La tendencia actualizante, concepto clave del Abordaje Centrado en la Persona por Fabio Moreno Abril 21 de 2011 El concepto de tendencia actualizante es un concepto clave, tal vez el más clave, del Abordaje Centrado en la Persona (Person Centered Approach). Como veremos en este paper Rogers lo considera el concepto fundamental de toda su orientación. Afirma que todo organismo está tendiendo permanentemente al desarrollo de su potencialidad creativa y de complejización. Rogers ve una tendencia a la complejidad en todo organismo vivo, y a la consciencia cada vez mas holística1. Este paper se dedica a realizar una reseña del concepto de tendencia actualizante en tres artículos claves de Carl Rogers: Uno temprano en el que Rogers presenta los constructos clave de su modelo de la Terapia Centrada en el Cliente para la Asociación Americana de Psicología en 1959. El segundo, de 1977, dedicado específicamente a al concepto de tendencia actualizante. Y el tercero, de 1979, que sintetiza todos los referentes y definiciones acerca de la tendencia actualizante, también llamada ahí tendencia direccional, y donde presenta la noción cosmológica de tendencia formativa, en un capítulo sobre las bases del enfoque personalizado. Comencemos entonces. En 1959 Rogers define la tendencia actualizante de la siguiente forma: “Todo organismo tiene la tendencia innata a desarrollar todas sus potencialidades para conservarlo o mejorarlo. Abarca no sólo la tendencia a satisfacer lo que Maslow denomina “necesidades deficitarias” de aire, alimentación, agua, etc, sino también a realizar actividades más generalizadas, como el desarrollo tendiente a la diferenciación creciente de los órganos y funciones, la expansión en función del crecimiento, la expansión de la eficacia mediante el uso de herramientas, la expansión y el mejoramiento a través de la reproducción. En el desarrollo en el sentido de la autonomía y en sentido opuesto al de la heteronomía (o control ejercido por fuerzas externas. Podría usarse como sinónimo de este término la formulación de Angyal: “La vida es un proceso autónomo que tiene lugar entre el organismo y el medio ambiente. El proceso vital no tiende meramente a preservar la vida, sino que trasciende el momentáneo statu quo del organismo, expandiéndolo continuamente e imponiendo su determinación autónoma sobre un creciente ámbito de acontecimientos”. (Rogers, 1959, p. 24-25) Luego Rogers dice lo siguiente: “Es importante señalar que la tendencia actualizante es el concepto fundamental que se postula en este sistema teórico y que es el organismo en su totalidad, y sólo en su totalidad, el que presenta esta tendencia. […] ... tendencia general del organismo a comportarse de formas tales que lo mantengan y mejoren. […] los conceptos de motivación denominados reducción de la necesidad, reducción de la tensión, reducción del impulso, están incluidos en el concepto de tendencia 1 Puede malinterpretarse esta idea en un sentido moral, algo así como decir que el individuo tiende al bien, pero no es esta la idea que nos quiere trasmitir Rogers. Rogers sería más pragmatista que moralista. El pragmatismo que puede haber influido Rogers es el de John Dewey, indirectamente William James por su influencia en todo el ambiente intelectual de la época. actualizante. Este incluye también las motivaciones de crecimiento que parecen ir más allá de estos términos: la tendencia a reducir las tensiones, la tendencia a ser creativo, la tenencia a caminar en lugar de arrastrarse (que permitirá cumplir las misma funciones). (Rogers, 1959, p. 24-25) En 1977 aparece un texto de Rogers dedicado específicamente a presentar y definir este concepto, se titula Una base política: la tendencia actualizante. Plantea nuevamente que la tendencia actualizante es la motivación básica del organismo humano. La tendencia actualizante está relacionada a “la tenacidad por la vida, el empuje vital, hacia adelante”. (p. 165) La tendencia actualizante tiene que ver con la observación de que las conductas de todo organismo están dadas en la dirección de mantenerse, mejorarse y reproducirse. Y es esta tendencia la