LOS SISTEMAS SILVOPASTORILES: UN ENFOQUE NECESARIO

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LOS SISTEMAS SILVOPASTORILES: UN ENFOQUE NECESARIO DE
INVESTIGACIÓN Y VINCULACION DE LA UACH EN EL TROPICO
HUMEDO1.
J. Manuel Ruiz Rodríguez2
1. INTRODUCCIÓN.
En el trópico húmedo de México la ganadería bovina ocupa la mayor superficie
en relación con otras actividades agrícolas. Esta ganadería se sostiene con el
uso de pastizales, compuestos principalmente por gramíneas nativas y
mejoradas de baja calidad y producción estacional, en parte por las
condiciones climáticas regionales y por el manejo deficiente referido a los
períodos de ocupación y descanso a que son sometidas, lo que ocasiona una
baja productividad de leche y carne, así como largos períodos improductivos en
el ganado principalmente de ordeña por tener mayores necesidades de
alimentación.
Esta expansión ganadera ha disminuido las áreas de vegetación natural,
afectando la producción de granos básicos y ocasionando daños al equilibrio
ecológico. Por ello, es necesario implementar urgentemente las técnicas
agroforestales, que se han generado con éxito en áreas tropicales de América
y del mundo, por considerarse una alternativa para el uso y manejo eficiente de
los recursos naturales, basados en prácticas tradicionales de agricultura
empleadas por los antepasados en diversas regiones mundiales. Estos
sistemas permiten la combinación de prácticas forestales con agricultura y / o
ganadería en la misma superficie, de modo que el aprovechamiento del
espacio sea más eficiente y se obtengan beneficios diversos.
La diversidad de especies con posibilidades de ser manejadas bajo este
esquema en el trópico de México es importante, de manera que pudieran
combinarse maderables de rápido crecimiento y / o de alta demanda comercial
con pastos y árboles forrajeros, buscando intensificar la producción animal y la
restauración paulatina de los recursos naturales y el entorno biológico.
2. IMPORTANCIA DE LOS SISTEMAS SILVOPASTORILES.
Los sistemas de producción denominados sistemas silvopastoriles, constituyen
una modalidad de sistemas agroforestales (Jiménez y Vargas, 1998). Un
sistema silvopastoril es una opción de producción pecuaria que asocia la
presencia de árboles o arbustos con pastos, forrajes y animales bajo un
sistema de manejo integral, (Pezo e Ibrahim 1966). Estos árboles pueden o no
ser de tipo forrajeros, aunque las plantas generalmente empleadas en este tipo
de sistemas comúnmente se le conoce como especies de uso múltiple, por la
gran diversidad que su aprovechamiento implica.
Esta característica “multipropósito” de las especies que integran un sistema
silvopastoril es la generalidad de los ejemplos en el trópico, aunque no es
Ponencia a presentar en Encuentro de Investigación y Vinculación. SCRU. 12 – 14 de Sep. 2007.
Chapingo, México.
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Profesor Investigador del CRUSE – UACH. Teapa, Tabasco. E-mail: [email protected]
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necesario que todos los componentes se encuentren presentes de manera
simultánea en el terreno, (Somarriba 1992; Nair 1993), citados por Pezo e
Ibrahim, 1999. Lo anterior permite, que la utilización de los recursos obtenidos
no solamente sean para consumo inmediato por el ganado, sino que el sistema
aportará bienes (forrajes, abonos, frutas, sombra, biocidas, madera, leña,
postes, leche, carne, etc.) en un mediano y largo plazo.
La necesidad de investigación y uso de los sistemas silvopastoriles, se deriva
de la evidencia de que tales sistemas son opciones estables y sostenibles para
la producción agrícola, principalmente porque la mayoría de estos sistemas
conocidos en las regiones tropicales, utilizan una gran diversidad de géneros y
especies de plantas arbóreas pertenecientes a la familia Leguminosae como
componente básico. A estas especies se les reconoce su habilidad para
reciclar nutrimentos del suelo y su capacidad para asociarse con cultivos
alimenticios anuales o perennes. Inclusive algunas sirven de alimento para el
hombre.
