MUÑOZ GARCIA ITAYETZI_105_7Nov_Proyectos

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ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL DEL
ESTADO DE MEXICO NUMERO 258
PROYECTO: MUSEO MEMORIA Y
TOLERANCIA
ALUMNA: MUÑOZ GARCIA ITAYETZI
YATZIRY
GRUPO: 105
MAESTRA: BARBARA AURORA LOPEZ
DURAN
Ciclo escolar 2013-2014
HOLOCAUSTO
El holocausto fue el genocidio que ocurrió durante la segunda guerra mundial.
Fue la persecución y el asesinato masivo y sistemático de aproximadamente
seis millones de judíos, además de eslavos, gitanos, personas discapacitadas,
homosexuales y testigos de Jehová, llevando a cabo por la Alemania nazi y sus
colaboradores. Entre 1993 y 1945, los nazis también encarcelaron y aniquilaron
por razones políticas a comunistas y prisioneros de guerra soviéticos.
El holocausto tuvo lugar en pleno siglo XX, en una época de gran desarrollo
científico, tecnológico, artístico y cultural. Europa experimentaba el progreso y
la modernidad a un paso vertiginoso, de la misma manera, crecían las ideas de
la supremacía racial y el fascismo.
Al perder la primera guerra mundial, Alemania se encontraba en una situación
económica y política devastadora. La pérdida de confianza en el nuevo
gobierno, el resentimiento de los ciudadanos y la gran crisis económica que
llevo a millones de alemanes al desempleo, fueron aprovechados por Adolf
Hitler, quien en pocos años convirtió al partido nazi en una de las primeras
fuerzas políticas. Para enero de 1933 Hitler había manipulado el proceso
democrático tan hábilmente que fue nombrado canciller.
Los judíos, quienes fueron la minoría mas perseguida durante el holocausto,
tenían más de dos mil años en Europa asentados en diferentes países. Al igual
que el resto de los ciudadanos, los judíos colaboraron con el gran
enriquecimiento cultural y artístico de Europa. Un pueblo multifacético,
conformado por religiosos y seculares; acomodados y judíos humildes; de
distintas profesiones y oficios.
Los nazis siempre tuvieron al creencia que los alemanes arios eran una ‘gran
raza superior’ y que las ‘razas inferiores’ eran la causa de casi todos los
problemas que aquejaban a la nación. Crearon una compleja clasificación de
los seres humanos que consideraban inferiores: como los negros, los gitanos y
otros; los judíos, catalogados como infrahumanos, estaban al inicio de esta
horrible lista. Para intentar justificar el racismo de una manera ‘racional’ los
nazis desarrollaron una teoría seudocientífica que argumentaba que la sangre
en la portadora de las cualidades raciales. El propósito era impedir según ellos
‘la contaminación’ de la raza aria, la cual afirmaban, había perdido su ‘pureza’
por la mezcla con otras razas ‘inferiores’.
Así se clasificaba la pureza racial:
*Eliminar a los intelectuales por deformar la mente
*Eliminar a las personas discapacitadas por ser una carga
*Eliminar a los homosexuales por ser corruptores de la sangre
* Eliminar a los testigos de Jehová por no subyugarse
*Eliminara s los gitanos por ser una raza inferior
*Eliminar a las minorías que los nazis consideraban razas inferiores
*Eliminar a los judíos por ser una raza infrahumana
También una característica del holocausto fue la intención del régimen nazi de
darle sustento legal al odio racial. De este modo, el racismo, el antisemitismo,
la discriminación, la exclusión y la violencia se efectuaron dentro de un marco
estrictamente legal. Incluso el asesinato fue realizado dentro de los parámetros
legales del régimen. Lo que el régimen nazi no logro a través de la ley o la
propaganda lo consiguió por medio del terror. A un mes de que Hitler tomara el
poder, se abrió el primer campo de concentración en dachau para albergar
prisioneros políticos y opositores al régimen nazi. La quema de libros, el boicot
económico y la destrucción de sinagogas son eventos representativos de la
implementación del terror.