que define si un organismo esta vivo o no. “Dada la oportunidad, un organismo viviente tiende a actualizar sus potencialidades más complejas en lugar de darse por satisfecho con satisfacciones más simples” (p. 167). El organismo no desarrollara todas sus potencialidades sino que tiende a lo selectivo y lo constructivo, por ejemplo si actualiza aspectos destructivos es porque ha estado o está dentro de ambientes perversos, pero en toda circunstancia tenderá a actualizar sus potencialidades mas constructivas. La tendencia actualizante es una función confiable de todo el organismo no de una parte de él, y cómo se decía anteriormente sólo desperece cuando el organismo ha muerto. En este mismo texto Rogers atiende a una cuestión clave también y es que existiendo la tendencia actualizante en el caso humano, el yo consciente puede ir en una dirección diferente e incluso opuesta a la de la experiencia organísmica, hasta el punto de borrarla en parte de la consciencia. El estudio de esta interesante cuestión corresponde a otro estudio, por lo pronto continuemos con las formas en qué ha presentado Rogers el concepto de tendencia actualizante. Un último referente para tener en cuenta sobre la presentación del concepto de tendencia actualizante lo encontraos en el libro A way of being de 1980, publicado en español como El camino del ser. Uno de sus capítulos es una edición de un texto de 1979 llamado Las bases del enfoque personalizado. En este texto señala que “el enfoque personalizado se apoya en la confianza básica en los seres humanos y en todos los organismos” (Rogers, 1980p. 63). Ampliemos esta afirmación, Rogers dice que la hipótesis central de este enfoque puede resumirse así: “Los individuos tienen dentro de sí vastos recursos de autocomprensión y para la alteración de conceptos propios, actitudes básicas y conducta autodirigida. Estos recursos son susceptibles de ser alcanzados, si se logra crear un clima definible de actitudes psicológicas facilitativas”. (Rogers, 1980, p. 61) Esta confianza está relacionada a la existencia, según Rogers, en todo organismo y a cualquier nivel, de una corriente fundamental de movimiento hacia la realización constructiva de sus posibilidades intrínsecas. También en los seres humanos hay una tendencia natural hacia un desarrollo más complejo y completo. El término mayormente utilizado ha sido el de tendencia actualizadora y se halla presente en todos los organismos vivos […] tanto si el estímulo es interno como externo y si el ambiente es favorable o adverso, podemos estar seguros de que la conducta del organismo tendrá como objeto su mantenimiento, mejora y reproducción. Esta es la propia naturaleza del proceso que denominamos vida. Dicha tendencia opera en todo momento. En realidad, sólo la presencia o ausencia de este proceso direccional en su conjunto nos permite determinar si un organismo está vivo o muerto […] Esta potente tendencia constructiva constituye la base fundamental del enfoque personalizado”. (Rogers, 1980, p. 63) El texto se convierte en una síntesis de las presentaciones anteriores del concepto, incluye a continuación algunos ejemplos de manifestaciones de esta tendencia actualizante, y luego algunas teorías y pruebas empíricas que Rogers relaciona a su existencia. Presenta de nuevo la afirmación efectuada en el texto de 1977, de que “el sustrato de toda motivación lo constituye la tendencia del organismo hacia su realización” (Rogers, 1980, p. 68). Y que cuando el organismo ha podido satisfacer requerimientos básicos como la necesidad de comida o la necesidad sexual, procurará alcanzar otras formas de realización, por ejemplo la necesidad de explorar e introducir cambios en su medio ambiente, así como jugar y explorarse a sí mismo son manifestaciones de la tendencia a la actualización. El texto presenta a continuación una nueva formulación de dimensión cosmológica: la tendencia formativa. Su tesis se refiere a que sin ignorara la tendencia al deterioro, o entropía, debemos reconocer también una tendencia formativa en el universo, o sintropía, o tendencia mórfica, “que consiste en una propensión permanente