Megatendencias: repensar el futuro Desde los inicios de los tiempos los pueblos siempre han querido adivinar el futuro a nivel de grupo y en lo individual acuden para saber su destino. Sin embargo, existen ya varias metodologías que permiten un diseño del futuro y que se reducen a una palabra: prospectiva y su fruto más sobresaliente: megatendencias. Por Ignacio Rodríguez Z. Las tragedias griegas tienen como tema recurrente los esfuerzos que hace el hombre para escapar de su destino y el papel que juegan os oráculos en describir esos proyectos de quien los consulta. El más famoso de esos fue el de Delfos, ciudad en donde estaba el templo de Apolo. Las megatendencias indican en qué dirección se mueve el país y el mundo y ayudan a comprender el presente, pero también permiten construir el futuro. Edipo estaba condenado a matar a su padre y casarse con su madre. Aquiles era mortal porque su talón no fue mojado en la laguna de Estigia, que le concedía la inmortalidad, ya que su madre. Tetis, lo sostenía de esa parte al sumergirlo. Es el personaje principal de la Iliada de Homero. Esto sucedía 300 ó 400 años antes de Cristo, pero hablar de conocer el futuro en pleno Siglo XXI, parecería volver a esos tiempos. Por esto resulta sorprendente el éxito que tuvo “Diálogo de Alto Nivel, Los Futuros del Mundo, Alternativas para México” organizado por la World Future Society Capítulo Mexicano, presidido por Julio Millán, que se efectuó en la ciudad de México del 5 al 7 de noviembre del año pasado. Para los escépticos, hay que señalar que hubo seis cursos en donde se abordaron distintas metodologías para hacer prospectiva. El primero: “Cómo construir futuros, impartido por Tomás Mirlos, pionero en México de estos estudios, quien expuso que la prospectiva se sostiene en tres estrategias esenciales: la visión de largo plazo, su cobertura holística y el consensuamiento. El segundo: “Los futuros del mundo”. Un ejercicio Delfos entre líderes de la prospectiva, dictado por Enric Bas, futurólogo de tercera generación de España. El tercero: “Herramientas para explorar futuros”, expuesto por Wendy L. Schultz, profesora de prospectiva de la Universidad de Houston en Clear Lake, EUA, quien ofreció una panorámica de los métodos y herramientas y del uso adecuado de cada una de ellas. Por último, Graham T.T. monitor, Vicepresidente y Consejero Legal de la World Future Society,EUA, habló sobre “El arte de la prospectiva”. La prospectiva Como lo señalara, Julio Millán, “si queremos mejorar el presente, debemos construir el futuro. Pensar a largo plazo, no es otra cosa que saber a dónde llegar. Para ello, es fundamental que un país como México tenga un proyecto sólido y claro de los objetivos que queremos alcanzar, porque esa será la única manera de poder reducir la incertidumbre, potenciar el conocimiento y motivar el logro”. Para esto es indispensable utilizar la prospectiva. Pero, ¿qué es esto? Agustín Merello, investigador argentino, la explica así: “La prospectiva consiste en atraer y concentrar la atención sobre el futuro, imaginándolo a partir de éste y no del presente. La prospectiva no busca adivinar el futuro, sino que pretende construirlo. Así anticipa la configuración de un futuro deseable, luego desde ese futuro imaginado, reflexiona sobre el presente con el fin de insertarse mejor en la situación real, para actuar más eficazmente y orientar nuestro desenvolvimiento hacia ese futuro objetivado como deseable”. Esto incluye necesariamente la aplicación de la teoría de escenarios, en donde se proyectan los posibles y los deseables, pero también los totalmente negativos. Megatendencias Las megatendencias indican en qué dirección se mueve el país y el mundo y ayudan a comprender el presente, pero también permiten construir el futuro. La divulgación más conocida en español se la debemos a John Naisbitt con sus libros de megatendencias en donde ha descrito para cada década la más sobresalientes y que llama la atención sobre las del Siglo XXI que se reducen a una palabra: Asia. La mayoría de ellas se han dado y otras, se están implementando y en un mundo globalizado en donde México se halla inmerso, entre otras cosas, por los tratados de libre comercio firmados, no puede permanecer ajeno.