Sentando bases para un periodismo de calidad. Por: Aylin Vergara Chen Fotos: José Jiménez El Panamá América – Revista 7 Periodistas deben enfrentarse a retos diarios como el de exigir salarios dignos Prefiere ser llamado Javier Darío, sin títulos. Comenzó su exposición bromeando sobre su edad, la sordera que lo aqueja y la comodidad que siente frente a un público mayormente femenino. Este personaje que de seguro ha enfrentado tantos conflictos éticos como premios ha recibido, es el periodista colombiano Javier Darío Restrepo, quien ha ejercido la profesión por más de 47 años y es el actual Defensor del Lector del Diario El Colombiano. Hizo un preámbulo para dar inicio al seminario taller “Retos Éticos del Siglo XXI”, organizado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP), comentando como este mundo convulsionado por el terrorismo, la corrupción y una aguda crisis económica, necesita una nueva clase de periodistas, que no sólo busque notas para elevar la circulación, sino que sea consciente de la responsabilidad que tiene en sus manos. Y es que para Restrepo, desde aquel 11 de septiembre, que para algunos historiadores marca el inicio del nuevo milenio, comienzan a aparecer todas las características que tendrá este siglo, que sumadas unas a otras nos vienen a dar una imagen de cómo tiene que ser el periodista. El experto en ética periodística reconoce la importancia del Periodismo a la hora de crear conciencia entre los lectores, no sólo reflejando lo que pasó sino explicando los hechos. Retos para los periodistas Ubicar, titular, editar...Los periodistas tienen el poder de lograr un cambio. Pero ¿cómo? “Las palabras pueden neutralizar el poder de las bombas”, dijo Restrepo poniendo como ejemplo el tratamiento de una nota sobre algún ataque terrorista. Esta información puede ser manejada de forma tal que se evite ayudar al propio terrorista, pues su único deseo es sembrar pánico, desesperanza y desconfianza, así como darse publicidad. “No debemos contar las cosas a través de los sentidos sino a través de la inteligencia. Es más laborioso encontrar lo positivo que lo negativo”, agregó Restrepo. Transformar realidades, entrar en la conciencia de la gente, guiar, educar y sobre todo proponer soluciones a cada problema, son algunas de las premisas que deben cumplir los periodistas para evitar brindar al lector informaciones incompletas. Así lo plantean corrientes como el Periodismo de Precisión, Periodismo Cívico y Periodismo de Servicio, que se establecen con fuerza en los medios de comunicación a nivel mundial. Ética... ¿un sueño imposible? Según Restrepo, definir qué es ético es como agarrar el agua con las manos. Sin embargo, podemos comprender su magnitud viendo la ética como una utopía, como un ideal que hace que la vida tenga sentido, pues nos lleva todos los días a buscar la excelencia. Comentó que la ética no es un asunto de libros, sino de aquella sabiduría que sólo se lograr adquirir con la experiencia. Dignifica, hace más apasionante nuestro trabajo y nos impide ver que se ha llegado a la cumbre de la profesión. En cuanto a la ética en el Periodismo, Restrepo dijo que es el alma de la técnica, pues es imposible tener un periodista que maneje la técnica pero que no tenga ética. Así como el periodista vive en función de otros, siempre debe evitar caer en un ejercicio rutinario de su labor, pues en la renovación prevalece la ética y la profesión sólo se estanca para las personas mediocres. De la misma forma, los periodistas están obligados a rehusar ponerse al servicio de una causa política o estar cerca del poder, porque se restringirá su libertad. Su única meta deber ser buscar siempre su independencia que lo hará ganar credibilidad. Restrepo corroboró el hecho de que los problemas de dinero limitan al periodista. Pero esta situación, en lugar de corromperlos, debe ser un impulso para que exijan salarios dignos y eso sí tienen que comprender que esta profesión “los condena a vivir en austeridad”. Toda esta teoría debe intentar hacerse práctica. Así lo sugirió Javier Darío al finalizar el taller esa tarde, dando ánimos a los periodistas para seguir luchando por sus principios, aunque el panorama cambiara al llegar a la sala de redacción.