RECURSO DE AMPARO. RUTH SOLANO VAZQUEZ y otros contra MINISTERIO DEL AMBIENTE Y ENERGIA. Exp. No. 00-000543-007-CO Señores Magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.La que suscribe, RUTH SOLANO VAZQUEZ, de calidades en autos a Uds. conocidas, en mi carácter de Apoderada Especial Judicial de la “ASOCIACIÓN JUSTICIA PARA LA NATURALEZA”, a Uds. con todo respeto manifiesto: En relación a la contestación al Recurso de Amparo presentado por la suscrita, así como por miembros de otras organizaciones, es preciso hacer ver a los honorables señores Magistrados (as) que el representante del Gobierno afirma que lo que estamos diciendo es cierto, y sólo se limita a aclarar algunos aspectos. Por carecer de importancia no nos referiremos a los hechos primero, segundo y tercero. 1) Con respecto al hecho cuarto es importante hacer notar que se afirma que la SETENA aprueba el Estudio de Impacto Ambiental, pero no hacen referencia a que en ningún momento previo a la presentación de este Estudio, ni posterior a él, el gobierno respetara la obligación que adquirió en los Convenios y Tratados, al firmarlos y ratificarlos (DECLARACIÓN DE RIO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO, CONVENIO 169 DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT), entre otros, en el sentido de dar una participación a las poblaciones y grupos afectados previo a que el Consejo Técnico de Hidrocarburos recomendara al Poder Ejecutivo la suscripción del Contrato respectivo. Que tanto el Consejo Técnico previo a la presentación del Estudio de Impacto Ambiental, como lo SETENA, debieron haber enviado no sólo un comunicado a las municipalidades, que en este caso no era solo una (ya que tomaron en cuenta sólo a la Municipalidad de Limón), ignorando a la Municipalidad de Talamanca que también se verá afectada; sino que era obligación comunicar a otros organismos interesados, tal y como lo establece la Ley Orgánica del Ambiente en sus artículos 6 y siguientes y concordantes, como por ejemplo el Consejo Regional Ambiental, del Area de Conservación La Amistad Caribe. Pero omitieron hacer referencia a estos entes y organismos, en una forma clara, veraz y oportuna acerca de lo que estaba sucediendo, y por lo tanto violaron no sólo la Ley Orgánica del Ambiente, sino la relación de este artículo con la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y el Convenio 169, entre otros, que hablan de la participación ciudadana. El Gobierno de Costa Rica, a través del MINAE, no puede escudarse hoy en que la participación ciudadana consista sólo en enviar un simple comunicado, para que sea la Municipalidad la que supuestamente se encargue en un tiempo récord (ya que enviaron el comunicado en diciembre, cuando vienen las fiestas de Navidad), y cuando era difícil o imposible convocar a organizaciones y comunidades interesadas. 2) Con respecto al hecho quinto, es preciso indicar que el Consejo Técnico de Hidrocarburos violó nuestro ordenamiento jurídico al igual que lo hizo la SETENA, al aprobar el Estudio de Impacto Ambiental y recomendar la suscripción del contrato. 3) En el hecho sétimo se admite por parte del representante del Estado que es cierto, y vuelven a cometer el mismo grave error de apreciación y violación a nuestro ordenamiento jurídico, en el sentido de que la Ley de Hidrocarburos no establece ningún proceso de consulta popular. De acuerdo a lo anterior el Gobierno se olvida que el ordenamiento jurídico es un todo, y que implica que se tiene que tener conocimiento, de acuerdo al principio de legalidad, artículo 7 y siguientes de la Ley General de la Administración Pública, de que el Gobierno está obligado a respetar todas las otras regulaciones en los tratados que ha ratificado, y en todas las leyes y obligaciones que el Gobierno ha adquirido. En este mismo hecho otro error fundamental es afirmar que la Municipalidad va a fomentar la organización activa y organizada, cuando sólo se citó a una de las Municipalidades afectadas. Nótese que existe un pronunciamiento de la Municipalidad de Talamanca, donde se dice que nunca fueron citados, a pesar de que se ven directamente afectados por la forma natural y científica que los fenómenos naturales suceden, y que se producirán al afectarles las actividades de exploración y posible futura explotación, las aguas y por la amenaza que estas actividades representan para las actividades turísticas en esta región, donde el volumen de turistas es numeroso. En este mismo hecho al hacer referencia al Reglamento sobre Procedimientos de SETENA, es importante destacar que no existe en el expediente administrativo un solo fundamento técnico, científico, claro, preciso y adecuado del porqué la SETENA decidió prescindir de la audiencia. De conformidad con los artículos 132 y 133 de la Ley General de la Administración Pública, la SETENA debía tener un motivo y un contenido acerca del porqué prescindía de la audiencia. Por lo tanto, al no existir un fundamento técnico, lógico, científico del porqué se prescindió de esta audiencia, se produce una nulidad. Esta nulidad se ve reforzada en el presente caso por el hecho de tratarse de una actividad como la petrolera, que tiene como posible amenaza la explotación petrolera, que hace que la SETENA, por las implicaciones de alto riesgo que la actividad