¿Cómo Trasmitir Y Contagiar El Espíritu Empresarial? por: Carlos Cosío “El sentido de trascendencia en la vida profesional y empresarial se adquiere con la capacidad de emprender, la madurez…y el cuestionamiento de lo quieres hacer...”. Howard Stevenson Profesor de Harvard Business School El miércoles 14 de julio asistí por coincidencia a la ceremonia de despedida en la Harvard Business School de un excelente amigo y colega: el profesor Howard H. Stevenson, quien fue invitado por el Presidente de la Universidad de Harvard para ocupar la posición de Senior Associated Provost for Planning and Resources para esta institución, algo así como el CEO de la universidad. Como dicen, “ahora se va del otro lado del río”. Para aquellos que no conocen la Universidad de Harvard, ubicada en la ciudad de Cambridge, Massachussets, E.U.A., está dividida por el río Saint Charles, quedando la escuela de negocios del lado sur y el resto al norte. Fui invitado por la Universidad Complutense de Madrid a un Seminario de Investigación sobre el tema de Competitividad Internacional, Desarrollo Tecnológico e Innovación, en la Business School de la Universidad de Harvard (HBS), cuando la profesora Mary Tripsas, conociendo mi relación con Howard, me informó del evento. El encuentro no pudo ser más afortunado. Como dice el refrán, “más vale llegar a tiempo que ser invitado”. Compartir con un amigo su trayectoria profesional y el reconocimiento que un buen número de profesores, compañeros de trabajo y alumnos, al lado del profesor Kim Clark, Decano de la HBS, hacían a Howard, fue realmente un privilegio y un honor. Howard ha sido un profesor que ha dejado una profunda huella en HBS. Como Clark reconoce: “¡Quién hubiese pensado hace 25 años, cuando Howard dejaba por primera vez la escuela, que volvería para crear la Unidad de Emprendedores, la cual congrega hoy a más de 31 profesores bajo el Arthur Rock Center for Entrepreneurship, constituyendo una de las ramas torales de la escuela de negocios y el área de estudio más popular entre los estudiantes del programa MBA”. El año pasado, 25% de los alumnos del segundo año eligieron cursos electivos en Entrepreneurship. De 1993 a la fecha, el Rock Center –como le dicen coloquialmente–, ha publicado a través de su facultad 384 artículos en revistas de prestigio, 102 libros y 1,231 casos…. La trayectoria de Howard ha sido impresionante, dentro y fuera de la HBS. Tuvo el valor y el coraje para irse cuando sus ideas no fueron comprendidas, pero también la humildad y entrega al trabajo serio y dedicado cuando recibió la invitación del Decano MacArthur para regresar. El Tenure nunca tuvo para él el significado típico de “seguridad y atesoramiento” que suele tener para los profesores en las escuelas americanas. Howard siempre ha sido un hombre arrojado, inspirado en la búsqueda de oportunidades, comprometido con su realización y dispuesto a compartir su pasión por la creación de empresas. Ostenta la cátedra Sarofim-Rock on Entrepreneurship, primera en su tipo en la HBS. También supo desarrollarse en el campo empresarial donde creó, entre otras iniciativas empresariales, el Baupost Group, una firma de manejo de inversiones que gestiona recursos por más de US $4.6 billones. Es autor de varios libros y casos. El último, Just Enough, habla del sentido del éxito en el mundo empresarial, tema que el propio Howard experimentó en carne propia al cuestionarse, hace varios años: “¿Cuál es el sentido del éxito en mi carrera como profesor y en mi trayectoria empresarial?”. El dinero no lo es todo, existen otras dimensiones que debemos cultivar para alcanzar una mayor satisfacción personal. Todavía recuerdo nuestras primeras conversaciones en su casa de Southborough, Mass., cuando buscaba ese sentido profundo de consistencia y trascendencia personal. En su libro habla sobre la necesidad de decidir y encontrar el balance adecuado entre las áreas de desarrollo que define como Happiness, Achievement, Significance y Legacy. El último logro de Howard ha sido recaudar US $500 millones para la HBS. De los cuales, $25 millones fueron para la creación del Arthur Rock Center for Entrepreneurship, cuya misión es: Impulsar el desarrollo de líderes emprendedores, a través de: 1. Promover y apoyar las investigaciones de clase mundial en el campo de desarrollo de nuevos negocios, tanto en el ámbito individual como organizacional. 2. Desarrollar y diseminar las mejores prácticas para enseñar a emprender nuevos negocios y promover la disposición mental para la búsqueda e identificación de oportunidades. 