3. DISEÑOS DE SISTEMAS SILVOPASTORILES.
Los sistemas silvopastoriles se pueden establecer de manera diversa sin
perder la fundamentación específica que los caracteriza, es decir, manteniendo
la combinación de árboles y ganado, lo que no significa que el animal tenga
que permanecer siempre dentro del terreno, puesto que también el
funcionamiento establece como una opción el corte y acarreo de forraje fuera
del sistema, así como la asociación con otros tipos de cultivos agrícolas.
Los sistemas silvopastoriles más comunes y conocidos se presentan como:
cercas vivas, bancos forrajeros o de proteína, cultivos en callejones, árboles y
arbustos dispersos en potreros, cultivos de cobertera y aprovechamiento de
forraje, pastoreo en plantaciones forestales y frutales, etc.
Cercas vivas.
En Tabasco, el sistema silvopastoril mas difundido es el de cercas vivas, y las
principales especies predominantes son: Gliricidia sepium; Dyphisa
robinoides; Erythrina sp.; Tabebuia rosae; Bursera simaruba; Spondias
mombín y Pachira acuatica.
La importancia de las cercas vivas, es que son un reservorio de postes, leña,
madera, frutales, etc., que permite reducir la presión sobre las áreas de
vegetación natural como es el caso de selvas, bosques y acahuales.
Bancos de proteína.
De manera general se puede decir que este tipo de sistema silvopastoril en la
región es poco utilizado, porque la mayoría de los ganaderos aprovechan de
manera exclusiva praderas de gramíneas en la alimentación del ganado. Sin
embargo, de manera aislada, en pequeñas áreas y en forma paulatina, algunas
organizaciones de productores particulares e instituciones, empiezan a difundir
y mostrar sus breves experiencias, como son el caso del CECAF; CEDROS;
CP-Campus Tabasco; INIFAP; CRUSE-UACH. Las especies utilizadas
regionalmente bajo este esquema son: Leucaena; Gliricidia; Morus y
Erythrina. Este sistema, es importante porque en un área los componentes
vegetales se siembran de manera compacta y en alta densidad, disponible y
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aprovechable por el animal. Por lo tanto, su aporte principal es de biomasa
comestible en alta cantidad y con buena calidad nutritiva que puede ser
superior a 15 % de proteína cruda, (Pezo e Ibrahim 1999).
Cultivos en callejones.
Se considera un sistema agroforestal cuando hileras de árboles leguminosos
principalmente de rápido crecimiento, se siembran con cultivos anuales en los
espacios intermedios, los que se benefician de los aportes al suelo a través de
la incorporación del follaje obtenido de la poda periódica de los árboles,
aplicado como abono verde (Kang, et al. 1990). Cuando los productos de las
podas se aprovechan para alimentar animales en el periodo seco, o cuando en
el espacio se siembran plantas forrajeras en lugar de cultivos anuales que
pueden cortarse o ser pastoreadas, se le relaciona con un sistema silvopastoril
(Pezo e Ibrahim 1996). Las principales especies que utilizan son: Erythrina;
Gliricidia; Guazuma; Cnidoscolus, etc. Cuando se prepara el terreno para
siembra, estas plantas se podan agregando el follaje al suelo para su
incorporación. Al dejar los tocones, estas plantas rebrotan después y crecen
paralelamente con el cultivo, de manera que el ciclo se repite.
Árboles y arbustos dispersos en potreros.
De manera natural ciertas especies se desarrollan en áreas de pastoreo,
porque en los alrededores existe algún relicto de vegetación climax (tintales), lo
que puede llegar a considerarse como un tipo de sucesión vegetal. Otras
veces, pueden ser plantadas por el productor con la finalidad de hacer algún
tipo de aprovechamiento posterior (autoconsumo, comercialización,
autoabastecimiento) como un excedente de la producción netamente ganadera.
