BOLETÍN 4930-18 14 de noviembre de 2008 ISSN 0787-0415 I. DESCRIPCIÓN REFERENCIA : Extiende a los padres trabajadores el derecho a alimentar a sus hijos y perfecciona normas sobre protección a la maternidad INICIATIVA : Moción de los Diputados Sras. Goic, Isasi, Muñoz, Sepúlveda (Alejandra) y Valcarce; y Sres. Aguiló, Meza, Silber, Salaberry y Walker COMISIÓN : De Familia ORIGEN : Cámara de Diputados INGRESO : 3 de abril de 2007 CALIFICACIÓN : Sin urgencia ARTICULADO : Artículo único OBJETO DE LA INICIATIVA 1. Extender a los trabajadores (que sean padres) el derecho de disponer de a lo menos una hora al día para dar alimento a sus hijos menores de dos años, en los casos en que el padre tuviere por sentencia judicial la tuición del menor, o si la madre hubiere fallecido o estuviere imposibilitada. 2.- Otorgar a la madre el derecho de elegir si ella misma ejercerá el derecho de dar alimento al hijo, o si el derecho lo ejercerá el padre de su hijo, si también fuere trabajador dependiente. 3.- Otorgar el derecho a alimentar al hijo menor de 2 años, a quien acreditare tener su tuición o tener el menor a su cuidado, siempre que falten ambos padres. -1- 14 de noviembre de 2008 ISSN 0787-0415 4.- Suprimir la negociación directa entre el empleador y la trabajadora sobre la forma de ejercer el derecho a dar alimento al hijo menor de dos años, y en su lugar, establecer que es la trabajadora la que tiene el derecho a elegir alguna de las tres formas que establece la ley, esto es: a) en cualquier momento dentro de la jornada de trabajo; b) dividir la hora adicional en dos porciones; c) postergando o adelantando en media hora, o en una hora, según el caso, al inicio o término de la jornada. 5.- Otorgar la ampliación del tiempo (adicional a la hora diaria) necesario para el viaje de ida y vuelta de la madre para dar alimentos a sus hijos respecto de todas las trabajadoras titulares de este derecho, independientemente de que el empleador estuviere obligado a contar con sala cuna 1. CONTENIDO ESPECÍFICO Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones al Código del Trabajo: "1.- En el artículo 206: a) Sustitúyese en el inciso quinto2 las expresiones "a acordar con el empleador" por "a elección de la trabajadora". b) Sustitúyese en el inciso quinto las expresiones "Tratándose de empresas que estén obligadas a lo preceptuado en el artículo 203, el" por la palabra "El". c) Agrégase el siguiente inciso final: "Si ambos padres son trabajadores dependientes, cualquiera de ellos, a elección de la madre, podrá gozar del referido derecho. Con todo, dicho derecho se otorgará al padre que tuviere la tuición del menor por sentencia judicial o cuando la madre hubiere fallecido o estuviese imposibilitada de hacer uso de él por cualquier causa. A falta de ambos, a quien acredite su tuición o cuidado".3 1 Se trata del caso en que el empleador obligado a contar con sala cuna, no cuenta con ella, y en su lugar, paga los gastos de sala cuna directamente a un establecimiento (inciso quinto del artículo 203). En este caso la ley vigente otorga la ampliación del tiempo durante el viaje de ida y vuelta. La modificaciòn propuesta, extiende la ampliación a otras hipótesis, como por ejemplo, si el hijo permaneciere en la casa de la trabajadora. 2 Las expresiones a que se refiere este precepto, se encuentran en el inciso primero y no en el quinto, del artículo 206). 3 Quedaría con la siguiente redacción: Art. 206. Las trabajadoras tendrán derecho a disponer, a lo menos, de una hora al día, para dar alimento a sus hijos menores de dos años. Este derecho podrá ejercerse de alguna de las siguientes formas a elección de la trabajadora: a) En cualquier momento dentro de la jornada de trabajo. b) Dividiéndolo, a solicitud de la interesada, en dos porciones. c) Postergando o adelantando en media hora, o en una hora, el inicio o el término de la jornada de trabajo. Este derecho podrá ser ejercido preferentemente en la sala cuna, o en el lugar en que se encuentre el menor. Para todos los efectos legales, el tiempo utilizado se considerará como trabajado. El derecho a alimentar consagrado en el inciso primero, no podrá ser renunciado en forma alguna y le será aplicable a toda trabajadora que tenga hijos menores de dos años, aun cuando no goce del derecho a sala cuna, según lo preceptuado en el artículo 203. El período de tiempo a que se refiere el inciso primero se ampliará al necesario para el viaje de ida y vuelta de la madre para dar alimentos a sus hijos. En este caso, el empleador pagará el valor de los pasajes por el transporte que deba emplearse para la ida y regreso de la madre. Si ambos padres son trabajadores dependientes, cualquiera de ellos, a elección de la madre, podrá gozar del referido derecho. Con todo, dicho derecho se otorgará al padre que tuviere la tuición del menor por sentencia judicial o cuando la madre 2 -2- 14 de noviembre de 2008 ISSN 0787-0415 2.