Andalucía tiene la tasa de acoso escolar más alta de toda España El acoso y la violencia escolar envenenan las aulas españolas. No son conductas aisladas, ni "chiquilladas", ni son "lo normal". Se trata de comportamientos bien enraizados que prosperan en medio del silencio institucional y la impunidad social. El 23,3% de los estudiantes españoles, casi uno de cada cuatro, es víctima de sus compañeros y sufre agresiones u hostigamiento psicológico que pueden dejar graves secuelas de por vida en la víctima, y forjar futuros "matones". El balance del mayor estudio epidemiológico realizado en España es demoledor. El acoso es mayor entre niños (24,4%) que entre las niñas (21,6%), y las mayores tasas se han detectado en Andalucía (un 27,7%), País Vasco y Navarra (25,6%), y las más bajas en Aragón (el 18 %) de los escolares son víctimas) y Canarias (19,01%). El Barómetro Cisneros X sobre violencia y acoso escolar ha evaluado a 25.000 estudiantes, desde segundo curso de Primaria (7 u 8 años) hasta Bachillerato (16 a 18 años), de más de 1.150 aulas completas en catorce comunidades autónomas, y sus conclusiones dejan pequeñas todas las estimaciones previas sobre el alcance del fenómeno. «La mayoría de los estudios están sesgados a la baja porque se banaliza el fenómeno, hay un negación institucional, siempre ocurre en el colegio de enfrente no en el propio y, sobre todo, porque se deja fuera el acoso psicológico», argumentó en la presentación Iñaki Piñuel , profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y coautor del trabajo junto con la doctora Araceli Oñate. De hecho, es el acoso psicológico entre compañeros la peor forma de maltrato escolar, la más abundante -el 90% de los casos- «la más lesiva» y difícil de detectar. Hace más daño en la psique y la autoestima del niño acosado el hostigamiento, el vacío a su alrededor, el bloqueo social, la estigmatización, los insultos constantes, que la mera agresión física, dicen los expertos. Las comportamientos más frecuentes son el uso peyorativo de motes (14%); retirar la palabra (10.3%); reírse ante equivocaciones (9.2%); insultos (8.7%); o acusaciones falsas (7.5%).