El 10 de mayo de 1933, en un acto simbólico de ominosa trascendencia, los
estudiantes universitarios quemaron más de 25.000 volúmenes de libros “no
alemanes”, presagiando un período de censura estatal y control de la cultura.
La tarde del 10 de mayo, en la mayoría de las ciudades universitarias, los
estudiantes de derecha marcharon con antorchas en “contra del espíritu no
alemán”.
Los alemanes comenzaron a levantar guetos nada más invadir Polonia. Su
finalidad inicial era la de concentrar transitoriamente a los judíos, antes de o
bien deportarlos hacia el este, o bien recluirlos en campos de concentración de
trabajos forzados o de exterminio de la misma Polonia. Sin embargo, dadas las
terribles condiciones en que se desarrollaba la vida en ellos (hacinamiento
extremo, carencia de servicios sanitarios adecuados y proliferación de
enfermedades), supusieron también una muerte lenta para muchos de sus
habitantes.
El 9 de noviembre, el oficial de la Gestapo, heinrich muller, envió un telegrama
a la policía en donde comunicaba que esa noche, a lo largo de toda Alemania,
se realizarían acciones contra los judíos, especialmente en las sinagogas.
Durante esos días, alrededor de 30 judíos fueron apresados y enviados al
campo de concentración de dachau ya al menos 90 fueron asesinados en las
calles.
Los campos de concentración fueron la herramienta de tortura y de terror de la
política nazi entre 1933 y 1945. El extenso conjunto de campo llego a contar
con 9 mil a lo largo de toda Europa ocupada, incluía campos de transito, de
trabajo forzado y de exterminio.
GENOCIDIOS Y CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD
A lo largo de la historia, la humanidad ha sido testigo y participe de la
destrucción de millones de vidas. La violencia, las masacres y las atrocidades
que ha cometido el ser humano han hecho que los representantes de la
comunidad internacional tomen conciencia y se den cuenta de la necesidad de
proteger a los seres humanos. Fue así como en 1948 se aprobó la convención
para la prevención de los delitos de genocidio y para evitar que vuelva a ocurrir
un genocidio como el ataque que cometió el régimen nazi.
El genocidio es la matanza, la lesión grave a la integridad física o mental, el
sometimiento intencional a condiciones de existencia que hayan de acarrear la
destrucción física total o parcial, la aplicación de medidas destinadas a impedir
los nacimientos y el traslado por fuerza de niños del grupo, perpetrados con la
intención de destruir, total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o
religiosos. Todos los estados tienen la obligación de prevenirlo y en caso de
que no lo hagan tienen que investigar, procesar y castigar a los responsables.
Desgraciadamente, después del holocausto hemos visto repetirse las mismas
escenas de odio y violencia sin límite, pero con diferente rostro. Ruanda,
Yugoslavia, Camboya, Guatemala y Darfur son ejemplos de que el ‘nunca
jamás’ no existe y no se ha cumplido. El sufrimiento y la absurda pérdida de
vidas nos obligan a reflexionar como seres humanos, pero, sobre todo, a
entender que tenemos un compromiso, no nada más como gobiernos, sino
también como seres humanos consientes y sensibles ante hechos que resultan
inadmisibles en pleno siglo XXI.
Lo relevante para sancionar el delito de genocidio no es el número de personas
que pierden la vida, sino también la intención del perpetrador de destruir total o
parcialmente a un grupo humano de carácter nacional, étnico, racial o religioso.
La definición de genocidio no incluye grupos políticos, ya que la pertenencia a
estos grupos por lo general, se da por voluntad y no por nacimiento y ademes,
porque los grupos políticos carecen de estabilidad o permanencia a diferencia
de los grupos nacionales, étnicos, raciales o religiosos.
