Enciclopedia Bovina Diarrea viral bovina Enfermedad de las mucosas. Definición Enfermedad viral infecciosa de curso agudo, que se caracteriza por producir hemorragias y erosiones en la mucosas oral, gástrica e intestinal, además de diarrea. Tiene alta morbilidad y baja mortalidad. La enfermedad se originó en EE.UU. Etiología Es una enfermedad viral producida por un Pestivirus de la familia Togaviridae. Este virus presenta antigenicidad cruzada con el virus del cólera porcino. La única especie afectada son los bovinos, aunque se ha observado un padecimiento análogo en venados y búfalos. Aunque son susceptibles bovinos de cualquier edad, su incidencia es mayor en los jóvenes, vacas al final de la gestación, y animales entre ocho meses y dos años de edad. La enfermedad típica suele presentarse en una granja y desaparecer después, lo que hace suponer el desarrollo de inmunidad en la vacada. La enfermedad es más frecuente en invierno, observándose ésta en animales estabulados y en pastoreo. Transmisión La diarrea viral bovina —o enfermedad de las mucosas— se transmite fácilmente por ingestión de material procedente de animales enfermos. En condiciones ordinarias, la propagación se produce por contacto directo (animales enfermos o portadores) e indirecto (por fomites o alimentos contaminados con secreciones, orina, heces, fetos abor- 126 tados y placentas), siendo los visitantes un medio común. La diseminación es muy rápida y en dos o tres días la vacada presenta los signos clínicos. Por lo que toca a la incubación, esta va de 1 a 3 semanas, siendo variable el tiempo de presentación de los signos. Signos clínicos A menudo, la enfermedad se presenta en forma subclínica, pero cuando lo hace en forma clínica, se observa una amplia variedad de signos: fiebre, depresión, salivación (a consecuencia de las úlceras), anorexia, descarga nasal seromucosa, tos y polipnea, dando lugar después a diarreas profusas de olor fétido que pueden contener moco y sangre, esto también a consecuencia de las úlceras en estómago e intestino. En casos agudos, la muerte se presenta en 48 horas. La enfermedad puede durar de 3 a 7 semanas y hasta varios meses de forma intermitente, provocando que el ganado quede anoréxico a consecuencia del daño a las mucosas, de lo que gradualmente se recupera. En algunas ocasiones se puede complicar con infecciones secundarias como necrobacilosis o micosis. En 10% de los casos se presenta cojera, enrojecimiento con inflamación de piel y tejidos subyacentes de la pezuña, cursando frecuentemente con laminitis. En las hembras gestantes produce aborto. Diagnóstico Capítulo 4. Enfermedades de los bovinos Desde el punto de vista clínico, es sumamente difícil establecer diferenciación entre las enfermedades que producen erosiones de la mucosa bucal, aun con la necropsia, ya que se puede confundir con fiebre aftosa o con peste bovina, por ello cobra gran importancia el diagnóstico diferencial. En cuanto al diagnóstico final, este se realiza mediante una prueba de inmunofluorescencia a partir de exudado nasal, sangre, heces, mucosa recolectada durante la necropsia, etcétera, con el objeto de realizar el aislamiento del virus y lograr así su identificación. En este caso, se debe considerar que en ocasiones puede no haber anticuerpos debido a una inmunosupresión o a una incapacidad para producir anticuerpos. Otra prueba útil es la seroneutralización. Es de vital importancia considerar el diagnóstico inicial para tomar medidas inmediatas en caso de sospechar que se trate de un problema más grave. El diagnóstico definitivo debe basarse en la pruebas mencionadas para dar el tratamiento específico o, en su defecto, tomar las medidas de control pertinentes. Diagnóstico diferencial Con estomatitis erosiva, peste bovina, fiebre catarral maligna, fiebre aftosa y lengua azul. Tratamiento No existe un tratamiento específico, pero pueden disminuirse las pérdidas y la duración del periodo de convalecencia mediante terapia de sostén a base de astringentes digestivos y de soluciones parenterales de electrólitos. Prevención y control Se debe vacunar a los terneros de entre 6 y 10 meses de edad y a las vacas no gestantes. Los animales que ya están padeciendo la enfermedad deben ser aislados. Se deben tomar medidas sanitarias efectivas, como es la desinfección de locales, evitar las visitas, eliminar vectores, etcétera. Otras medidas importantes: Lotificar a los animales por edades, vacunar a las hembras en período abierto y a las vaquillas que van por primera vez a servicio. Es importante recordar que la vacunación en hembras gestantes provoca efectos teratogénicos. Existen vacunas vivas e inactivadas: Las vacunas modificadas son peligrosas si se usan en vacas gestantes. A la fecha no se puede especificar con precisión el tipo de vacuna ideal en cualquier circunstancia. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia-UNAM 127