Entre las especies
de importancia principal tenemos: Haematoxilium
campechianum (tinto); Cedrella odorata (cedro); Guazuma ulmifolia
(guacimo); Spondias mombin (jobo); Pithecellobium dulce (chelele); Cordia
alliodora (bojón); Crescentia alata (jícaro); Tabebuia rosae (macuilis);
Mangifera indica (mango); Citrus sp. (cítricos), Byrsonima crassifolia
(nance); Parmentiera dulce (cuajilote); Salix sp. (sauce). Estos sistemas
silvopastoriles son comunes en la región, y los productos que se obtienen son,
entre otros: madera, postes, leña, frutos, artesanías, tinturas, medicina y
sombra.
Cultivos de cobertura y aprovechamiento de forrajes.
En la región el uso de herbáceas leguminosas como cultivos de cobertura es
aún muy incipiente, aún sabiendo los beneficios que su uso trae al suelo y a los
animales, además de disponer de un sin número de especies potenciales
ampliamente conocidas. La mayor utilización la realizan aquellos productores
que se dedican a la producción de maíz, quienes asocian su cultivo con
herbáceas leguminosas buscando controlar en parte las malezas y abonar de
esta manera también el cultivo y prevenir pérdidas de suelo por erosión en
áreas desnudas. Una vez realizada la cosecha del maíz, los productores
permiten la entrada de los animales para consumir todo el excedente vegetal
del área, de manera que el terreno pueda ser “limpiado” con la finalidad de
disminuir los costos de preparación para el siguiente ciclo. Las especies
empleadas en este sistema son: Mucuna pruriens (pica pica manso);
Canavalia ensiformis (frijol de puerco); Clitoria ternatea (zapatito). Algunos
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productores, antes de entrar los animales cosechan la semilla de leguminosas
tratando de asegurar la siembra en el próximo ciclo.
Pastoreo en plantaciones forestales y frutales.
Este tipo de sistema silvopatoril sí se encuentra regularmente desarrollado en
la región, presentándose en asociación con las siguientes plantaciones: Cocus
nucifera (cocotero) en la costa, Mangifera indica (mango), Citrus sp.
(cítricos) y con forestales diversos, tales como: Cedrella odorata (cedro);
Swietenia macrophyla (caoba); Tectona grandis (teca); Eucalyptus
sp.(eucalipto); Hevea brasiliensis (hule); Gmelina arborea (melina); Elaeis
guineensis (palma de aceite). La explotación de este sistema puede ocurrir de
manera planificada, o bien temporalmente bajo situaciones de extrema
necesidad ya sea por la sequía, por inundación o porque el precio del fruto es
tan bajo que no es factible recuperar los costos de la cosecha. Las ventajas
que se pueden obtener bajo este tipo de explotación son: reducir las malezas
que el animal consume, disminuir los riesgos de incendios en plantaciones,
generar un ingreso adicional al sistema agrícola – forestal y la diversificación
del sistema.
Otros sistemas silvopastoriles: barreras vivas y cortinas rompevientos.
Barreras vivas.
Las barreras vivas son una forma de cultivos en callejones desarrollados en
terrenos con pendientes pronunciadas, las que por lo general se presentan en
el sur, oriente y occidente del Estado de Tabasco en los límites con el Estado
de Chiapas. A pesar de todo, no es un sistema generalizado en estas regiones
y solamente lo aplican aquellos productores de maíz con la finalidad de
conservar su terreno protegido de la erosión ocasionada por el agua e
incrementar los aportes de nutrientes al suelo. Entre las especies utilizadas en
barrearas vivas tenemos: Gliricidia sepium y Leucaena sp. Estas barreras se
consideran como un sistema silvopastoril, cuando el follaje de las leguminosas
que la integran se poda y acarrea para ofrecerlo a los animales, o cuando el
espacio intermedio entre barreras lo ocupan forrajeras de corte o pastoreo.
