El Gobierno Regional sigue con las mismas recetas fracasadas de reducción del déficit: Reducción salarial y despidos para el empleo público, menos y peores servicios públicos para la ciudadanía En la reunión de la Mesa General de Negociación de la CARM, el Consejero Juan Bernal ha reiterado su discurso de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” o “la sociedad no genera lo suficiente para mantener este grado de Estado del Bienestar”, como justificación de sus propuestas. Del mismo modo que, de nuevo, se alude a la inevitabilidad de los recortes y a la imposibilidad de aplicar políticas económicas y presupuestarias, contrarias a las impuestas por la Unión Europea o “los mercados”. Se ha restringido el ámbito de negociación a la reducción de las pagas extras. De esta manera se ha hecho imposible proponer otras medidas de gestión, de gasto o de ingresos, que pudieran aportar ideas alternativas al puro recorte de salarios y de servicios. Así, la Mesa General sólo ha servido para cumplir el trámite obligatorio de la negociación, aunque esta no haya existido. El contenido del documento aportado por el Gobierno repite machaconamente lo mismo que dicen los organismos internacionales o el Gobierno del Estado. Aunque lo cierto es que donde dicen racionalización, están queriendo decir privatización, externalización, despidos, pérdida de derechos laborales, reubicaciones arbitrarias, bajadas de salarios, cierres y deterioro en los centros públicos, recortes de prestaciones… La INTERSINDICAL no ha entrado a negociar lo que únicamente supone pérdidas de derechos sociales y laborales. A pesar de la insistencia del consejero Bernal en que no hay otra opción, la INTERSINDICAL defiende que “sí se puede, pero no quieren”. Eludiendo la responsabilidad, que sin duda tiene el Gobierno Regional en la actual situación, no se cuestiona el modelo económico insostenible impulsado ni las políticas de arriesgadas inversiones megalómanas y antisociales, De esta manera, se justifica que el peso de los recortes recaiga en la ciudadanía y en las personas trabajadoras y no en los verdaderos culpables de la situación. Así que, si no lo remediamos, en los próximos meses, con el nuevo paquete de medidas, seguirá la tala de los servicios públicos, aunque según el vocabulario instaurado por el Gobierno “se hunden para salvarlos”. Murcia, 16 de mayo de 2013