LA SANTÍSIMA TRINIDAD - B Vayan por el mundo y hagan discípulos míos bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso. (Antífona de Entrada) Procesión de Entrada 1. Tú, promesa del Padre, Don de Cristo Jesús ven y danos tu fuerza para llevar nuestra cruz. 2. Haz que cada cristiano, bajo tu inspiración, sea testigo de Cristo con la palabra y la acción. 3. Guiados por el Espíritu hacia Cristo Jesús, caminemos con júbilo a la Ciudad de la luz. Liturgia de la Palabra I Lectura: Deuteronomio 4, 32-34. 39-40 Salmo Responsorial: Salmo 32 II Lectura: carta a los cristianos de Roma 8, 14-17 Aclamación antes del Evangelio Versículo: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que vendrá. Aleluya. Evangelio: Mateo 28, 16-20 Aclamación después del Evangelio Credo Niceno-Constantinopolitano Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. Liturgia Eucarística Presentación de los Dones Ven Espíritu Santo, enciende el fuego de tu amor Bendito seas, Señor, por este pan y este vino, que humildes presentamos. Recibe estas ofrendas: son el fruto de la vid y el trigo, y el esfuerzo del hombre. Estos dones serán para nosotros pan de vida y bebida de salvación. Amén Doxología Padrenuestro y aclamación Procesión de Comunión Ven Creador Espíritu Divino Ven Creador Espíritu Divino a visitar las almas de tus fieles Y concede que nuestros corazones se alimenten con dádivas celestes. Eres testigo fiel de los cristianos sublime don de Dios omnipotente, caridad, fuente viva, eterno fuego, que das Vida Divina a nuestras mentes. Con siete dones Tú nos santificas, la voluntad divina nos señalas, Prometido del Padre sempiterno, nos ofreces el don de la Palabra. Con luz divina, aclara los sentidos, infunde amor profundo en nuestros pechos, con tu gracia infinita fortalece la flaqueza carnal en nuestros cuerpos. Envíanos, Señor 1. Para llevar tu mensaje por el mundo, y ser testigos de tu resurrección. 2. Para luchar por el bien y la justicia, para encontrar los caminos de la paz. 3. Para implantar el amor entre los hombres en un abrazo de eterna comunión. Acción de Gracias Alta Trinita beata (Anón. s. XV) Alta Trinità beata, da noi sempre adorata, Trinità gloriosa, unità maravigliosa, Tu sei manna saporosa e tutta desiderosa. Santísima Trinidad por nosotros siempre adorada. Trinidad gloriosa, unidad maravillosa. Tú eres el maná sabroso por todos deseado. Salida Id, amigos Sois la semilla que ha de crecer, sois la estrella que ha de brillar. Sois levadura sois grano de sal, antorcha que debe alumbrar. Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar. Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voz a enviar. Id, amigos, por el mundo anunciando el amor, mensajeros de la Vida, de la Paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi resurrección: id llevando mi presencia, con vosotros estoy. www.corosanclemente.com.ar La Santísima Trinidad (extracto del Catecismo Romano) El conocimiento que la fe nos da sobre Dios difiere mucho del que nos da la razón: ésta nos dá sólo un conocimiento que tiene por única guía a la luz natural de la inteligencia, y que sólo conoce a Dios por sus efectos, pero no como Él es en Sí mismo. En cambio por la fe conocemos estas mismas verdades, y penetramos incluso en los secretos de la vida íntima de Dios, conociéndolo tal como es en Sí mismo, gracias a su Revelación en Jesucristo. Es preciso confesar, ante todo, que Dios es uno solo (I Jn. 5 7.), y que tres son las personas en la divinidad (Mt. 28 19.): en la esencia, la unidad: una misma es la esencia y sustancia de las tres divinas personas, puesto que Dios es uno solo; en las personas, la propiedad: Dios Padre, primera persona de la Trinidad, principio sin principio, contemplándose a Sí mismo engendra al Hijo, segunda persona de la Trinidad, e igual a El; y del mutuo amor de caridad de los dos procede el Espíritu Santo, tercera persona de la Trinidad, que es el vínculo eterno e indisoluble que une al Padre con el Hijo; en la Trinidad, la igualdad: pues la religión católica predica la misma eternidad, la misma majestad de gloria y las mismas perfecciones infinitas en las tres personas, de modo que ninguna de ellas es anterior o posterior a las otras, ni mayor o menor. Considerando que toda obra de Dios es obra de cada una de las Personas divinas, atribuímos al Padre la obra de la Creación, al Hijo la obra de la Redención y el Juicio, y al Espíritu Santo la obra de la Encarnación y la justificación y santificación mediante la Gracia. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. SOLEMNIDADES DEL SEÑOR DURANTE EL TIEMPO ORDINARIO Domingo después de Pentecostés LA SANTÍSIMA TRINIDAD Solemnidad ANTIFONA DE ENTRADA Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso. ORACION COLECTA D ios Padre, que al enviar al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad, revelaste a los hombres tu misterio admirable, concédenos que al profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo. Se dice Credo. ORACION SOBRE LAS OFRENDAS P or la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO: El misterio de la Santísima Trinidad. V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. E n verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola substancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo... ANTIFONA DE LA COMUNION Gál 4, 6 Porque sois hijos de Dios, Dios infundió en vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Padre. ORACION DESPUES DE LA COMUNION Q ue la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor. LECTURAS – Ciclo B 1 El Señor es Dios -allá arriba, en el cielo, y aquí abajo, en la tierra- y no hay otro Lectura del libro del Deuteronomio 4, 32-34. 39-40 Moisés habló al pueblo diciendo: «Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir? ¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos? Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios -allá arriba, en el cielo, y aquí abajo, en la tierra- y no hay otro. Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.» Palabra de Dios. SALMO Sal 32, 4-5. 6 y 9. 18-19. 20 y 22 (R.: 12b) R. ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como herencia! La palabra del Señor es recta y él obra siempre con lealtad; él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R. La palabra del Señor hizo el cielo, y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales; porque él lo dijo, y el mundo existió, él dio una orden, y todo subsiste. R. Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R. Nuestra alma espera en el Señor: él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti. R. 2 Habéis recibido el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios «Abba», es decir «Padre» Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 8, 14-17 Hermanos: Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!, es decir, ¡Padre! El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él. Palabra de Dios. ALELUIA Cf. Apoc 1, 8 Aleluia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que vendrá. Aleluia. EVANGELIO Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20 Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.» Palabra del Señor.