Otras especies potenciales de usar son: Albizia sp.; Bahuinia sp.; Cajanus
cajan; Erythrina sp. y Crotalaria sp.
Cortinas rompevientos.
Estos sistemas están bastante arraigados en la región, aunque de manera
general se emplean para la protección de cultivos agrícolas como: plátano,
papaya, cítricos, mango, cacao, guanábana, etc. En el caso de protección para
el ganado no es común, pero se puede decir que de manera indirecta llegan a
beneficiarse, sobre todo cuando en los alrededores de los potreros donde
pastan los animales se establecen árboles de aprovechamiento forestal, que
funcionan como barreras contra el viento frío y la lluvia. Esta acción, también
evita el efecto desecante del viento sobre los forrajes prolongando la estación
de crecimiento del pasto (OTS, 1992). Entre las especies más usuales
tenemos: Tectona grandis; Gmelina arborea; Cedrella odorata;
Malvaviscus sp.; Eucalyptus sp.; Casuarina sp.; Cocus nucifera; Gliricidia
sepium; Tabebuia rosae; Colubrina sp.
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4. ASPECTOS ECONOMICOS DE UN SISTEMA SILVOPASTORIL.
En términos generales cualquier especie vegetal predominante en este tipo de
sistemas, trae beneficios económicos importantes para el productor sobre todo
sí la utilización de este recurso puede ser comercializado en sus diferentes
presentaciones de acuerdo a su producción, tipo de producto obtenido y en
función de la demanda que el mercado impone.
Así por ejemplo, la madera como uno de los elementos de uso principal del
árbol puede ser aprovechada: en forma aserrada, para construcción, en
viviendas, postes y leña, aunque tampoco se pueden descartar los beneficios
indirectos que la vegetación aporta en la composición y flujo de capital de la
unidad de producción, por medio de algunos de los subproductos como: tintes,
forraje para alimentación alternativa en animales, fertilizantes y abonos,
alimentos para el hombre, fibras, perfumes, medicinas, miel, colorantes,
curtientes, gomas, carbón, resinas, taninos, artesanías, aceites esenciales,
insecticidas, entre otros (Musalem, 1998; Pérez, 1999; Mizrahi et al. 1996,
citado por Jiménez et al. 1997). De la misma manera se puede hacer con la
producción obtenida de los distintos cultivos de frutales, establecidos bajo este
tipo de sistemas silvopastoriles.
Este tipo de aprovechamiento el productor puede hacerlo diferido a través del
tiempo, de acuerdo con sus necesidades pero conforme la demanda y los
precios del mercado le permitan obtener el mayor ingreso, de manera que con
el beneficio logrado alcance a solventar diversos aspectos prioritarios
personales.
5. ASPECTOS ECOLÓGICOS DE UN SISTEMA SILVOPASTORIL.
De manera similar, los aspectos ecológicos tienen también una importancia
sustantiva porque por mucho tiempo, las comunidades del trópico han
dependido del manejo y aprovechamiento de los recursos naturales disponibles
en su región, donde los diferentes sistemas de producción mantienen una
estrecha relación entre el flujo de energía y los ciclos de nutrientes de estos
componentes con la vegetación, por desarrollarse una interdependencia entre
estos agroecosistemas que no le permiten desligarse unos de otros. Por lo
tanto, se requiere identificar los diferentes componentes, las interacciones y los
procesos claves en cada uno de ellos con el objeto de mejorar su manejo bajo
un enfoque de ecología sustentable.
En los trópicos, la biodiversidad ha sido la característica primordial de sus
recursos naturales, aunque en la actualidad el incremento de la población y la
fuerte presión ejercida sobre la tierra, está llevando a un deterioro tal de la
vegetación, el suelo, el agua, la fauna y en general del ambiente, que se hace
necesario recurrir a la implementación práctica de técnicas agroforestales y
silvopastoriles, con la finalidad de detener su destrucción y coadyuvar a la
conservación mediante el manejo sustentable de estos recursos.