La destrucción de la identidad cultural, social, lingüística, o religiosa de un
grupo, no se considera un elemento del genocidio. Sin embargo, pueden ser
utilizados como pruebas para demostrar la intención del perpetrador.
Que un crimen no sea catalogado como genocidio, no implica necesariamente
que este quede impune ni disminuye su gravedad o el sufrimiento de las
víctimas. La legislación penal internacional contempla también los crímenes de
guerra y los crímenes contra la humanidad, que regulan otras acciones como
ataque generalizado, o sistematizado contra civiles: asesinato, exterminio,
esclavitud, traslado forzoso, encarcelamiento, tortura, violación, esclavitud
sexual, persecución, desaparición forzada, y otros.
La importancia de reconocer a un crimen como genocidio o potencial genocidio
radica en que, al hacerlo, la comunidad internacional se ve obligada a
intervenir. Es por esto que en muchos casos, se evita nombrar a los crímenes
como genocidio.
El que se destruya o se intente destruir a personas que pertenecen a algún
determinado grupo no es un fenómeno exclusivo del siglo XX, pero la definición
que derivo en su prohibición internacional no se dio sino hasta después de la
segunda guerra mundial.
En 1994, Rafael Lemkin, jurista judío polaco, acuño la palabra genocidio, con el
objeto de distinguir este crimen de los otros, dadas las masacres de la
población armenia y las atrocidades del régimen nazi. Lo llamo el crimen de
crímenes. La palabra genocidio proviene de dos raíces. Genos, que en griego
significa raza o tribu, y cidio, que en el latín significa matar. El termino
genocidio fue utilizado por primera vez formalmente en el tribunal militar
internacional de Núremberg en los juicios a los crímenes nazis.
El 9 de diciembre de de 1948, la asamblea general de las naciones unidas
aprobara convención para la prevención ya la sanción del delito de genocidio.
La misma asamblea señalo que el objetivo de la convención era evitar que
volvieran a ocurrir genocidios como los cometidos por el régimen nazi.
En su origen, la convención era un tratado internacional que obligaba solo a los
estados que la ratificaron, pero desde entonces se ha transformado en
obligatoria para todos los países.
El Acuerdo o Carta de Londres de 8 de agosto de 1945, que estableció el
Estatuto del Tribunal de Núremberg, definió como "crímenes contra la
humanidad" el "asesinato, exterminio, esclavitud, deportación y cualquier otro
acto inhumano contra la población civil, o persecución por motivos religiosos,
raciales o políticos, cuando dichos actos o persecuciones se hacen en
conexión con cualquier crimen contra la paz o en cualquier crimen de guerra".
En 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas confirmó los principios
de Derecho internacional reconocidos por el Estatuto del Tribunal y proclamó la
resolución 96 (I) sobre el crimen de genocidio, que define como "una negación
del derecho de existencia a grupos humanos enteros", entre ellos los "raciales,
religiosos o políticos", instando a tomar las medidas necesarias para la
prevención y sanción de este crimen.
GUATEMALA
En Guatemala existe una población indígena estimada en más de 6 millones de
habitantes equivalente al 60% de la población total del país. Guatemala
destaca por ser el segundo país de América (después de Bolivia) con mayor
proporción de población indígena sin que ello haya significado hasta ahora una
mayor inclusión en las estructuras del Estado. Guatemala también se
caracteriza por un largo (1962-1997) y doloroso (200.000 muertos y
desaparecidos) conflicto armado cuyas consecuencias todavía arrastra el país.
La Comisión para el Esclarecimiento histórico de Naciones Unidas concluyó
que durante el conflicto hubo actos de genocidio contra la población maya.
A finales del siglo 19 Guatemala cayó bajo el dominio de un dictador que puso
a su país en el mapa económico mediante el fomento de la venta de tierras
para plantaciones de café. La Iglesia Católica fue privada de sus tierras con
esta finalidad, y durante los siguientes 30 años, los estadounidenses serian los
principales inversores. Un poderoso ejército y la policía fueron creados para
proteger a los ricos terratenientes y sus negocios florecientes. Los indios, con
la condición de campesinos y obreros, no veían nada de la riqueza que se
generaba, por culpa de los dictadores.
