Mi Camino (de Santiago) Mansilla de las Mulas - León Temprano sale el peregrino de Mansilla para hacer, lo antes posible, los escasos 18 kms. que le separan de León; las duras etapas de los dos días anteriores no han tenido otro objetivo que el de acercarse al máximo a León y, de esta manera, hacer una etapa corta y poder dedicar el mayor tiempo posible a visitar la ciudad. Pero nada se podría reprochar a aquellos peregrinos que en Mansilla tomasen el autobús y llegasen a León sin dar un solo paso. Hasta Villamoros el camino discurre por medio de huertas pero a partir de aquí hay tramos de carretera, siempre peligrosos para el peregrino, y otros que pasan por medio de polígonos industriales. Lo dicho, una etapa para olvidar. Antes del mediodía ya están los peregrinos esperando la apertura del albergue de las Carbajalas que los reciben con un vaso de agua y zumo de limón. El peregrino se asea, deja allí su mochila, y tras solucionar los asuntos relacionados con su viaje de vuelta a casa se lanza a visitar la ciudad; es día de mercado y la plaza Mayor está muy animada. La visita a la catedral es de obligado cumplimiento y no defrauda al visitante; más tarde S. Isidoro, joya del románico, en la que se puede observar el taqueado jaqués similar al de S. Juan de la Peña y al de la iglesia de Sta. María en Carrión. Callejeando, llega al Hostal de S. Marcos y aprovecha para hacer una rápida visita a su iglesia; le queda el tiempo justo para volver al albergue a recoger los bártulos y emprender el camino de vuelta a casa. El año que viene, con la ayuda del Apóstol, será el momento de concluir la peregrinación. Amén.