LOS PRODUCTOS NATURALES COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN DE NUEVOS MEDICAMENTOS Teresa Martín López Los productos naturales constituyen un importante material de partida para la obtención de nuevas e interesantes moléculas; sin embargo, sólo un número limitado de ellos encuentran aplicación en terapéutica, a pesar de que muchos de ellos muestren inicialmente prometedoras acciones farmacológicas. En los últimos años se ha llevado a cabo una intensa búsqueda de nuevas sustancias activas con aplicación terapéutica en procesos neoplásicos e infecciones virales, habida cuenta de la lucha que tiene establecida el hombre contra el cáncer y el SIDA. Hay que destacar, por tanto, el valioso papel que han desempeñado y continúan desempeñando los productos naturales en el descubrimiento de nuevos fármacos útiles en numerosas patologías, particularmente en las antes mencionadas. En ocasiones, los constituyentes de las plantas pueden ser empleados directamente como agentes terapéuticos. Otras veces, esas moléculas son susceptibles de ser modificadas químicamente para mejorar su comportamiento: intensificar su efecto, hacerlo más selectivo, evitar reacciones adversas, etc. Durante años se han utilizado en clínica numerosos productos naturales de origen microbiano con un importante potencial terapéutico. Entre otros ejemplos podemos citar las estatinas, la equinocandina caspofungina o los inmunosupresores sirolimus y tacrolimus. Algunos productos del metabolismo secundario de organismos marinos, así como sus derivados semisintéticos, han demostrado interesantes propiedades antitumorales (briostatina, aplidina o trabectedina) ó antiinflamatorias (monoalido, avarol) encontrándose muchos de ellos en distintas fases clínicas de desarrollo. Por todo lo anteriormente expuesto, podemos concluir que contrariamente a la utilización de la repetida frase: “El futuro ha llegado”; en el desarrollo de nuevas sustancias farmacológicamente activas, es posible afirmar que el futuro todavía no está ante nosotros. 1