MIRALLES-MAX BILL: PROYECTAR EL INFINITO ETSAB, UPC. España/Spain Bigas, M; Bravo, L. e-mail: [email protected] [email protected] El artículo analiza los procesos de construcción del proyecto seguidos por Enric Miralles. Para ello se han seleccionado ciertos fragmentos vinculados también a la forma de operar de Max Bill, los cuales constituyen un estrato siempre presente en su método de trabajo. En ambos arquitectos, a pesar de las grandes diferencias formales en su obra, las matemáticas y la búsqueda del infinito serán un medio para ensayar múltiples relaciones y combinaciones, para experimentar nuevas posibilidades en el marco de la arquitectura concreta. Los proyectos y obras –no sólo arquitectónicas- de Enric Miralles y Max Bill, nos aparecen, en una primera aproximación, como dos producciones muy distintas – cuando no directamente opuestas- en bastantes aspectos. En Max Bill, podríamos decir que la obra sigue al concepto, a un concepto geométrico o matemático previamente establecido que queda claramente expuesto, subrayada su presencia por cierta austeridad aparentemente racionalista en el sentido clásico –es decir moderno, bauhausiano- del término. Como en una red, los diversos contenidos expuestos se entretejen mostrando cómo Miralles utiliza ciertas técnicas y estrategias destinadas a descubrir las verdaderas condiciones que intervienen en el proyecto y redefinir las variables del contexto de trabajo, alejándolo de estilismos preestablecidos y del control de una mente que elabora sólo lo que ya sabe: la cronología de proyectos, la utilización de modelos orgánicos determinados, el uso de envolventes integrando la diversidad, los juegos de analogías conceptuales y constructivas, la aplicación de conceptos como la deriva situacionista…que le llevarán a plasmar una imagen de mutación constante y a investigar sobre la ambigüedad de los lugares y las zonas intermedias, profundizando en el crecimiento infinito del espacio como en el caso de la espiral de Max Bill. Con el fin de generar una arquitectura más humana, orgánica y vital, diseñará una metodología abierta, flexible e indeterminada. Análoga a la idea de un dinamismo circular presente en su obra construida, a la búsqueda de la constante transformación, esta metodología le llevará a considerar la arquitectura como una sucesión interminable de experimentos. Bajo esta concepción, ambos autores trabajan con un único proyecto que constantemente se rehace singularizándose ante contextos y situaciones específicas. Para Miralles como para Max Bill, lo importante será partir de lo existente alejándose de cualquier sentimiento utópico y utilizando lo cotidiano como vía para suprimir la oposición entre estética y función, entre arte y vida.