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Cuatro textos de Aristóteles para realizar el Comentario.
Pautas, las de la Prueba de Selectividad
Texto 1
Se llama Causa, ya la materia de que una cosa se hace: el bronce es la causa de la
estatua, la plata de la copa, y, remontándonos más, lo son los géneros a que pertenecen la
plata y el bronce; ya la forma y el modelo, así como sus géneros, es decir, la noción de la
esencia (…).
También se llama causa al primer principio del cambio o del reposo. El que da un
consejo es una causa, y el padre es causa del hijo; y en general, aquello que hace es causa
de lo hecho, y lo que imprime el cambio lo es de lo que experimenta el cambio.
La causa es también el fin, y entiendo por esto aquello en vista de lo que se hace una
cosa. La salud es causa del paseo. ¿Por qué se pasea? Para mantenerse uno sano,
respondemos nosotros; y al hablar de esta manera, creemos haber dicho la causa.
Por último, se llaman causas todos los intermedios entre el motor y el objeto. La
maceración, por ejemplo, la purgación, los remedios, los instrumentos del médico, son
causas de la salud; porque todos estos medios se emplean en vista del fin. Estas causas
difieren, sin embargo, entre sí, en cuanto son las unas instrumentos y otras operaciones.
Tales son, sobre poco más o menos, las diversas acepciones de la palabra causa.
(Aristóteles, Metafísica, Libro Quinto, II)
Texto 2
Algunas cosas son por naturaleza, otras por otras causas. Por naturaleza, los
animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire y el
agua —pues decimos que éstas y otras cosas semejantes son por naturaleza. Todas estas
cosas parecen diferenciarse de las que no están constituidas por naturaleza, porque cada
una de ellas tiene en sí misma un principio de movimiento y de reposo, sea con respecto al
lugar o al aumento o a la disminución o a la alteración. Por el contrario, una cama, una
prenda de vestir o cualquier otra cosa de género semejante, en cuanto que las significamos
en cada caso por su nombre y en tanto que son productos del arte, no tienen en sí mismas
ninguna tendencia natural al cambio; pero en cuanto que, accidentalmente, están hechas
de piedra o de tierra o de una mezcla de ellas, y sólo bajo este respecto, la tienen. Porque
la naturaleza es un principio y causa del movimiento o del reposo en la cosa a la que
pertenece primariamente y por sí misma, no por accidente. (…)
Naturaleza es, pues, lo que se ha dicho. Y las cosas que tienen tal principio se dice
que «tienen naturaleza». Cada una de estas cosas es una substancia, pues es un substrato
y la naturaleza está siempre en un substrato. Y se dice que son «conforme a naturaleza»
todas esas cosas y cuanto les pertenece por sí mismas, como al fuego el desplazarse hacia
arriba; pues este desplazamiento no es «naturaleza», ni «tiene naturaleza», pero es «por
naturaleza» y «conforme a a naturaleza» .
Queda dicho, entonces, qué es la naturaleza y qué es ser «por naturaleza» y
«conforme a naturaleza». Que la naturaleza existe, sería ridículo intentar demostrarlo;
pues es claro que hay cosas que son así, y demostrar lo que es claro por lo que es oscuro
es propio de quienes son incapaces de distinguir lo que es cognoscible por sí mismo de lo
que no lo es. Aunque es evidente que se puede experimentar tal confusión, pues un ciego
de nacimiento podría ponerse a discurrir sobre los colores. Pero los que así proceden sólo
discuten sobre palabras, sin pensar lo que dicen.
(Aristóteles, Física, Libro Segundo, I)
Texto 3
Las cosas (…) son o un «esto» o una cantidad o una cualidad, y de la misma manera en
las otras categorías de lo que es. (…) Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas,
pues lo que cambia siempre cambia o sustancialmente o cuantitativamente o
cualitativamente o localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a tales
cambios y no sea o un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras
categorías (…).
Cada una de estas categorías está presente en las cosas de dos maneras: por ejemplo,
con respecto a un «esto», en su forma o su privación; con respecto a la cualidad, en lo
blanco o lo negro; con respecto a la cantidad, en lo completo o lo incompleto; y de la
misma manera con respecto al desplazamiento en el arriba o el abajo, lo pesado o lo ligero.
(…) Y puesto que distinguimos (...) lo actual y lo potencial, el movimiento es la
actualidad de lo potencial en cuanto a tal; por ejemplo, la actualidad de lo alterable en
tanto que alterable es la alteración (…); la de lo generable y lo destructible es la
generación y la destrucción; la de lo desplazable es el desplazamiento.
(Aristóteles, Física, Libro Tercero, I)
Texto 4
Hay también algo que mueve eternamente, (…) es un ser que mueve sin ser movido,
ser eterno, esencia pura, y actualidad pura. (…)
El ser inmóvil mueve con objeto del amor, y lo que él mueve imprime el movimiento a
todo lo demás. Luego en todo ser que se mueve hay posibilidad de cambio; (…) el ser que
es movido puede mudar, si no en cuanto a la esencia, por lo menos en cuanto al lugar.
Pero desde el momento en que hay un ser que mueve, permaneciendo él inmóvil, (…)
este ser no es susceptible de ningún cambio. En efecto, el cambio primero es el
movimiento de traslación, y el primero de los movimientos de traslación es el movimiento
circular. El ser que imprime este movimiento es el motor inmóvil. El motor inmóvil es,
pues, un ser necesario, y en tanto que necesario, es el bien, y por consiguiente un
principio.
(...) Es evidente, conforme con lo que acabamos de decir, que hay una esencia
eterna, inmóvil y distinta de los objetos sensibles. Queda demostrado igualmente que esta
esencia no puede tener ninguna extensión, que no tiene partes y es indivisible. (…)
Además, finalmente, ella no admite modificación ni alteración. Además, finalmente, ella no
admite modificación ni alteración, porque todos los movimientos son posteriores al
movimiento en el espacio.
(Aristóteles, Metafísica, Libro Duodécimo, VII)
Fecha tope de entrega:
Viernes, 6 de Marzo de 2015
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