conlleva, se viera en la obligación de convocar la audiencia establecida en el Reglamento sobre Procedimientos de SETENA, respetando las obligaciones adquiridas por el Gobierno costarricense, en los tratados y convenios citados. Es importante destacar que una cosa es dar contestación a inquietudes, y otra muy diferente, como ya lo ha dicho esta Sala en su jurisprudencia, es la información sea adecuada y veraz, y en el presente caso creemos que no ha sido adecuada ni veraz. Por qué? Como lo hemos manifestado anteriormente, existen acuerdos tomados por la SETENA en que no existe fundamento científico ni técnico suficiente, adecuado y veraz que nos permita tener claro el porqué tomó esos acuerdos, violando, como hemos dicho, el artículo 46 de la Constitución Política, que dicho sea de paso no es cierto que dicho artículo se refiera, como lo dice el estimable colega del Estado, a cuestiones sobre monopolios, pues le recordamos que existe una reforma a este artículo del año 1996, la cual procedemos a transcribir infra, en que se introduce como un derecho fundamental el derecho a la información. “Articulo 46.-... Los consumidores y usuarios tienen derecho a la protección de su salud, ambiente, seguridad e intereses económicos; A RECIBIR INFORMACIÓN ADECUADA Y VERAZ, a la libertad de elección y a un trato equitativo...” Siempre referido a este mismo hecho, nótese que en el mismo el representante del MINAE afirma que al señor Marco Machore Levy, en su condición de Presidente de la Asociación Ecologista Limonense Ser y Conservar, se le dio contestación a inquietudes que él manifestó sobre el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa MKJ XPLORATIONS INC., Sucursal Costa Rica. Sin embargo, como lo demuestro con la declaración jurada adjunta, ni el señor Machore en su carácter personal ni en su carácter de representante de la organización citada, fueron nunca convocados para informarles y consultarles, ni por parte de ninguna dependencia del MINAE o de la SETENA, acerca de los proyectos petroleros en el sector Caribe Sur de la provincia de Limón, de previo al otorgamiento de la concesión, lo cual refleja la ausencia de mecanismos de convocatoria para conocer los proyectos indicados. Respecto a la contestación sobre las inquietudes que él formulara en relación al Estudio de Impacto Ambiental, la respuesta recibida es que se presentara a consultar el expediente. No creemos que con esta simple respuesta el gobierno costarricense esté cumpliendo con el principio de participación ciudadana amplia, y mucho menos que cumpla con brindar un proceso de información oportuna, amplia y veraz, por lo que reiteramos la violación a los Tratados Internacionales suscritos por nuestro país, y que consagran estos principios. También aportamos copia de la carta suscrita por el Presbítero Gerardo Vargas Varela de Siquirres, coordinador del Foro Emaus, en el cual protesta por manifestaciones de representantes del gobierno, en las cuales se quiso hacer ver que el Foro había participado y avalado el proyecto en una consulta sobre el asunto realizada en Limón, situación que tampoco es cierta. Por otra parte, el Comité Regional Ambiental del Area de Conservación Amistad Caribe, nunca fue informado acerca de ninguno de los trámites que se dieron respecto a la concesión del proyecto de exploración petrolera a favor de la empresa MKJ XPLORATION INC., Sucursal Costa Rica, ni se les puso en conocimiento del Estudio de Impacto Ambiental que esta empresa presentó para su aprobación ante la SETENA. Lo anterior pese a que este Consejo está facultado por ley para conocer de estos asuntos (artículo 8 de la Ley Orgánica del Ambiente). A estos efectos aportamos oficio Cra-06 de fecha 1 de marzo del año en curso, dirigido por el Presidente del Consejo Regional Ambiental, señor George Brown, a la señora Ministra del Ambiente y Energía, Licda. Elizabeth Odio Benito, en el cual manifiestan su disconformidad con la forma en que el MINAE ha tratado este asunto, y asume el conocimiento de este asunto como parte de su agenda, y se instituye en un órgano de consulta vinculante en todos los trámites y acciones que el MINAE o cualquier otro órgano del Estado realice con respecto a dicha actividad petrolera. Podrán notar los Honorables señores Magistrados que la respuesta que brinda el representante del Ministerio del Ambiente y Energía no logra desvirtuar en ningún momento las violaciones constitucionales que los recurrentes hemos alegado en nuestro Recurso de Amparo. Por el contrario, han incurrido en una serie de afirmaciones alejadas de la verdad, que pretenden justificar lo injustificable que es la reticencia del gobierno a suministrar información a las comunidades afectadas, a permitirles una participación activa, y a negar la realidad de un proyecto cuyas consecuencias podrán traer a las comunidades, a la salud de sus habitantes, a sus actividades de índole económica, al medio ambiente una serie de daños irreparables, a los cuales el gobierno costarricense no les ha prestado toda la importancia y trascendencia que tienen. Una vez más, solicitamos a los Honorables señores Magistrados declarar con lugar el presente recurso de amparo, en virtud de las violaciones constitucionales que hemos alegado. San José, 14 de marzo del 2000 F. Lic. Ruth Solano Vázquez