejores resultados en la atención de la creciente problemática de la población afrocolombiana de Antioquia? 8. Pero para avanzar exitosamente en el cumplimiento de la tarea reivindicatoria de la afrocolombianidad, es pertinente adelantar una labor reeducativa de los integrantes de los gabinetes departamentales, yaque muchos de sus integrantes se encuentran contaminados de prejuicios racistas y discriminatorios que los llevan a considerar a todos los negros habitantes de Antioquia como chocoanos o del pacifico, y por ende que tienen que buscar sus atenciones y soluciones en esas regiones. Prejuicios con base en los cuales dan riendas sueltas a prácticas racistas y discriminatorias contra quienes regentan la citada oficina, irrespetándolos y apabullándolos en los Consejos de Gobierno cuando estos presentan alguna propuesta de políticas públicas y de atención diferenciada para la población afrocolombiana de Antioquia. Quizás por su desconocimiento de la historia verdadera no saben que en Antioquia siempre ha existido población afrocolombiana que en conjunto con los demás segmentos poblacionales ha venido aportando a su construcción material, cultural y espiritual. No saben que la pujanza de Antioquia ha tenido como base a la minería del oro y el platino de aquí y del Chocó, donde la fuerza laboral básica ha sido afrocolombiana. Señor gobernador, confiamos que usted por su formación y sus trayectorias profesional, política y de compromiso social, tendrá una actitud respetuosa, justa y equitativa para con nuestras comunidades y el Decenio de la Redención de los Pueblos y Comunidades Afrodescendientes, declarado por la ONU , guardando coherencia con su lema y propósito de gobierno: “Antioquia la más educada”. Por nuestra parte, estamos a su disposición para contribuir al cumplimiento de esta urgente tarea reivindicatoria de la afrocolombianidad antioqueña. En lo inmediato consideramos pertinente integrar una Mesa de Trabajo para redefinir el perfil de funcionamiento de dicha “Gerencia de Negritudes”, a objeto de darle operatividad, eficiencia y eficacia. Sin otros particulares y deseándole los mejores éxitos en sus ejecutorias de gobierno. Atentamente, JOSÉ EULÍCER MOSQUERA RENTERÍA NAGUPE Director Ejecutivo de CEISAFROCOL Miembro de la Comisión de Etnoeducación Del CEID-ADIDA LUCELLY PALACIO Directora de ASFIDEC. Miembro de la Comisión de Etnoeducación del CEID-ADIDA TARSICIO CÓRDOBA CUESTA Directivo de ADIDA HENRY MOSQUERA M. Exdirectivo de ADIDA ONIL MOSQUERA SÁNCHEZ Miembro de MRD. BILLIAMS ASPRILLA Presidente Movimiento De Renovación Democrática Adjuntamos nuestros dos últimos trabajos de investigación: 1. Las Independencias y la Visibilizaciòn del Protagonismo Histórico del Pueblo Afrocolombiano. 2. El Modelo Pedagógico Etnoeducativo de Reconocimiento e Interculturalidad. Cra 8 No.44 C – 31 mail:[email protected] Teléf.2214335, Cel. 3136354511, E-