- En el inciso final del artículo 207 intercálase entre el guarismo 201 y el punto (.) que le sigue las siguientes expresiones: ", salvo a lo referido al derecho a sala cuna y al derecho a dar alimento a los hijos menores de dos años, que se extinguirán cuando estos cumplan dicha edad".". 4 FUNDAMENTO, SEGÚN LA INICIATIVA 1.- Antecedentes. Las normas sobre protección a la maternidad han sido objeto de un importante debate en los últimos años y los proyectos de reforma que se han presentado, algunos de los cuales ya son leyes de la República, han buscado perfeccionar y extender los derechos, eliminar la discriminación para garantizar la igualdad e incorporar al padre en el reconocimiento de derechos para posibilitar una adecuada distribución de las responsabilidades familiares. Ha sido recientemente publicada la Ley N° 20.166 la cual, luego de una larga tramitación, ha extendido el derecho a alimentar a los hijos menores de dos años para aquellas trabajadoras que no tienen derecho a sala cuna. Dicha normativa es susceptible de ser perfeccionada en la línea de garantizar la expresión de voluntad de la trabajadora al momento de determinar la forma en que podrá ejercerse el derecho y en el sentido de considerar el tiempo necesario para el viaje de ida y vuelta de la madre para dar alimentos a sus hijos respecto de todas las trabajadoras titulares de este derecho. 2.- Necesidad de legislar. A fin de actualizar esta norma con otras reformas ya introducidas a la legislación, se ha considerado importante incorporar también al padre como posible beneficiario de este derecho, en la medida que él y la madre sean trabajadores dependientes. Se propone que cualquiera de ellos, a elección de la madre, pueda gozar del referido derecho. Asimismo, se consideran en el texto propuesto otras hipótesis en la cuales será el padre quien acceda al derecho, como asimismo la situación de que ambos falten, en la cual se otorgará a quien acredite la tuición o cuidado del menor. Procurar atender de manera más igualitaria a las situaciones de los trabajadores con responsabilidades familiares y disminuir potencialmente la discriminación en la contratación de las mujeres, toda vez que el mayor costo laboral que pudiera asociarse al ejercicio de este derecho podría corresponder, sin que pueda saberse anticipadamente, tanto a la madre trabajadora como al padre trabajador. hubiere fallecido o estuviese imposibilitada de hacer uso de él por cualquier causa. A falta de ambos, a quien acredite su tuición o cuidado. 4 Art. 207. Corresponde a la Junta Nacional de Jardines Infantiles y a la Dirección del Trabajo velar por el cumplimiento de las disposiciones de este título. Cualquiera persona puede denunciar ante estos organismos las infracciones de que tuviere conocimiento. Las acciones y derechos provenientes de este título se extinguirán en el término de sesenta días contados desde la fecha de expiración del período a que se refiere el artículo 201, salvo a lo referido al derecho a sala cuna y al derecho a dar alimento a los hijos menores de dos años, que se extinguirán cuando estos cumplan dicha edad. 3 -3- 14 de noviembre de 2008 ISSN 0787-0415 Por último, se propone modificar el artículo 207, a efectos de clarificar que los derechos de sala cuna y de alimentar a los hijos menores de dos años pueden ejercerse por la trabajadoras hasta que aquellos cumplan la mencionada edad. II. COMENTARIOS DE LIBERTAD Y DESARROLLO IMPLICANCIAS CONSTITUCIONALES 1.