La Escuela Andaluza de Salud Pública critica el tratamiento de la salud mental dado en el último capítulo de la serie “física o química” de Antena 3. LOS HECHOS El pasado lunes 22 de junio terminaba la 3ª temporada de la serie de Antena 3 “Física o química”. Los alumnos del colegio Zurbarán despedían el curso en un ambiente tenso. Problemas de salud mental, dudas personales, tensiones.... En dicho capítulo (Salto al vacío), Ruth una de sus protagonistas, amenaza con suicidarse cortándose las venas con un cristal, estando hospitalizada en una clínica psiquiátrica. Ruth se había resistido a ingresar en la clínica, para tratar sus desórdenes alimentarios. En este capítulo de Física y Química, además la imagen de la clínica psiquiátrica y de la atención prestada por los profesionales, es ciertamente cuestionable. Los profesionales parecen guardianes, son insensibles, se muestran distantes, no muestran empatía y están poco interesados por los problemas de las pacientes … En la clínica no hay terapias, hay normas que cumplir, en un escenario de reclusión. LA VALORACIÓN DESDE UN PUNTO DE VISTA DE LA SALUD Y LA ÉTICA El tema del intento de suicidio: Está demostrado que la divulgación de estas situaciones límite de autolesión induce a su práctica y por ello todo medio de comunicación masiva debería ser muy cauto en darle publicidad. Dar publicidad a estos casos suele limitarse a “cuando se trate de personas de relevancia o supongan un hecho social de interés general”. Con más razón en el caso de un público joven y en una serie de ficción de referencia: el suicido es una de las tres causas más frecuentes de muerte en personas entre 15 y 35 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Aunque estemos hablando de una serie de ficción, en los medios de comunicación los códigos deontológicos y la mayoría de libros de estilos afirman que el suicidio no debe ser objeto de información. La visión de la clínica psiquiàtrica y sus profesionales: Los problemas de salud mental aquejan a una parte importante de población adolescente y sin embargo, un porcentaje cada vez mayor no recibe la atención adecuada. Esto se debe principalmente a que los jóvenes no piden ayuda, no solo por el miedo al rechazo de su grupo de iguales, a ser etiquetados como personas con problemas de salud mental. También, por la imagen tan negativa que existe de los servicios de salud mental y sus profesionales, en parte debido a la imagen que se proyecta en capítulos como éste. El estigma evita que los adolescentes busquen tratamiento según el Grupo de Sensibilización sobre salud mental de Andalucía. EL CONTEXTO 1. De la serie: La serie "Fisica y química" gira en torno al mundo de la enseñanza en las aventuras de un grupo de profesores que imparten clase en un instituto, el Zurbarán. La novedad viene dada ya que el punto de vista es a través de los ojos de unos profesores y sus miedos, dudas y temores ante su labor de educadores. Se descubre todo un universo de conflictos, amores, desamores, ilusiones y esperanzas de un grupo de adolescentes y las personas de su entorno. El último capítulo tuvo una media de 2.898.000 espectadores y una cuota de pantalla del 17,6%. Hace unos días, la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (COFAPA) pedía la retirada de la serie, por "el trato denigrante dado al colectivo de profesores" y al “argumento de la serie, limitado a cuestiones de sexo y violencia, -lo cual en su opinión- transmite una conducta deformada a nuestros niños y jóvenes". 2. De la enfermedad metal La percepción social de la enfermedad mental está sesgada por el desconocimiento y la desinformación, e influye en el aislamiento de las personas que la padecen, haciéndoles creer que su enfermedad es una losa demasiado pesada de la que no podrán sobreponerse, y poniendo barreras a su recuperación. La estigmatización es casi siempre inconsciente, basada en erróneas concepciones sociales, arraigadas en la percepción colectiva. Las autoridades políticas y sanitarias han identificado el estigma como una parte sustancial del problema de las personas con enfermedad mental, en el afrontamiento de su recuperación. Y su erradicación se está convirtiendo en objetivo prioritario de intervención institucional; de la Organización Mundial de la Salud, de la Unión Europea, del Ministerio de Sanidad, de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que establecen la necesidad de una mejor concienciación de la población respecto a las enfermedades mentales y su posible tratamiento, así como el fomento de la integración de las personas afectadas mediante acciones de sensibilización. "Una de cada cuatro personas padece una enfermedad mental a lo largo de su vida. Reconócelo, la salud mental importa" es el eslogan de una campaña de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Una de cada cuatro personas padece alguna enfermedad mental a lo largo de su vida. En España, se estima que el 9% de la población tiene en la actualidad un trastorno mental. A pesar de que se prevé que aumente en los próximos años y de que afecta por igual a toda la población, las enfermedades mentales son todavía grandes desconocidas para la sociedad. La ansiedad, la depresión, la anorexia o la esquizofrenia son comunes y están muy cercanas. Pueden afectar a una hermana, a una madre, a un amigo, a un compañero de trabajo o a uno/a mismo/a. Y sin embargo, hablar de enfermedad mental se considera con frecuencia un tabú. El 20% del gasto en los sistemas sanitarios de la Unión Europea lo ocupan los procesos de tratamiento y rehabilitación de la enfermedad mental. Se estima que el coste social y económico se sitúa entre el 3% y el 4% del PNB comunitario, unos 182.000 millones de euros. Desde la UE se elabora una estrategia que se centra en promover la salud mental de toda la población, hacer frente a las enfermedades mentales mediante la prevención y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades o discapacidades psíquicas integrándolas en la sociedad y protegiendo sus derechos y su dignidad. Un número cada vez mayor de recursos y profesionales se suman a la tarea de mejorar la salud mental para elevar el nivel de vida de toda la sociedad. Profesionales de atención primaria, psiquiatras, trabajadores y trabajadoras sociales, enfermeros y enfermeras y profesionales para la integración de las personas con enfermedad mental trabajan con ese objetivo común. Todos, incluida la televisión, podemos ayudar si eliminamos los mitos y prejuicios que la rodean, la conocemos y repensamos nuestras actitudes hacia las personas que la padecen. EL SUICIDIO Y LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL EN LOS ADOLESCENTES Muchos problemas de salud mental surgen al término de la infancia y principios de la adolescencia. El hecho de potenciar la sociabilidad, la capacidad para resolver problemas y la confianza en uno mismo ayuda a prevenir problemas de salud mental como los trastornos del comportamiento, la ansiedad, la depresión o los trastornos ligados a la comida, junto con otras conductas de riesgo como las ligadas a la vida sexual, el consumo de sustancias o las actitudes violentas. Los profesionales de la salud deben contar con las competencias necesarias para relacionarse con gente joven, detectar con prontitud problemas de salud mental y proponer tratamientos que incluyan asesoramiento y tratamientos. En un estudio de la importante revista Medical Care, en el que participaron 368 adolescentes, la mitad de ellos con un diagnóstico de depresión, los investigadores encontraron que los adolescentes que percibían barreras al tratamiento a la depresión eran menos propensos a someterse a terapia o tomar fármacos. En definitiva según los autores, el estigma hace que los adolescentes no busquen tratamiento para los problemas de salud mental. Junto a ello, hay que destacar que el suicidio entre los adolescentes ha tenido un aumento importante en los años recientes. El suicidio es una importante causa de muerte para los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, e incluso para los de entre 5 y 14 años. Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas sobre sí mismos, presión para lograr éxito, inquietudes y otros miedos mientras van creciendo. En algunos casos, el suicidio aparenta ser una "solución. Con la ayuda de la familia y con tratamiento profesional, los niños y adolescentes con tendencias suicidas se recuperan y regresan a un camino más saludable de desarrollo.