Borrador Declaración final sobre el proyecto europeo

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Borrador
Declaración final sobre el proyecto europeo
Representación de los trabajadores en la industria ferroviaria
La industria ferroviaria europea, donde el empleo directo representa aproximadamente 400.0001
puestos de trabajo, tiene una importancia estructural. Por un lado, sostiene un sector del transporte
robusto que dispone, en Europa, de una infraestructura eficiente de trenes, tranvías y metros, así
como de líneas modernas de alta velocidad, gracias a los cuales puede ofrecer servicios de
transporte competitivos y ecológicamente sostenibles. Por el otro, tiene el potencial para poder
responder a los desafíos futuros propios del transporte eficiente en términos de recursos.
Gracias a un mercado europeo eficiente, los fabricantes de equipos ferroviarios y los proveedores
han podido afianzar su hegemonía tecnológica y, por consiguiente, abrirse paso hacia los mercados
internacionales, garantizando asimismo – tan importante como lo primero – centros de producción y
empleo. En Europa, la industria ferroviaria cuenta con una mano de obra motivada, competente y
fiable que dispone del potencial para responder a los retos futuros en materia de desarrollo
tecnológico.
Sin embargo, este potencial sólo podrá ser aprovechado si las condiciones generales europeas lo
permiten. Son varios los elementos de la coyuntura actual que justifican cierta inquietud. En primer
lugar, están las dificultades financieras que enfrentan los Estados europeos y que constituyen un
obstáculo para las inversiones que requiere la infraestructura ferroviaria, entre ellas, el área del
mantenimiento, y, en segundo lugar, el hecho de que las líneas de alta velocidad compitan con el
desarrollo y, desafortunadamente, con el mantenimiento de las líneas que conectan el territorio. En
lugar de ello, necesitamos cooperación en ambos tipos de servicio. Así mismo, nos oponemos a la
privatización del transporte, en la forma en que la defienden las instituciones de la Unión Europea, y
promovemos el retorno del transporte público. Los servicios de transporte deben permanecer bajo
control democrático.
Nosotros, como representantes de los trabajadores de la industria ferroviaria europea, queremos
por tanto hacer hincapié en la necesidad de que las condiciones en Europa sean las apropiadas si el
objetivo es que nuestra industria logre aprovechar su potencial:
(I)
(II)
1
Mejorar la infraestructura ferroviaria representa una necesidad urgente, en vista del
aumento de los precios del petróleo y la disminución de las reservas de petróleo fósil. Los
daños al medio ambiente cada vez mayores producidos por el tráfico por carretera y el
tráfico aéreo hacen que esta necesidad sea más acuciante.
En lo que respecta a la política de transportes, consideramos que la desactivación de
líneas, en especial en los transportes regionales, supone un callejón sin salida. Se trata de
una política basada únicamente en criterios financieros y una ideología que no tienen en
Según datos de UNIFE. Esta cifra no incluye la cadena de valor.
cuenta las necesidades de los usuarios y que subestiman los requisitos a medio y largo
plazo de la planificación del transporte, desalentando el desarrollo regional futuro.
(III)
La red ferroviaria debe abarcar todas las regiones, y debe ponerse término al
desmantelamiento de las líneas existentes. El sistema de transporte ferroviario, en tanto
que transportista estratégico de personas y mercancías, debe fortalecerse.
(IV) Es preciso ajustar el marco político de los operadores ferroviarios a fin de que la mitad de
sus ingresos provengan de los servicios de transporte. Los ferrocarriles deben estar en pie
de igualdad con otros tipos de transportistas en el ámbito de la distribución modal.
(V)
Opinamos, así mismo, que un crecimiento en el volumen del transporte no puede ser
aceptado sin un cuestionamiento previo. Al respecto se impone un análisis crítico de las
políticas desarrolladas por la Unión Europea.
(VI) Las inversiones en el mantenimiento y la conservación del material rodante son tan
indispensables como la inversión en el mantenimiento de las líneas existentes, si lo que
se quiere es que éstas sigan funcionando de manera segura y eficaz.
(VII) El desarrollo regional de la infraestructura no puede ceder el paso a las líneas de alta
velocidad internacionales.
(VIII) En aras de la seguridad y la fiabilidad, la tecnología de señalización debe ser modernizada
y armonizada de manera urgente; medida indispensable para que el ferrocarril resulte
atractivo como proveedor de movilidad.