El gobierno de Guatemala, con el Ejército de Guatemala y su fuerza contrainsurgente (cuyos miembros se definían a sí mismos como "máquinas de
matar”) comenzó una campaña sistemática de represión y exterminio contra los
indios mayas, los cuales según ellos estaban trabajando para un golpe de
estado
comunista.
A los dos años de atrocidades a veces se los llama "El holocausto silencioso”.
En 1999 la ONU emitió un documento sobre la guerra civil: "La percepción del
Ejército de las comunidades mayas como aliadas naturales de la guerrilla,
contribuyó a incrementar y a agravar las violaciones de derechos humanos
perpetradas en contra de ellos, evidenciando un agresivo componente racista
de extrema crueldad, que condujo a la exterminación masiva de comunidades
mayas indefensas, incluidos niños, mujeres y ancianos, a través de métodos
cuya crueldad causa horror en la conciencia moral del mundo civilizado. "
Trabajando metódicamente en toda la región maya, el ejército y sus equipos
paramilitares, incluidas las patrullas civiles de los locales de los hombres
reclutados por la fuerza, atacaron a 626 aldeas. Cada comunidad era atacada
cuando estaba reunida para una celebración o un día de mercado. Los
habitantes del pueblo, si no se escapaban para convertirse en refugiados
perseguidos, eran brutalmente asesinados, otros eran obligados a ver y, a
veces a tomar parte. Los edificios fueron objeto de vandalismo y demolidos, y
una política de "tierra arrasada" aplicada: los asesinos destruyeron los cultivos,
sacrificaron el ganado, contaminaron el abastecimiento de agua, y violaron los
lugares sagrados y símbolos culturales.
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) fue la comisión de la
verdad y reconciliación de Guatemala. La creación de la CEH fue acordada a
partir de la suscripción del Acuerdo para el Establecimiento de la Comisión
para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos y
los Hechos de Violencia que han Causado Sufrimiento a la Población
Guatemalteca, el 23 de junio de 1993. La Comisión tenía el mandato de
"Elaborar un informe que contenga los resultados de las investigaciones
realizadas y ofrezca elementos objetivos de juicio sobre lo acontecido durante
este período abarcando a todos los factores, internos y externos. Dicho informe
estableció que durante a la guerra civil de tres décadas en la nación
centroamericana, se estima que más 200 mil personas perdieron la vida. La
CEH pretendía investigar las numerosas violaciones a los Derechos
Humanos perpetrados por los dos lados del conflicto armado para informar a la
sociedad guatemalteca sobre qué y cómo exactamente había acontecido en el
país entre enero de 1962 y la firma de los acuerdos de paz el 29 de diciembre
de 1996.
La
comisión
poseía
tres
miembros: Christian
Tomuschat,
un abogado internacional alemán, y los guatemaltecos Alfredo Balsells Tojo,
jurista, y Otilia Lux de Cotí, experta en asuntos indígenas.
Parte del acuerdo de paz fue la creación de la Comisión para el
Esclarecimiento Histórico (CEH) para investigar sobre las atrocidades de la
guerra civil. Se comenzó a trabajar en julio de 1997, financiado por varios
países (incluidos los EE.UU., un generoso donante) El ejército no pudo
proporcionar sus registros para el período 1981-1983, pero los tres
comisionados viajaron por el país y recogió 9.000 declaraciones de testigos,
protegidos por un acuerdo de confidencialidad de la ONU. El mandato de la
Comisión se limitó - "refleja la fortaleza de las fuerzas armadas guatemaltecas
en las negociaciones de paz" un comentarista observó secamente: no hay
nombres de los violadores de derecho humanos se podría dar, y el trabajo de la
Comisión no podía tener los efectos jurídicos”.
