PRIMERA TAREA DEL DIPLOMADO DE DERECHOS HUMANOS. INTEGRANTES: MAURICIO RODRIGUEZ ALONSO ORLANDO MORENO CALDERON MARLEN BARACALDO AREVAL 1. ANALISIS DEL ENTORNO LABORAL PERSONAL O SOCIAL, CONCEPTO DE DIGNIIDAD. Se trata de proponer una forma de aplicación del principio de dignidad humana dentro de un entorno laboral de una trabajadora embarazada. Se tiene que las empresas son renuentes a contratar mujeres en edad de gestación en razón a las implicaciones que un eventual embarazo pueda tener en el giro ordinario de las relaciones laborales, es decir, que ante la situación mencionada el empleador debe conceder todos los permisos necesarios a la empleada, desde el momento mismo que comunica a su superior inmediato de su estado de gravidez, además de lo anterior la trabajadora por este sólo hecho se encuentra ungida de fuero especial que se prolonga hasta seis meses después del parto, por lo tanto la trabajadora no puede ser ni siquiera amonestada por su empleador si las causas de su bajo desempeño laboral las constituyen su embarazo. Amén de lo anterior, la empresa debe buscar un reemplazo para los 84 días de licencia que le concede la ley, y durante los tres meses siguientes a su reintegro otorgarle la llamada hora de lactancia que generalmente le concede a la empleada entrar o salir una hora antes o después del horario habitual de trabajo. Esta práctica constituye un evidente trato discriminatorio hacia un grupo universal de seres humanos como lo son las mujeres en edad reproductiva, situación que es más palpable en determinados oficios, como las ventas y/o la atención al público, cargos en donde muchas empresas prefieren a personas del sexo masculino habida cuenta que estas personas garantizan una continuidad en la prestación del servicio los 360 días del año, circunstancia que no estaría totalmente avalada si es una mujer la que está al frente de dicho empleo ya que la empresa corre el “riesgo” de que la trabajadora decida ejercer su libre e inalienable derecho a la maternidad, caso en el cual el empleador tendrá que “padecer” todos los inconvenientes referidos. Esto lo consideramos totalmente atentatorio al derecho a la dignidad humana, ya que en razón a este criterio se viola de manera flagrante no solo el derecho a una vida reproductiva a la que todas las mujeres tienen derecho a ejercer libremente, sino atentatorio al derecho al trabajo, a la estabilidad en el empleo y a la igualdad de oportunidades. 2. SENTENCIA US-256/06 ANALISIS DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL EMPLEADOR: Para la época de los hechos, año 1994, para un empleador y para la sociedad civil en general, relacionarse con una persona infectada con el virus del VIH, era de alto riesgo de contagio, por la poca información que existía para ese entonces, donde se pensaba que con el sólo hecho de hablar ya se podía correr el riesgo de infectarse; entonces se entiende que para el empleador en este caso (Fundación Gun Club), puede considerarse que actuó en prevención de los miembros que hacían parte del Cub, máxime si se tiene en cuenta la labor que desempeñaba el trabajador la cual consistía en la manipulación de los elementos de cocina y que fácilmente podía causarse heridas lo que hacía más peligroso el contagio. En este orden de ideas y por tratarse de la época en que sucedieron los hechos puede justificarse el proceder de la empresa y por lo tanto el retirarlo era una idea adecuada; pero lo que no se justifica es el desconocimiento de los demás derechos fundamentales, como el de servicio de salud que conlleva el derecho a la vida. Aclaramos que hoy con toda la información que se ha obtenido, situaciones como estas no son justificables ante ningún punto de vista. EMPLEADO Y DEFENSA. Nuestra Constitución describe que Colombia es un Estado Social de Derecho, lo que implica que la sociedad está al servicio y comprometida con todos sus coasociados para logar el bienestar general, circunstancias que se materializan en el articulo segundo de nuestra carta magna, cuando describe los fines de nuestro Estado, tal es, entre otros, el de garantizar los derechos consagrados en nuestra constitución. ¿Garantizar nuestros derechos?, ¿cómo? cuando existen sociedades como el Gun Club, y estrados judiciales, que de manera inminente y mezquina, atentan contra el derecho fundamental de la vida, del