Universidad Este es el orden del aprendizaje. Ya que toda enseñanza utiliza la elocuencia, primero debemos ser instruidos en la elocuencia. Pero hay tres partes en ella: escribir correctamente y pronunciar correctamente lo que se ha escrito; probar lo que necesita ser probado, lo cual se enseña en la dialéctica; adornar palabras y frases, y esto lo enseña la retórica. Por lo tanto, se nos debe enseñar primero la gramática, después la dialéctica, y después la retórica. Armados con éstas, debemos proceder al estudio de la filosofía. El orden que ha de ser seguido aquí es tal que primero debemos ser instruidos en el quadrivium, y, en él, primero en aritmética, en segundo lugar, en música, tercero, en geometría, y finalmente, en astronomía, y entonces en Sagrada Escritura de tal forma que podamos, desde el conocimiento de las criaturas, llegar al conocimiento del creador. [Guillermo de Conches, Philosophia Mundi (La Filosofía Del Mundo, año c.1141)] En qué lugar debe ser establecido el estudio y cómo deben estar seguros los maestros y los estudiantes que ahí van a aprender. De buen aire y de hermosos paseos debe ser la villa donde se establezcan los estudios, para que los maestros que enseñen los saberes y los estudiantes que los aprenden vivan sanos, y en él puedan descansar y recibir placer cuando se levanten cansados del estudio; y además debe ser abundante el pan y vino y buenas posadas en que puedan morar y pasar su tiempo sin gran costo. Y además decimos que los ciudadanos de aquel lugar donde fuere hecho el estudio deben honrar mucho y cuidar a los maestros y a los estudiantes y a todas sus cosas. Alfonso X, Las Siete Partidas (s. XIII).