Corrupción causa más daño económico que el terrorismo, Restrepo ..................................... Magaly Rocío Montilla El Panamá América La corrupción es el flagelo más grande que afecta a las sociedades latinoamericanas y es más "perverso" porque la población se ha acostumbrado a su práctica, por lo que combatirla constituye uno de los mayores retos del periodista del siglo XXI, aseguró el actual defensor del lector del diario El El destacado periodista colombiano, Colombiano, Javier Darío Restrepo. Javier Darío Restrepo, fue el expositor de un taller dirigido a comunicadores panameños. Para Restrepo, quien ha ejercido el periodismo por más de 47 años y fue expositor en el reciente taller "Retos Eticos del Siglo XXI, organizado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP), la corrupción está causando más daño económico que el propio terrorismo. Por tanto, la corrupción es el gravamen más dañino y más injusto que se le puede imponer a una población, porque se sabe que "todo lo que unos se roban, otros lo tienen que reponer con el pago de impuesto". Citó como ejemplo el caso de Colombia, su país natal, donde la corrupción ha hecho más daño económico que el terrorismo que surgió en ese país en el año de 1948. Según Restrepo, la legitimación de la corrupción tiene distintos dogmas y uno de ellos es que "el que no roba, es porque es bobo" y la población no quiere parecer como tal, por consiguiente contribuye con el robo o lo legitima. Es allí, donde el periodista debe ser creador de conciencia, manteniendo una posición de independencia frente al poder de los corruptos, quienes amenazan porque "siempre necesitan silencio". Dijo que cuando un corrupto necesita silencio lo impone a través de amenazas o lo compra, y todo eso repercute en el periodista. Hablando de terrorismo, Restrepo anotó que este constituye otro desafío para los periodistas de este centenario. El terrorismo se ha ido refinando y ha ido minando la conciencia de la humanidad. Se usa como arma política y se trata de legitimar por los efectos que produce políticamente. Ante esta realidad "no podemos ser indiferentes", porque "acabaremos siendo utilizados por los terroristas". Ante el recrudecimiento del terrorismo, el periodista está llamado a afinar las técnicas del periodismo, "dotando mentalmente a la gente de instrumentos" contra este flagelo. Catedrático universitario y experto en ética periodística, tema sobre el que ha escrito unas catorce obras, Restrepo considera a la crisis política existente en casi todos los países del continente, donde la clase política es señalada como incapaz de enfrentar los problemas y, peor aún, como autora de su agravamiento, como otro desafío a enfrentar. El periodista heredó una cierta predisposición de estar al servicio de grupos políticos. Por ello, llegó el momento de preguntarse "¿a quién le sirvo?", aceptando que en esta centuria no va a ser aceptado ese periodista al servicio de una causa política o de un político en particular. A juicio de Restrepo, estas situaciones crean una mentalidad de violencia en la sociedad, que se erige como el cuarto reto a sumir. Subrayó que los sucesos que ocupan los primeros titulares en los medios de comunicación social, son los de violencia. Ante esta realidad, el periodista deberá preguntarse si va a convirtirse inconscientemente en un factor multiplicador de violencia o de sus efectos, como es el "acostumbramiento a la muerte". Como consecuencia de todo lo anterior, explicó Restrepo, se impone también el reto frente a la crisis económica. El periodista económico del siglo pasado, sostuvo, se acostumbró a recoger cifras, a divulgar los resultados de las grandes empresas, pero se volvió "sordo y ciego" frente a la injusticia en la distribución de la riqueza y frente a las víctimas de esa mala repartición. Ante el agravamiento de las cifras de pobreza, que se refleja en la situación de miseria en la que vive la mayor parte del continente, el profesional no podrá seguir contando lo que hacen aquellos que reciben millones de dólares o los que están manejando grandes capitales. Para Restrepo, ganador de diversos premios periodísticos, las otras dos importantes retos surgen de situaciones coyunturales, como la crisis ecológica y los problemas que surgen de la bioética y del desarrollo científico, que cada vez más cuestionan el valor de la vida y del ser humano. Según el experto, ganador del Premio Latinoamericano a la Etica Periodista otorgado por el CELAP, son "hartos" los retos planteados por el siglo XXI, los que están indicando que no puede ser periodista cualquier clase de persona. No está permitida la improvisación del profesional. Antes estos retos, reconoció, aparece la necesidad de que el periodista posea, entre sus valores fundamentales, independenciay que comprenda "el poder que como tal poseemos", pues en la actualidad "nos pasa" lo que a los usuarios de la computadora: "usan de ella lo que tiene de máquina de escribir, es decir, utilizamos un 2% de su capacidad". Hasta ahora los periodistas "hemos estado usando un bajísimo porcentaje de nuestro poder", expresó. ¿PERIODISMO ÉTICO? Para Restrepo, los periodistas están empezando a comprender la necesidad de un periodismo ético. Recordó que hace 25 ó 30 años, cuando comenzó a hablar del tema, este se consideraba como de quinto o sexto lugar. Sin embargo, ahora, las reuniones y foros giran alrededor de lo ético, lo que quiere decir que el tema ha ganado estatus dentro de la agenda de los periodistas. En ese sentido, aclaró que los códigos de éticas son guías, que no se pueden tomar como reglamento o imponer autoritariamente en un contrato de trabajo. Recurriendo al recurso de la metáfora, Restrepo reiteró que los códigos de éticas son guías que se consultan tal como lo hace el navegante con la brújula: para mantener el rumbo correcto o cuando sospecha que está tomando el camino incorrecto. "Lo mismo te indica el Código, el rumbo correcto", concluyó.