TOLERANCIA
Así como la intolerancia ha provocado tan amargas consecuencias para los
seres humanos, la tolerancia, por el contrario, ha sido un valor esencial para la
sana convivencia y para impulsar avances en la libertad y la justicia.
La tolerancia, consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la diversidad;
la sustentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la
libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
Tolerar es comprender que no poseemos la verdad absoluta.
Practicar la tolerancia no significa tolerar las injusticias sociales ni renunciar a
las convicciones personales.
La tolerancia es la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la
cultura de guerra por la cultura de paz.
El otro y yo.
Al igual que yo, el otro es una persona que piensa, se siente y experimenta el
mundo de una manera única e irrepetible. Sus características genéticas, su
historia personal y su propio ser lo constituyen como un individuo excepcional
entre los demás seres humanos.
Debemos ser capaces de reconocer que lo que nos hace iguales es que todos
somos diferentes, esta variedad enriquece nuestros conocimientos y nuestra
sensibilidad.
Los estereotipos son ideas o imágenes mentales que los individuos
construimos acerca de los otros. Son, una vez, una versión muy sencilla de la
compleja realidad, se transmiten socialmente por generaciones y nos lleven a
hacer afirmaciones generales, ya sean positivas, negativas o incluso neutras.
Un estereotipo no siempre es totalmente falso, pero siempre es incompleto y
limitado. Los estereotipos suelen generar prejuicios, ya que inducen a
prejuzgar, es decir, a emitir un juicio sin tener la suficiente información que lo
sustente. Los estereotipos y prejuicios pueden estar relacionados con
diferentes aspectos como: sexo, religión, política, raza, moda, ocupaciones,
niveles socioeconómicos, rasgos físicos, etc.
Los estereotipos bloquean la capacidad crítica y conllevan a tener actitudes
prejuiciosas que pueden desencadenar en prácticas de discriminación e
intolerancia.
La discriminación es la raíz misma de la intolerancia. Implica un trato desigual e
injusto que niega los derechos humanos de las personas.
La discriminación consiste en marginar a un individuo o a un grupo por causa
de su género, raza, religión, clase social, ideas políticas o preferencias
sexuales, entre otras. Producto de la ignorancia, del miedo y de la intolerancia,
la discriminación arrasa con los derechos fundamentales, niega oportunidades,
trata con desigualdad e injusticia.
Todos tenemos prejuicios, pero no todos discriminamos. Los prejuicios son
opiniones o creencias, mientras que la discriminación deriva en una acción de
rechazo.
Por supuesto que hoy en día también hay discriminación por condición
ideológica, económica e incluso por condición intelectual; es decir, los que
piensan diferente, los pobres y aquellos que no han tenido acceso a una
educación de más alto nivel, también sufren segregación; es decir, hay muchas
formas de hacer sentir inferior al otro simplemente porque es distinto en alguna
forma. Finalmente habría que señalar que poco a poco, la posibilidad de
“diseñar” humanos más y mejor desarrollados a través de la genética, abre la
puerta, en un futuro, a una discriminación aún más dura.
En
cuanto
a Responsabilidad
Social, la discriminación debería
ser
absolutamente borrada de las empresas, pues es una práctica despreciable
que orada los cimientos de la sociedad misma. Ningún colaborador debe ser
considerado mejor que otro por razones económicas, de sexo, raza, religión o
ideología.
En la imagen que hoy presentamos, se presenta claramente la idea errónea
detrás de la discriminación: “Creer que lo que pensamos diferente, ES
realmente diferente”… allí está el error.
El derecho (sistema judicial) ha sido utilizado como elemento de control por
parte de los grupos predominantes, con objeto de mantener el statu quo. La
discriminación ha sido una de las principales fuentes de desigualdad, debido a
que, como ciertos grupos están marginados de las decisiones, se les priva de
ciertos derechos fundamentales, tales como la salud, la seguridad social y
la educación, entre otros muchos.
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