trabajo, de la igualdad ante la ley y las autoridades, de la intimidad personal, el debido proceso y de la honra. Cómo los hacemos efectivos, si el patrono, se asusta frente a una enfermedad, que si bien es Terminal, ésta tienen unas fases y no todas son infectocontagiosas. Viola el valor de la vida, pues este derecho no hace referencia exclusivamente al respeto por la integridad física del ser, desde el punto de vista, de la extinción, de la muerte, sino del derecho a tener, entre otros, un desarrollo digno y decoroso, y esto se logra con el privilegio de una atención médica oportuna, veraz, humana. Claro, se despide a un ser humano imposibilitándolo a su servicio médico, indispensable para sobrevir, para garantizar el respeto a la dignidad del hombre, llegando a someterlo a mendigar el servicio de asistencia médica por un término definido y luego suspenderlo. Afectando igualmente el derecho fundamental al trabajo, pues se me despide sin causa justa, que justifique la decisión patronal. Bien puede el patrono hacer uso de la indemnización, pero no puede discriminar y atentar contra la honra del empleado, pues desconoce la probidad, la rectitud de los actos del empleado al someterlo a un escarnio social. Aunado al hecho, la justicia desconoce el principio del Estado Social de Derecho, el valor de lo que significa ser social, el cual es la de actuar desde el análisis de lo humano y quietar la soberanía a la norma legal, pues las relaciones que están en juego, son actos de seres humanos y no de maquinas. Labor que se ha olvidad y se le sigue el juego al poder económico y se entra a desconocer las condiciones de inferioridad económica, las del trabajador. CORTE CONSTITUCIONAL Entendido que siendo nuestro Estado un Estado Social de Derecho, el mismo no puede permitir la discriminación en nuestra sociedad en tratándose de la vulneración de derechos fundamentales, en este caso como es el del trabajo, salud, igualdad y dignidad humana, entre otros; por razones que en repetidas ocasiones y a lo largo de muchos estudios ha expresado; por cuanto la dignidad humana impide que cualquier sujeto de derecho sea objeto de un trato discriminatorio, pues la discriminación, per se, es un acto injusto y el Estado de derecho se fundamenta en la justicia, con base en la cual construye el orden social. También, porque el derecho a la igualdad, de acuerdo con el artículo 13 superior, comporta el deber irrenunciable del Estado de proteger especialmente a quienes se encuentran en condiciones de inferioridad manifiesta. Así lo ha expresado tan alta Corporación al señalado como criterios orientadores de la igualdad, la proporcionalidad y la razonabilidad. La primera se encamina a establecer la adecuación entre la necesidad y la forma protectora; la segunda busca el criterio prudencial de guardar un equilibrio y evitar a toda costa la arbitrariedad absoluta, la discrecionalidad infundada y, por sobre todo, la discriminación. La honorable ha hecho muy sabiamente la interpretación del legislador al proferir las leyes 09 de 1979 y 10 de 1990, cuyo decreto reglamentario 0559 de 1991 señala en su artículo 22 la prohibición de exigir pruebas tendientes a determinar la infección por el V.I.H. para acceder o permanecer en una actividad laboral, en un claro propósito de evitar la discriminación de las personas asintomáticas infectadas de este virus; y así mismo, y con igual espíritu, en el artículo 35 establece que los trabajadores no están obligados a informar a sus empleadores su condición de infectados por el virus. Bien hizo la Corte Constitucional en obligar al patrono en restablecer el derecho fundamental de la vida, al ordenar al patrono en sostenerlo en la seguridad social al empleado, pues existen derechos fundamentales que no se pueden ignorar por interés económicos y privados, ante todo el respetos por una vida digna, decorosa para lograr buscar la existencia del ser humano mientras la ciencia lo permita. SOCIEDAD CIVIL Según los avances en la información respecto a enfermedades como el SIDA, la sociedad civil ha venido evolucionando y aceptando que los enfermos del SIDA, siguen siendo personas con igualdad de derechos y por lo tanto, hoy por hoy no se habla de una discriminación absoluta, sino que los mismos estamentos propenden para que sean aceptados y puedan desarrollarse en un medio normal.