hacia un orden creciente y una compleja capacidad de interrelación, tan evidente a nivel inorgánico como orgánico. El universo construye y crea permanentemente, además de deteriorar. Este proceso es también evidente en el ser humano”. (Rogers, 1980, p. 71) Rogers resume y concluye de la siguiente forma: “Sugiero la existencia de una tendencia direccional formativa en el universo, que puede ser localizada y observada en el espacio estelar, en los cristales, en los microorganismos, en formas más complejas de vida orgánica y en los seres humanos. Se trata de una tendencia que evoluciona hacia un mayor orden, mayor complejidad y una mayor capacidad e interrelación. En el ser humano, esta tendencia se manifiesta en la evolución que parte de una sola célula, para llegar a un funcionamiento orgánico complejo, a unos conocimientos y sensaciones inconscientes, a un conocimiento consciente del organismo y del mundo externo, y aun conocimiento trascendente de la armonía y unidad del sistema cósmico, incluida la propia humanidad”. (Rogers, 1980, p. 77) El Abordaje Centrado en la Persona, tal y como señala Kriz (2007), se focaliza en la tendencia actualizante, en la singularidad, y en la facilitación de los potenciales inherentes de la persona brindando un ambiente de apoyo, soporte y comprensión. El principio consiste en no imponer un orden desde afuera sino facilitar las posibilidades inherentes de organización. Siguiendo los comentarios de Kriz, la tendencia actualizante es un principio fundamental pero muchas veces descuidado o ignorado, sino malentendido o subestimado, pero sin una noción clara de la tendencia actualizante los practicantes del Abordaje Centrado en la Persona pueden quedar fácilmente atrapados en las metáforas de orden y control del paradigma predominante de la cultura occidental, por ejemplo analizando e interpretando al paciente o a su situación, tratando de identificar el caso o el diagnostico y/o dando un consejo o directiva, es decir, imponiendo un orden desde afuera, porque nos podemos sentir mas seguros y cómodos con una conducta que sea un reflejo de los principios con los que el practicante entiende el mundo. Kriz (2007) y Rogers (1980, p. 64-76) han señalado que la tendencia actualizante tiene importantes correlatos con hallazgos y teorías de la ciencia contemporánea, lo que también se convierte en un argumento clave en respuesta a la común y débil crítica que se ha hecho al Enfoque, al Abordaje Centrado en la Persona, respecto a que no es científico, en base a argumentos del cientificismo positivista y lineal. Las líneas de investigación reconocidas por Rogers como comunes o semejantes a su tesis se asocian a los nombres Szent-Gyoergi, Murayama, Grof, Capra, Prigogine, entre otros, que corroboran el planteamiento de la tendencia actualizante y la tendencia formativa de Rogers. También a nivel conceptual filosófico, se ha reconocido la proximidad de la noción de tendencia actualizante y formativa, con el concepto de self-organization y autotrascendencia de las ciencia de la complejidad, así como respecto a principios del misticismo oriental, y a conceptos en la filosofía occidental en autores como Bergson y Whitehead (Rogers, 1980 p. 76). Neville (2007) ha mostrado como la idea de tendencia y formativa de Rogers se corresponde en varios sentidos con conceptos planteados por Whitehead, de hecho el artículo muestra la gran influencia y correspondencia que tiene el pensamiento de Rogers con el sistema conceptual de Whitehead. Referencias Kriz, J. (2007) Actualising Tendency: The link between person-centered and experiential psychotherapy and interdisciplinary systems theory. En: Person-Centered and Experiential Psychotherapies, 6, 1, p. 30-44. Neville, B. (2007) What kind of Universe? Rogers, Whitehead and Transformtive Process. En: Person-Centered and Experiential Psychotherapies, 6, 4, p. 271-285. Rogers, C. R. (1959) Terapia, personalidad y relaciones interpersonales. Buenos Aires: Nueva Visón, 1985 Rogers, C. R. (1977) El poder de la persona. Mexico: El Manual Moderno, 1980 Rogers, C. R. (1980) El camino del ser. Barcelona: Kairós, 1986