Carbón común del maíz Nota Técnica

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Nota Técnica
Carbón común del maíz
Marcelo Carmona - FAUBA
Angela Norma Formento - INTA EEA Paraná
Mercedes Scandiani - Laboratorio Agrícola Río Paraná
Figura 1. Formación de agallas por Ustilago maydis en
espigas de maíz. ©Carmona, FAUBA.
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se presentó una alta prevalencia e incidencia
del carbón común del maíz (Ustilago maydis)
en gran parte de la región pampeana. Esta enfermedad es de fácil diagnóstico y el síntoma
más evidente es el desarrollo de “ampollas,
tumores o agallas”, principalmente en las espigas y ocasionalmente en las hojas u otros órganos; estas agallas inicialmente son grisáceas o
blancas-grisáceas cerradas, muy conspicuas y
sustituyen a los granos individuales (Figura 1).
Las agallas están constituidas por un crecimienid ZmV\ZgVYd YZa cbZgd n$d iVbVŠd YZ aVh
X‚ajaVh edg ]^eZgeaVh^V Z ]^eZgigdÒV# :a bZg^htema apical de las plántulas también puede ser
infectado cuando las plantas aún son jóvenes y
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en este caso, las agallas se desarrollan debajo
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solamente a partir de la infección de los tejidos
meristemáticos.
En el inicio de su formación, las agallas son
blanco brillantes, de aspecto sedoso (Figura
2). El interior de las agallas consiste de tejido
blanco y blando mostrando estrías negras que
constituye el inicio de formación de las teliosporas (esporas negras). Cuando el hospedante
madura (únicamente maíz o su antecesor teosinte), todo el interior de la agalla se transforma
totalmente en una masa negra pulverulenta de
teliosporas (Figura 3).
Bajo condiciones de rápida maduración celular,
la formación de agallas es parcialmente para-
a^oVYV eZgbVcZX^ZcYd eZfjZŠVh! YjgVh n [dgmando pocas teliosporas. La enfermedad causa
YVŠdhb{h\gVkZhZceaVciVh_‹kZcZh!ZcVXi^vo crecimiento y puede producir enanismo o la
muerte de las mismas.
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bjnh^\c^ÒXVi^kdh0Va\jcdhigVWV_dhXdggZaVX^dcVcZaiVbVŠdYZaVV\VaaVXdcZaYVŠd!V\VaaVh
menores a 5 cm de diámetro reducirían el rendimiento aproximadamente en un 9%, agallas
de 5 a 7,6 cm de diámetro, 14% y agallas mayores a 7,6 cm de diámetro podrían provocar casi
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Figura 2. Agallas blanco brillantes de U. maydis al
comienzo de la infección. ©INTA, EEA Paraná.
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Nota Técnica
Figura 3. Masa de teliosporas de Ustilago maydis en
espigas de maíz. ©INTA, EEA Paraná.
Manejo de la enfermedad
1. Siembra de genotipos resistentes o tolerantes.
2. Mantener una fertilización equilibrada y apliXVg@!En$dOcZchjZadhYZÒX^ZciZh#
3. Controlar los insectos para reducir la ocurrencia de heridas.
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5. El riego reduce la enfermedad por que se
mejora la condición hídrica del suelo.
6. Las rotaciones no son efectivas, porque las
teliosporas permanecen viables por muchos
VŠdhZcZahjZad#
7. Los fungicidas curasemillas o de aplicación
foliar no dan resultados adecuados.
Epidemiología y ambiente
La infección puede ocurrir por penetración directa por estomas, por heridas producidas por
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mecánicos (pulverizadoras terrestres) y por ór\VcdhÓdgVaZh#
Las teliosporas, de paredes gruesas y pigmentadas pueden sobrevivir en el suelo aproximaYVbZciZ)VŠdhnaVh^c[ZXX^dcZhejZYZcdg^\^narse a partir del inóculo en el suelo o rastrojos
o a partir de teliosporas diseminadas por el
viento; la mayoría de las agallas libera la mayor
cantidad de teliosporas cuando el hospedante
comienza su madurez.
A veces el ganado puede ser útil en la dispersión del patógeno al alimentarse de rastrojo
infestado y si bien es un patógeno que puede
sobrevivir ocasionalmente sobre los granos, no
se transmite por las semillas.
Se considera que las infecciones anuales resultan del inóculo que sobrevive de la estación
previa. Esta enfermedad es prácticamente mocdX†Xa^XV!nVfjZVaa^WZgVgaVhiZa^dhedgVhVaÒcVa
del ciclo, la infección secundaria es nula o muy
limitada. El incremento de siembras de segunda
d iVgY†Vh ÒcZh YZ cdk^ZbWgZ d Y^X^ZbWgZ Zc
algunas regiones maiceras de Argentina, permitiría que el inóculo proveniente de maíces de
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siembra de septiembre-octubre, afecte a estos
cultivos en pleno crecimiento.
La enfermedad es favorecida por ambiente seco
y temperaturas entre 27 y 34°C y el stress hídrico incrementa la incidencia de la enfermedad.
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períodos secos durante la aparición de estigmas
(“barbas”) puede favorecer la infección porque
los éstos aparecen susceptibles y receptivos
por largos períodos.
Respecto a la nutrición, la fertilización nitrogenada se correlaciona positivamente con el incremento de la enfermedad por ser un organisbdW^dig‹ÒXdnVbVndgZhYdh^hYZCVjbZciV
la intensidad del ataque; contrariamente, con la
aplicación de K se logra una disminución signiÒXVi^kVYZaVZc[ZgbZYVY@dhiVcY^Hda^bVc!
1997) y podría suceder lo mismo con aplicaciocZhYZOc#8jVcYdadhhjZadhegZhZciVcY‚ÒX^i
de P, la aplicación de este macronutriente podría disminuir las podredrumbes de raíces y el
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2008, Carmona y Sautua, 2011)
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