1 EL LENGUAJE GENERO-INCLUSIVO EN LEYES Y DECRETOS NORMATIVA CONSTITUCIÓN POLITICA Los artículos 20 y 33 de la Constitución Política fueron reformados en el año 1999 debido a que tenía un lenguaje masculino: utilizaba únicamente la voz “hombre” y esto dio motivo a que se hiciera la reforma constitucional por ley 7880. Los textos actualmente dicen: Artículo 20: Toda persona es libre en la República, quien se halle bajo la protección de sus leyes no podrá ser esclavo ni esclava. Artículo 33: Toda persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna contraria a la dignidad humana Es decir, que desde hace unos años atrás, la preocupación de incorporar un lenguaje no sexista o inclusivo en la legislación, en la educación, en los medios de comunicación y en general, en toda la producción cultural ha tenido sus implicaciones prácticas en la normativa costarricense. Es indiscutible la legitimación de esta preocupación que, como puede verse, tiene su expresión en la norma de mayor jerarquía en el ordenamiento costarricense: el citado artículo 20 constitucional habla de “esclavo ni esclava”, validándose así desde la norma superior la técnica legislativa de incluir lenguaje inclusivo. CEDAW Con la ratificación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979) que forma parte del bloque de constitucionalidad, el Estado Costarricense se compromete a tomar las medidas apropiadas para “modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres” (artículo 5 inciso a) DECLARACION UNIVERSAL DIVERSIDAD CULTURAL DE LA UNESCO SOBRE LA 2 Esta declaración reconoce el valor de la diversidad y del pluralismo, tanto que considera la diversidad cultural como patrimonio común de la humanidad, la cual debe ser reconocida y consolidada en beneficio de generaciones presentes y futuras generaciones (artículo 1) Establece además que las políticas que favorecen la inclusión y la participación de todos/as los/as ciudadanos/as garantizarán la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz y que el pluralismo cultural - inseparable de un contexto democrático - es propicio a los intercambios culturales y al desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública (artículo 2) BEIJING En la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer de 1995, se contemplan consideraciones y medidas que el gobierno costarricense se comprometió a impulsar, entre las cuales destacan las siguientes: 1) Una de las medidas que han de adoptar los gobiernos para garantizar la igualdad y la no discriminación ante la ley y en su práctica, está la de “incorporar el principio de igualdad de mujeres y hombres en su legislación y garantizar, mediante leyes y otros medios apropiados, la realización práctica de ese principio” (párrafo 232 inciso c) 2) Se hace la siguiente consideración en cuanto a los recursos educaciones: “La creación de un entorno educacional y social en el se trate en pie de igualdad a las mujeres y a los hombres y a las niñas y los niños, en el que se los aliente a alcanzar su pleno potencial (…) en el que los recursos educacionales promuevan imágenes no estereotipadas de las mujeres y de los hombres contribuiría eficazmente a eliminar las causas de la discriminación contra las mujeres y las desigualdades entre las mujeres y los hombres” (párrafo 72) DOCTRINA “En general hay consenso en la idea de que la lengua no sólo refleja sino que mantiene vigentes los valores de la cultura” (Yadira Calvo, De las leyes de la lengua y la lengua de las leyes, pág. 188) 3 Yadira Calvo afirma que “si nuestra cultura es reconocidamente sexista, si para ella las mujeres y lo femenino valen menos, significan nada y califican peor, esta visión de mundo se refleja y perpetúa a través de lenguaje” (Idem, pág. 187) No incluir a las mujeres significa colocarlas “en posición de desventaja en el idioma, y por lo tanto en el grupo social. Se trata de una soga de doble nudo que tiene que ver con el modo en que la lengua se posesiona de nosotras y con la escasa autoridad que se nos concede, no ya para modificarla, sino siquiera para hablarla” (Idem, pág. 188) Es común a muchas lenguas que los vocablos masculinos se estimen como genéricos; es decir, se supone que nos engloban o comprenden a mujeres y hombres; en tanto que los vocablos femeninos comprenden exclusivamente a las mujeres” “El empleo del término “hombre” para denotar lo humano “lo que está por encima de la diferencia específica” no es un síntoma lingüístico gratuito ni debido al azar; responde a una desviación previa a partir de la cual tenemos convicción de que el así denotado “es la realidad más normal o neutral”, en tanto que su “opuesto”, es decir, la mujer, es un “elemento peculiar y marcado, un derivado del originario ser humano masculino” (pág. 189) Tener clara esta idea contribuye a pensar en la magnitud del efecto que puede tener, sobre la mente humana, el hecho de que las mismas palabras que se emplean para referirse a la especie en su totalidad, como genéricos. La historia del uso de algunos vocablos demuestra que su relación con la cultura es la del humo con el fuego: se conceptúan de este modo no realmente porque impliquen a las mujeres, sino porque se basan en el supuesto (de que las mujeres somos un derivado del originario ser humano masculino)” (Idem, pág. 189) Con respecto al sexismo, Alda Facio plantea algunas preguntas que debemos hacernos: “está el texto escrito en masculino cuando en realidad se está refiriendo a ambos sexos? Muchas personas creen que como gramaticalmente el masculino incluye el femenino, esto sucede también en nuestras mentes, pero lo cierto es que en el imaginario masculino no incluye a lo femenino y por ende, hablar o escribir en masculino es una forma de sexismo porque excluye lo femenino. Además, las reglas gramaticales son también leyes que podemos cuestionar y revisar para identificar su sexismo…” (FACIO, Alda, Cuando el género suena, cambios trae”, pág. 100) 4 “En algunos casos, la insensiblidad de género puede ser más bien una forma exagerada de androcentrismo que llamamos ginopia, porque generalmente cuando se ignora la variable sexo como socialmente importante, implícitamente se está tomando al hombre varón como modelo de lo humano e invisibilizando totalmente a la mujer” (IDEM, pág. 101) Notas enviadas por Ivannia Monge.INAMU.