En este sentido, el papel que juegan los árboles en el monte y la selva con toda
su biodiversidad en el trópico, es de mucho beneficio en el aspecto ecológico:
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ayudan a mitigar las temperaturas altas en favor de animales y plantas, evitan
la dispersión del polvo, el humo y los contaminantes, protegen a los cultivos y
sus cosechas de vientos fuertes, evitan deslaves en laderas y controlan la
erosión del suelo, funcionan como protección, alimentación y reproducción de
la fauna silvestre, sirven de sombra al ganado, fertilizan y abonan el suelo a
través de la fijación de nitrógeno, con sus raíces recuperan nutrientes y agua
del suelo, facilitan la infiltración del agua de lluvia, amortiguan la velocidad de
caída de las gotas de agua de lluvia al suelo y embellecen el paisaje; pero el
aspecto más importante es que producen el oxígeno que respiramos (Pérez,
1999; Hernández, 1993).
6. ASPECTOS SOCIALES DE UN SISTEMA SILVOPASTORIL.
Un sistema agrícola, desde el punto de vista socioeconómico es sostenible
cuando satisface las necesidades de los productores en términos de:
energéticos (carbón, leña), alimentos (hojas, flores y frutos) y contribuye al
fortalecimiento de los vínculos solidarios entre la comunidad. Por ello, los
árboles en muchas civilizaciones desempeñan además roles culturales,
sociológicos y religiosos (Musalem, 1998).
De manera directa e indirecta, los árboles del monte o la selva proporcionan
empleo por medio de la recolección de un sinnúmero de productos de uso
regional, que a su vez propician un ingreso para “el productor – recolector”
obtenido mediante la comercialización al mercado nacional e internacional de
acuerdo con el producto de que se trate: el chicle, las palmas, el barbasco y
otras utilizadas como atracción del turismo y recreación en parques y jardines
de las ciudades, (Pérez, 1999).
Con el mismo enfoque, los sistemas silvopastoriles influyen para que los
productores se dediquen a la siembra de diferentes cultivos “tradicionales”
utilizados en su alimentación y casi olvidados, al presentarse la oportunidad
de contar con un espacio que se atiende de manera prodiga, y que le permite
dedicarle un tiempo a una actividad de mantenimiento y conservación que en
realidad de forma general beneficia a todas las plantas y al sistema en su
conjunto, sin ser considerado como un trabajo extra o específico. Algunas
especies son: (cebollín); Coriandrum sativum (cilantro); Chenopodium
ambrosioides (epazote); Petroselinum sativum (perejil); Ipomoea batatas
(camote); (chipilín); (chaya); (quelite); Xanthosoma sp (malanga); Bixa
orellana (achiote); (macal); Capsicum annum (chile); Musa sp (plátano);
Carica papaya (papaya); Manihot esculenta (yuca), etc.
Por lo anterior se demuestra que la diversidad de plantas posibles de
incorporarse en un sistema silvopastoril, presentan también una variedad de
usos potenciales “energéticos, comestibles, medicinales, biocidas,
condimentos, ornamentales, etc.”, - todos generadores de ingresos - , que
el hombre en su afán de conocer, investigar y probar, ha logrado socializar con
productores de otras poblaciones enriqueciendo de esta manera su cultura.
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7. ANTECEDENTES EN EL CRUSE – UACH.
En los últimos años, múltiples trabajos se han desarrollado para superar la
contradicción " producción-conservación" e integrar la producción en un
contexto sustentable. La agroforestería como actividad que combina la
agricultura y el recurso forestal en un determinado espacio y/o tiempo es una
de ellas, y en donde los sistemas silvopastoriles o agrosilvopastoriles ofrecen
una opción viable para la producción animal
En diversos foros se han señalado los importantes beneficios que puede
proporcionar la agroforestería pecuaria. Así, esta alternativa puede propiciar
niveles altos de sostenibilidad agronómica (reducción del riesgo debido a
plagas y enfermedades; mayor utilización y mejoramiento del ciclaje de
nutrientes), sostenibilidad económica (diversas fuentes de ingreso),
sostenibilidad social (abastecimiento de diversos productos agropecuarios,
mayores oportunidades de trabajo) y sostenibilidad ecológica (mayor
acumulación de biomasa; mejoramiento del ciclo hidrológico; mayor protección
del suelo; mejoramiento de la fauna y la flora y diversos servicios ambientales,
como la reducción de emisiones de carbono).