3. Nutrir y apoyar la red de alumnos, en su deseo de identificar oportunidades y emprender su camino empresarial. La Entrepreneurship Unit en la HBS es la segunda unidad en tamaño, entre las 10 que existen en la HBS. Ofrece dos cursos obligatorios durante el primer año en el MBA: The Entreprenurial Manager (TEM) y Creating Modern Capitalism. El TEM ha sido el curso mejor valorado por los alumnos del primer año, en forma consecutiva en los últimos años. En el segundo se ofrecen 19 cursos electivos, un Concurso de Planes de Negocio y, más específicamente a través del Rock Center, apoyo económico a estudiantes en su trabajo de verano, entre el primero y segundo año del MBA, para que trabajen con compañías emprendedoras, las cuales seguramente no podrían pagar esos sueldos. Más aún, el programa toma una visión interdisciplinaria, desde la perspectiva emprendedora del director general, creando una sólida base, aun para aquellos que no planean incursionar en una carrera emprendedora. Históricamente, cerca del 40% de los graduados en HBS lo hacen en algún momento en su vida empresarial. En mi experiencia de más de 25 años en la consultoría a emprendedores y a empresas corporativa en el campo de Nuevas Iniciativas Empresariales y, los más de 26 impartiendo el curso de Desarrollo de Nuevos Negocios en México, primero en el IPADE y ahora en el ITAM, en los programas de Maestría y de Alta Dirección, me permiten afirmar que el empresario y/o director emprendedor no sólo nace, también se hace. La capacidad de emprender –el “Espíritu Emprendedor”, como lo bauticé en un artículo conjunto con el entonces alumno mío en el Master en Dirección de Empresas del IPADE y actual socio en CEDEM, el Lic. Carlos Dumois–, puede ser infundido, promovido, desarrollado, encauzado, sistematizado, condensado, aprendido y trasmitido como un valor empresarial y familiar. La empresa corporativa necesita desarrollar y alentar el perfil emprendedor de sus directivos. La mayoría no sólo no ha practicado esta faceta de su vida profesional, incluso la ha olvidado. No se requería. Hoy, por el contrario, las empresas claman por tener directivos con capacidad de arrojo, visionarios, dispuestos a tomar riesgos y emprender la cruzada de la búsqueda de oportunidades. En una frase, la “Mejora Continua”, basada en la gestión de los recursos, ha dado sus frutos, ahora necesitamos orientarnos a la “Mejora Discontinua”, basada en la gestión de oportunidades que nos lleva a encontrar nuevas fórmulas de negocio: ¿Dónde están las mejores oportunidades para la empresa? ¿Qué es una oportunidad? ¿Cómo identifico las oportunidades?¿Qué elementos la constituyen? ¿Existe algún proceso para crear, acechar, aproximar o cultivar las oportunidades? ¿Cuáles son los elementos críticos que definen una oportunidad? ¿Cómo las concretamos y hacemos realidad? ¿Cómo desarrollo un equipo con capacidad emprendedora, capaz de contagiar a la organización? El tema no es fácil, pero hay que afrontarlo sí queremos transformar nuestra organización. En el caso del emprendedor independiente, la situación es similar. La querencia personal debe ser definida. ¿Qué significa emprender? ¿Dónde esta mi oportunidad? ¿Cuáles son mis talentos? ¿Cuál es el mejor momento para emprender? ¿Cómo debo prepararme y preparar a los que me rodean para afrontar el reto de emprender? ¿El empresario nace o se hace? ¿Tengo madera de empresario? ¿Dónde puedo encontrar medios de formación que me permitan prepararme? En el espectro académico, la experiencia es más prometedora... De 1976 a 1992 –que dirigí el Curso de Nuevos Negocios en el MBA –, se han creado más de 600 empresas, y el número de puestos de trabajo se ha multiplicado. Todavía recuerdo una estadística acerca de los graduados de la Maestría en Dirección de Empresas: la investigación tenía por objeto conocer el impacto en la creación de puestos de trabajo a tres años de haber egresado del programa. Los resultados fueron: un ex alumno contratado por una empresa mediana y / o grande genera entre cuatro y cinco puestos de trabajo alrededor suyo, mientras que aquél que crea un negocio nuevo genera, en el mismo plazo, entre 26 y 27 puestos. La experiencia corporativa no es menos significativa. Aquellas compañías que han logrado promover el cambio en el mind set de sus directivos para infundirles la capacidad de arrojo, de cambiar el paradigma en que dirigen para orientarse a la dirección basada en la oportunidad, en lugar de la dirección en los recursos, han encontrado nuevas canchas de juego, novedosos retos para sus directores, nuevas y mayores satisfacciones y un sentido de logro y trascendencia empresarial dignas de un verdadero viraje estratégico. Para nosotros en el ITAM, el tema de Desarrollo de Nuevos Negocios es un aspecto fundamental para un país ávido de fuentes de trabajo.