- Materia de ley. Según dispone el artículo 63, Nº 4, de la Constitución Política, constituyen materias propias de ley, los aspectos básicos relativos al régimen jurídico laboral. Uno de esos aspectos es el que dice relación con derechos anexos al contrato de trabajo, como el derecho de dar alimento al hijo menor durante la jornada de trabajo, y, por ello, puede estimarse que el proyecto cumple la hipótesis descrita en el precepto citado. Además, en virtud del artículo 63, Nº 3, de la Constitución Política, constituyen materias de ley aquellas que son objeto de codificación. COMENTARIOS DE MÉRITO 2.- Enfoque general. Mediante la extensión a los padres trabajadores del beneficio de disponer de a lo menos una hora al día para dar alimento a sus hijos menores de dos años, el proyecto en análisis tiene por objeto distribuir igualitariamente las responsabilidades familiares y acabar con la discriminación que las mujeres deben soportar frente a un trabajador hombre cuando postulan a un determinado puesto de trabajo, toda vez que al extender el derecho en cuestión a los hombres, el mayor costo laboral que pudiera asociarse al ejercicio del mismo, corresponderá, sin que pueda saberse anticipadamente, ya sea a la madre trabajadora como al padre trabajador. Lo anterior por cuanto respecto de una mujer trabajadora, el empleador eventualmente deberá soportar una serie de cargas que en muchos casos no operan respecto del trabajador varón o que preferentemente serán asumidas por la mujer (por ejemplo pre y post natal, permiso por enfermedad grave del hijo menor, derecho de alimentación, etc.). Sobre esa idea general, el proyecto modifica, además, la manera de hacer valer ese derecho —actualmente de común acuerdo con el empleador— entregando a la trabajadora la decisión sobre si lo va a ejercer a) en cualquier momento dentro de la jornada de trabajo; b) dividiéndolo, a solicitud de la interesada, en dos porciones; o c) postergando o adelantando en media hora, o en una hora, el inicio o el término de la jornada de trabajo. Asimismo, el beneficio contemplado en el inciso final del artículo 206 —agregar al período de tiempo para hacer uso del beneficio el tiempo 4 -4- 14 de noviembre de 2008 ISSN 0787-0415 necesario para el viaje de ida y vuelta— se amplía a otros casos, dejando de ser un beneficio exclusivo de aquellas que trabajen en empresas que ocupen 20 o más trabajadoras, si el empleador, en lugar de contar con sala cuna en el lugar de trabajo, paga una sala cuna a la que tenga acceso la trabajadora para dejar a su hijo menor. Siendo así, un empleador que no está obligado a tener sala cuna, deberá reconocer el derecho de la trabajadora de ir y volver, por ejemplo, a su casa, para dar alimento a su hijo menor de dos años. 3.- Duda sobre sus efectos. Si bien en algunos casos es necesario dictar normas determinadas a fin de corregir situaciones injustas o discriminatorias creadas por la misma ley, la forma en que el proyecto intenta corregir las barreras que debe superar una mujer para acceder al mercado laboral y redistribuir las responsabilidades familiares, puede resultar contraproducente. En primer lugar, si nuestro ordenamiento jurídico ha considerado la maternidad como un bien social, que requiere de regulación y protección, lo correcto es que esa protección sea soportada por la sociedad como un todo y no únicamente por el empleador. Traspasarle al empleador, de la madre o del padre, el costo de la alimentación de los hijos durante los dos primeros años de vida durante la jornada laboral, resulta por lo tanto una carga injusta y arbitraria que dicho empleador no debe —ni puede en la mayoría de los casos— soportar. En segundo lugar, si lo que se pretende es acabar con la discriminación que un cierto grupo de mujeres sufre frente a trabajadores hombres de similares características al momento de acceder al mercado laboral, la solución no debe apuntar a igualar la condición de ambos grupos haciendo más gravosa la contratación de los hombres, sino que por el contrario, la solución correcta debe apuntar a disminuir los costos asociados a la contratación de esas mujeres, traspasando el costo de esas medidas a un tercero distinto del empleador. Con la solución propuesta por el proyecto, no solo mantiene la discriminación respecto del grupo de mujeres que la misma norma intenta proteger, sino que por el contrario, se está incorporando en ese mismo grupo a los trabajadores hombres más susceptibles de ser padres. Por último, el proyecto no resuelve la forma en que en la práctica deberá operar el beneficio respecto del padre, en caso que la madre opte porque sea éste el que lo utilice. ¿Debe la madre notificar al empleador del padre o debe el empleador de ésta notificar al padre o a su empleador? ¿La decisión de la madre de transferir el beneficio es de carácter permanente o puede hacerlo por un período determinado? ¿Cómo se evita que ambos padres no se aprovechen de este derecho, si trabajan en lugares distantes y para diferentes empleadores? Preguntas como estas y muchas otras surgen de la simple lectura del proyecto, por lo que resulta evidente que el proyecto en cuestión presenta deficiencias notorias en su técnica legislativa. 