Sin embargo, a pesar de haberse encontrado múltiples bondades mediante la
agroforestería, ésta opción no se ha valorado en su justa medida, debido
principalmente a la falta de una política de mayor conciencia que genere
investigación y diversas acciones de adopción de ésta estrategia. En este
sentido, el grupo de profesores de ganadería del CRUSE ha atendido
exitosamente, las demandas de capacitación a productores campesinos
ganaderos de comunidades pertenecientes a la Selva Lacandona y Montes
Azules (firma del acuerdo de Puyacatengo), así como la atención de
productores de la costa de Chiapas en el área de amortiguamiento de la
Reserva de la biosfera el Triunfo y la Sepultura; de la región norte
perteneciente a Palenque y de Ocosingo, Chiapas. Para ello, ha sido necesario
capacitarse en esta temática y poner en práctica módulos demostrativos que
ilustren los sistemas silvopastoriles.
Este cuerpo de académicos, estamos vinculados con una serie de organismos
gubernamentales, como IHN, CONANP, REBITRIU, CI, LEAD, CATIE, y
participamos en las Reuniones Nacionales de Sistemas Agro y Silvopastoriles,
y mas recientemente estamos integrando la Red Mexicana de Agroforestería
Pecuaria, organización que pretende involucrar un conjunto de académicos de
diversas instituciones nacionales (ECOSUR, UACH, UACOL, UNAM, UAM, CP,
y otras), dedicadas a la docencia e investigación en estas temáticas, con la
finalidad de: a) Impulsar el intercambio de información y experiencia entre sus
miembros; b) Implementar acciones de vinculación, investigación y desarrollo
entre académicos; c) Promover acciones de vinculación y capacitación entre
productores campesinos y empresariales, e Instituciones académicas y de
desarrollo y organismos no gubernamentales.
8. CONCLUSIONES.
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Aquí se muestran de manera sintética las característica generales de los
principales sistemas silvopastoriles del trópico húmedo y sus componentes más
importantes, así como la facilidad que en su mayoría tienen para ser
manejados, de manera que todo su potencial pueda ser presentado como una
opción de uso múltiple, que a su vez sea capaz de emplearse bajo
condicionantes de diseño y manejo diversificado, en función de los
componentes e integrantes vegetales y animales.
Es elocuente señalar, que existen conocimientos antiguos y experiencias
recientes que se complementan y demuestran la utilidad que este tipo de
sistemas pueden aportar para la conservación de los recursos naturales
actuales, con el empleo de prácticas sencillas pero muy útiles con miras a
buscar un mejoramiento y mayor eficiencia en el uso de la tierra, en los
términos de la sustentabilidad.
Sin embargo, urge apoyar la investigación de proyectos en sistemas
silvopastoriles con la finalidad de buscar el desarrollo de tecnologías
agropecuarias sustentables. Realizar colectas para la prospección e
identificación de especies vegetales en base al conocimiento local de sus usos
y otros potenciales. Capacitación y asesoría de los diferentes sectores
productivos
(estudiantes,
productores,
profesionales,
políticos
y
gubernamentales), con la finalidad de preparar, fortalecer, apoyar y poner en
práctica las técnicas silvopastoriles. Promover foros y eventos, publicar y
difundir los resultados de la investigación agroforestal a niveles diferenciales,
buscando una verdadera transferencia de tecnología adecuada y efectiva.
Nota: Este trabajo fue financiado por CONABIO y The John D. and
Catherine T. Mac Arthur Foundation (1997).
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