Entrevista de Alain Lamassoure, ex ministro, eurodiputado PPE

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Entrevista de Alain Lamassoure, ex ministro, eurodiputado PPE-DE, secretario nacional
de la UMP para Europa, publicada en “La Vanguardia”, el 21 de Julio 2008
GEMMA SAURA - ENTREVISTA XAVIER GÓMEZ
Ministro delegado para Asuntos Europeos (1993-1995) y veterano eurodiputado de la UMP
(fue elegido por primera vez en 1989), Alain Lamassoure está muy bregado en ese camino
lleno de obstáculos que es la integración europea. Tras el batacazo de la Constitución, fue
uno de los negociadores del tratado de Lisboa. Hoy, tras el no irlandés y cuando todos los
ojos están puestos sobre Francia, que ejerce la presidencia europea, insiste en que la UE no
puede renunciar a Lisboa.
¿El no irlandés ha cogido a la UE tan desprevenida como parece? ¿Ha faltado previsión?
La verdad es que ha sido una sorpresa. En Lisboa hubo un pacto para que el nuevo tratado se
sometiera a ratificación parlamentaria en todos los países. Los irlandeses dijeron que su
Constitución les obligaba a celebrar un referéndum pero nos prometieron que no habría
problemas, que había una gran aceptación y que sería sólo una formalidad. Así que,
sinceramente, no nos preocupamos. Hasta que estalló la crisis política irlandesa, que se unió a
la crisis económica y financiera.
¿Repetir el referéndum es serio desde un punto de vista democrático?
¿Por qué no? De entrada, es una situación que los irlandeses ya conocen, pues en el 2002
votaron una segunda vez tras rechazar el tratado de Niza. Lo que tenemos que hacer es
identificar sus miedos y tranquilizarles. De manera que no les hagamos dos veces la misma
pregunta. Los euroescépticos nos acusan de evitar los referendos y de que, que cuando nos
dicen que no, los repetimos hasta que nos dicen que sí. No es cierto. Cada vez que nos han
dicho que no –Dinamarca, Irlanda, Francia, Holanda...– hemos tenido en cuenta la opinión de
los ciudadanos y hemos satisfecho sus demandas.
¿Es inimaginable llegar al 2010 con Niza?
Como eurodiputado, no me imagino cómo hacer campaña europea si Lisboa no se aplica. No
podemos pedir a los ciudadanos que nos voten si Europa no tiene poder ejecutivo, si el
Parlamento no tiene poder, si el órgano motor es una Comisión formado por funcionarios. El
sistema debe ser democrático, eso es lo que aporta Lisboa. Quedarnos con Niza es la parálisis.
La mayoría por unanimidad no nos permite avanzar en temas cruciales como inmigración,
energía, medio ambiente... Pero además, con un sistema que no interesa a los ciudadanos. Nos
quedamos atrapados en un círculo vicioso: los ciudadanos están insatisfechos porque no
tienen influencia, pero rechazan por referéndum solucionar el problema. Debemos curar a este
enfermo que rechaza su medicina.
Usted alaba la visión europea de Sarkozy, pero la presencia de euroescépticos en su círculo
estrecho despierta recelos.
Muchos, también en Francia, cuestionamos la profundidad del sentimiento europeo de Nicolas
Sarkozy. Hoy las dudas han quedado disipadas. Sarkozy es el primer presidente de la
República francesa que se ha apoyado sobre la Comisión y el Parlamento Europeo. La
tradición francesa era despreciar todo lo que no fuera el Consejo. Además hay otro factor que
tener en cuenta: su vida personal y familiar. Su padre era húngaro, su abuela griega, ha tenido
una mujer corsa, otra española y ahora una italiana. Es un nuevo europeo... que encarna la
nueva generación de matrimonios mixtos, la de la generación Erasmus.
Barcelona aspira a ser la sede del secretariado de la Unión por el Mediterráneo. ¿Cree que
está bien encarrilada?
Lo que está en juego no es tan importante, ya que no será una sede con miles de funcionarios
sino sólo con decenas. En cambio, Barcelona y Catalunya pueden desempeñar un gran papel
tomando la iniciativa para hacer una red de regiones fronterizas mediterráneas. El estatus de
Catalunya, su proyección, hacen que esté muy bien colocada para aglutinar las regiones
fronterizas de la Unión por el Mediterráneo y construir proyectos en común. Algo
fundamental, ya que muchos países de la UPM aún tienen relaciones bilaterales complicadas.
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