5 -5- 14 de noviembre de 2008 4.- Comentario general sobre las modificaciones a leyes laborales. ISSN 0787-0415 La iniciativa va en la misma línea de otras leyes ya dictadas y proyectos en discusión que buscan conceder beneficios a los trabajadores, que si bien persiguen fines nobles, no tienen fundamento para que el costo de ellas deba ser soportado exclusivamente por el empleador, costos que no son solo pecuniarios, sino que al mismo tiempo alteran el régimen de trabajo y el sistema organizacional de la respectiva unidad productiva. A la hora de establecer un nuevo beneficio legal pagado por el empleador, es oportuno tener a la vista que en nuestra legislación laboral ya se han establecido varios permisos, cuya necesidad de regulación legal puede en varios casos cuestionarse, ya que al establecer por ley y hacer obligatorio un permiso más, o extender uno existente, como es el caso, es necesario tener en cuenta los negativos efectos que dicha medida puede producir en un mercado laboral como el que existe en nuestro país, el que, como ha quedado demostrado en otros números de la presente reseña, se compone mayoritariamente de medianas y pequeñas empresas.5 El hecho que el permiso en análisis exista en la actualidad respecto de las mujeres, no obsta a que se critique el mismo, ya que a través de reformas aparentemente menores como la propuesta, es que se ha ido haciendo cada vez más rígida y compleja nuestra legislación laboral. No se critica la concesión de beneficios en sí, pero existe evidencia que si lo que se busca es asegurar el ingreso de un mayor número de personas al mercado laboral, lo más conveniente es dejar dichas materias a lo que libremente acuerden las partes. Al fijar por ley todos los permisos que un trabajador eventualmente puede necesitar, se priva al administrador de una herramienta razonable de que dispone para premiar e incentivar al trabajador que presenta un mayor compromiso con la empresa y un mejor rendimiento. En ese sentido, al ser la ley la que otorga un beneficio determinado con goce de remuneraciones, entonces desaparece la posibilidad de otorgar voluntariamente el permiso como incentivo al desempeño. 5 Reseña Legislativa Nº 877 Cuadro Nº 1 Distribución de empresas de acuerdo a su tamaño Tamaño de la empresa % del Total Gran empresa (200 y más) 4,7% Mediana empresa (50 a 199) 16,1% Pequeña empresa (10 a 49) 50,4% Microempresa (4 a 9) 28,8% Total 100,0% Fuente: ENCLA 2006 6 -6- 14 de noviembre de 2008 5.- Conclusión ISSN 0787-0415 La proposición de extender al padre el beneficio contemplado en el artículo 206 del Código del Trabajo tiene por objeto asegurar una adecuada distribución de las responsabilidades familiares y disminuir potencialmente la discriminación en la contratación de las mujeres, toda vez que el mayor costo laboral que pudiera asociarse al ejercicio de este derecho podría corresponder, sin que pueda saberse anticipadamente, tanto a la madre trabajadora como al padre trabajador. Si bien dicha finalidad es atendible, no lo es el instrumento empleado para lograrla, toda vez que con la norma propuesta sólo se soluciona el objetivo de distribuir adecuadamente las responsabilidades familiares, pero no se termina con la discriminación aludida, sino que por el contrario se pasa a discriminar ya no sólo a las trabajadoras mujeres en cuestión, sino que también a los trabajadores hombres que se encuentren en una situación equivalente. Por último, si nuestro ordenamiento jurídico ha considerado la maternidad como un bien social, que requiere de regulación y protección, lo correcto es que el costo de esa protección sea soportada por la sociedad como un todo y no únicamente por el empleador de él o la trabajadora que tenga un hijo menor de dos años. 7 -7-