INTRODUCCIÓN Se dice que la noción de Sistema es tan vieja como la filosofía europea. La filosofía y su descendiente, la ciencia, nacieron cuando los primeros griegos aprendieron a encontrar en el mundo empírico un orden intangible y por ende controlable por el pensamiento y la acción racional. La visión Aristotélica fue formulada por este orden. Y la frase Aristotélica Él todo es más que la suma de todas sus partes es la definición del problema básico de los sistemas. Tomando en cuenta la visión de Aristóteles, el presente trabajo se enfoca hacia la aplicación de procedimientos interdisciplinarios para la conjunción de enfoques en la toma de decisiones y desarrollo de los sistemas. Estudios Interdisciplinarios Es fácil limitar la visión de la realidad circundante a una lente o filtro disciplinario. De hecho, tradicionalmente la educación superior había venido promoviendo la formación de mentalidades ingenieriles, administrativas, etc. Nadie puede negar que generalmente un licenciado en derecho ve un mundo económico, social y político diferente al que ve un doctor en medicina, un psicólogo, etc. Lo anterior significa que en tiempos pasados el ambiente ha estado dominado por una fuerza de trabajo profesional de tipo multidisciplinario, es decir, por conjuntos de individuos o grupos expertos en diferentes temas y actividades. De esta manera se han desarrollado grandes empresas, se han resuelto grandes problemas económicos y sociales, y es así como sigue creciendo gran parte del mundo desarrollado actual. Sin embargo, las crecientes crisis regionales, tales como las de energéticos, población y alimentos obligan a aceptar que los recursos no son ilimitados y que inclusive las sociedades más ricas del mundo moderno no solo deben limitar su meta de crecimiento (en el sentido económico), sino de hacer uso más eficiente del mínimo posible de recursos. A nivel de competencia profesional y comercial, cada día se hace más imprescindible la conjunción de puntos de vista disciplinarios que generen técnicas y soluciones más efectivas y permanentes, pues ya no es suficiente lograr soluciones, sino se requieren las mejores soluciones. Esta conjunción de disciplinas debe lograr algo más que la suma directa de diferentes puntos de vista: una nueva visión integral de conjunto que permita obtener realmente más beneficios de los que se esperarían si diversos especialistas realizaran independientemente sus tareas y al final se unieran para presentar los resultados simultáneamente. El traslape de enfoques disciplinarios que se requiere para ello es lo que se llamaría carácter interdisciplinario (y no multidisciplinario) del enfoque de sistemas. Se puede decir que casi cualquier individuo con libertad de pensamiento es un ejecutivo o tomador de decisiones. Es obvio que si no se trata de un individuo, sino de una empresa que consiste no solo de uno o más individuos, sino de una serie de recursos económicos, físicos, etc., la toma de decisiones requiere de un mayor número de consideraciones más complejas. En este caso se dice que el ejecutivo es el gerente, jefe de departamento o director, representado por una persona, pero la realidad no es esta. El ejecutivo de hoy en día requiere de gran precisión en cuanto al tipo de información que recibe, necesita también de un ambiente ecológico propio para su labor (la toma de decisiones, etc.), y todo esto, en conjunto, es lo que se debe definir como el ejecutivo. Nótese la necesidad de aplicar una mentalidad o punto de vista interdisciplinario, pues su problema no es la instalación del sistema contable, la definición de su organización, el diseño de su línea de producción, el control de su personal o cualquier otro problema específico, sino el uso óptimo de todos los recursos a su alcance para la maximización de las utilidades. Esto último implica el control efectivo de una gran variedad de factores de tipo disciplinario. 1 De lo anterior, se deduce que el enfoque de la aplicación de procedimientos interdisciplinarios en los sistemas no es un producto tecnológico de reciente creación, pues cuantos ejecutivos empresarios y del sector público de gran éxito han existido en años pasados. Lo que si es cierto es que la gran mayoría de estos genios han sido intuitivos y sus métodos de razonamiento en gran parte cualitativos y difíciles de sistematizar. A esto se debe que el enfoque de sistemas utilizado por estas personas excepcionales no se podría enseñar en un salón de clases o en un laboratorio técnico; por lo tanto, durante muchos años no hubo posibilidad de poder divulgar las características de este enfoque y las estrategias para su