(IX) Es preciso disminuir la contaminación acústica e invertir en tecnologías de bajo nivel de
ruido a fin de mejorar el grado de aceptación del tráfico ferroviario.
(X)
Actualmente, la capacidad de las líneas ferroviarias está parcialmente saturada, sobre
todo porque aquellas que transportan pasajeros y mercancías utilizan la misma
infraestructura. Es necesario hacer inversiones en este ámbito, así como en el área de la
investigación y el desarrollo de equipos e infraestructura para una utilización más eficaz.
(XI) La seguridad del transporte ferroviario en Europa no puede verse afectada por el
creciente aumento de los proveedores en las redes. Esto significa que la filosofía en
materia de seguridad ha de adaptarse a la liberalización ya impuesta.
(XII) La política de adjudicación de las contratas (semi) públicas, conforme a las directivas,
exclusivamente centrada en aspectos como los costes, excluyendo todo criterio de
calidad, es contraproducente a medio y largo plazo, especialmente por lo que se refiere a
la seguridad y la fiabilidad. Estamos particularmente en contra de los efectos adversos
que dichas políticas de bajo coste suponen para los trabajadores del sector del
transporte. Es preciso que se tenga en debida cuenta la calidad de aquellos productos
que sostienen, por ejemplo, una gestión del ciclo de vida, sobre todo en el caso del
material rodante.
(XIII) Como representantes sindicales de la industria ferroviaria europea, no podemos apoyar
las tendencias del “patriotismo económico” o los contratos preferentes con algunas
empresas. Desde nuestro punto de vista, un enfoque precompetitivo basado en la
cooperación resultaría más sensato y aportaría mayores beneficios desde el punto de
vista de la competencia mundial.
(XIV) La contratación pública debe respetar los principios de reciprocidad en el comercio
internacional.
(XV)
(XVI)
(XVII)
(XVIII)
(XIX)
(XX)
(XXI)
En calidad de representantes de la cadena de valor en su conjunto, consideramos
asimismo que la colaboración entre fabricantes y proveedores, más allá de sus relaciones
contractuales, no puede realizarse en detrimento de las condiciones de trabajo y de
empleo de los proveedores.
La industria ferroviaria no sólo es una industria de alta tecnología, sino también una
industria “pesada” cuyas condiciones de trabajo pueden perjudicar la salud de los
trabajadores. Por lo tanto, hacen falta medidas adecuadas que hagan de contrapeso y
garanticen que nuestros colegas puedan llegar hasta el final de una larga carrera en esta
industria, sin riesgos para su salud.
Las políticas de educación y formación deben estimular la capacidad del sector a fin de
que éste siga produciendo tecnología de alta calidad.
Es necesario crear sinergias en el campo tecnológico entre la industria ferroviaria y el
sector aeroespacial. Los sistemas de señalización, automatización y comunicación ofrecen
oportunidades para el desarrollo conjunto y la transferencia de conocimientos
especializados.
La reducción del empleo en toda la industria ferroviaria pone en peligro las capacidades
del sistema de transporte. Reclamamos la adopción de un enfoque de política industrial,
en lugar de un enfoque dirigido por la lógica financiera.
Apoyamos el progreso de la normalización europea desde el punto de vista técnico,
porque simplifica los desplazamientos transfronterizos y refuerza, por consiguiente, la
posición del ferrocarril como proveedor de movilidad competitiva.
Abordar el tema del transporte aplicando un enfoque basado en la competencia no es, a
nuestro parecer, la única solución. Nosotros abogamos por un enfoque basado en la
cooperación entre los diferentes proveedores de servicios de transporte.
En conclusión, hemos de subrayar que la producción industrial sostenible es la única que puede
garantizar que se mantenga la creación de valores en Europa. Quisiéramos llamar la atención
asimismo sobre el precio que se está haciendo pagar a los trabajadores en Europa por la crisis actual,
aun sin ser ellos para nada los responsables.
A nuestro juicio, la única manera de salir de esta crisis es a través de una mayor unidad a nivel
europeo. Rechazamos en especial todo intento de hacer que los trabajadores de las diferentes
regiones y países se enfrenten unos a otros.
Los participantes en el presente proyecto consideran que es necesario mantener un foro que se
reúna periódicamente con el fin de discutir acerca de todas estas cuestiones en el marco de La
Federación Sindical Europea IndustriAll.
Bruselas, 6 de noviembre de 2012
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