implementación. La necesidad es la fuerza motriz de logro más poderosa que existe y, una vez más, esta fue la que propició el desarrollo de técnicas sistemáticas, ya que la escala y complejidad de los problemas y las organizaciones actuales han sido el principal factor para el fomento de la interdisciplina y la aplicación del enfoque de sistemas. Este enfoque de sistemas representa beneficios concretos para quién toma decisiones, debido a que le permite evaluar y jerarquizar problemas con criterios cuantitativos y sobre bases comunes. Se puede decir que este enfoque, lejos de poder compararse con un enfoque disciplinario en plan de substitución de este, solo tiende a estructurar el uso de una serie de técnicas y herramientas clásicas y algunas nuevas con el propósito de ayudar a quien toma decisiones (sea un individuo o un ejecutivo de una empresa) a satisfacer más eficientemente sus objetivos; y no solo en el sentido económico como a menudo se malinterpreta. Es imperativo estandarizar el concepto representado por el enfoque de sistemas, pues es triste aún ver como un gran número de profesionistas se mantienen al margen de este enfoque porque creen que al hablar de sistemas se implica directamente el uso desmedido de la computadora o de técnicas matemáticas teóricas. Esto ayudaría a un mayor entendimiento y aplicación de los beneficios reales de este concepto, así como también evitaría la distorsión y subestimación de las ventajas y beneficios de los enfoques y métodos clásicos ya comprobados en diferentes disciplinas y usualmente atacados por principiantes fanáticos del enfoque de sistemas. Esta labor de estandarización requiere la divulgación de los aspectos claves de este enfoque (la interdisciplina, la insistencia en criterios cualitativos, la perspectiva integral de los componentes del sistema y sus interacciones, etc.) en los principales centros académicos y áreas profesionales actuales. Sorprendentemente, durante los últimos años esto se ha logrado con mucho entusiasmo en numerosos países en desarrollo (tales como: México, Venezuela, Brasil y Chile), con el liderazgo de sociedades profesionales tales como las de ciencias de computación, ciencias administrativas y otras. Por otra parte, existe el peligro de que una mentalidad interdisciplinaria sin intereses específicos o preferencias de tema, tienda hacia lo que clásicamente se llamaría superficialidad de conocimientos; lo cual sería digno de criticarse severamente con el conocido refrán el que mucho abarca poco aprieta. Sin embargo, la ingeniería de sistema no abarca una visión superficial de las cosas, ni tampoco avoca el trabajo individual en la aplicación del enfoque de sistemas, sino la visión de un grupo de especialistas en varios temas, trabajando en conjunto. Esto último asegura no caer en el problema antes mencionado, pues con los especialistas involucrados se tiene la capacidad de detallar o profundizar en cualquier momento de acuerdo a la jerarquización de áreas−problema y la asignación de prioridades establecidas a través de la perspectiva global del grupo. Lo anterior significa que la ingeniería de sistemas y su enfoque no se pueden definir como una profesión que abarca necesariamente los conocimientos de varias disciplinas tales como administración, economía, computación, ingeniería, leyes, etc.; más bien esto es consecuencia natural de la práctica de la ingeniería de sistemas y el trabajo interdisciplinario que requiere. El cuerpo de conocimientos que define esta tecnología llamada ingeniería de sistemas vendría a ser no solo las contribuciones de las disciplinas clásicas, sino las de las nuevas herramientas y metodología tales como los modelos matemáticos, la computación y el propio concepto de la ínterdisciplina. CONCLUSIONES 2 Se puede concluir con la afirmación, que en todo sistema interactúan diferentes disciplinas para el logro de un sistema ideal, donde la solución no es precisamente resolver un problema, por el contrario es evitar que éste surja. Precisamente de eso se trata la aplicación de procedimientos interdisciplinarios tratados en este trabajo, ya que su implementación facilita la armonía en cualquier sistema, bien sea una empresa o también un sistema natural, en vista de que sea cual sea su complejidad intervienen factores que no comprenden una sola disciplina. BIBLIOGRAFÍA • CHIAVENATO, Idalberto. Introducción a la teoría general de la Administración. Tercera edición. Segunda edición en español. Editorial Mc. Graw Hill. • BERTALANFFY, Ludwig von. Teoría general de sistemas. 1951 • CARDENAS, Miguel. El Enfoque de los Sistemas. Segunda edición. Editorial Limusa, S.A. 1982. 9 3