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Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación
de la eficiencia energética de los edificios
El pasado 1 de junio entró en vigor el Real Decreto 235/2013, el cual mediante un artículo único aprobó el
procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios.
Este Real Decreto pretende promocionar la eficiencia energética y por ello se obliga a que los vendedores y
arrendadores de inmuebles entreguen cierta información a los compradores y arrendatarios en relación con las
características energéticas de los edificios.
Este proceso será de aplicación para:
 Edificios de nueva construcción.
 Edificios ya existentes que se vendan o alquilen a un nuevo arrendatario, siempre que no disponga de
este certificado en vigor.
 Edificios, o partes de edificios, con superficies superiores a 250m2 ocupados por una autoridad pública y
que sean frecuentados habitualmente por el público.
Se excluyen del proceso:
 Edificios y monumentos protegidos oficialmente.
 Edificios, o partes de edificios, utilizados exclusivamente para actividades religiosas.
 Construcciones provisionales con un plazo previsto de utilización igual o inferior a dos años.
 Edificios industriales, de la defensa y agrícolas.
 Edificios o partes de edificios aislados con una superficie útil total inferior a 50 m2.
 Edificios que se compren para reformas importantes o demolición.
 Edificios o partes de edificios existentes de viviendas, cuyo uso sea inferior a cuatro meses al año, o bien
durante un tiempo limitado al año y con un consumo previsto de energía inferior al 25% de lo que
resultaría de su utilización durante todo el año (siempre que así conste mediante declaración
responsable del propietario de la vivienda).
La determinación de la calificación de la eficiencia energética deberá realizarse mediante unos programas
informáticos específicos y unas guías técnicas, denominados documentos técnicos, los cuales han sido
reconocidos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el Ministerio de Fomento.
En caso contrario, para que el procedimiento tenga igualmente validez, se hará uso del procedimiento
establecido en el documento informativo de “Aceptación de soluciones singulares y capacidades adicionales a los
programas de referencia y alternativos de calificación de eficiencia energética de edificios”.
El propietario o promotor del edificio será el responsable de encargar la realización de la certificación, así como
de presentar dicho certificado al órgano competente de la Comunidad Autónoma para su correcto registro.
Para el caso concreto de los edificios de nueva construcción se deberá hacer un certificado del proyecto que
quedará adjunto al proyecto de ejecución y al certificado del edificio terminado. Este último expresará que el
edificio ha sido ejecutado de acuerdo al proyecto de ejecución. Ambas certificaciones deberán ser suscritas por
un técnico competente.
El órgano competente de la Comunidad Autónoma establecerá un sistema de control de los certificados.
En caso de que la certificación obtenida resultante de este control difiriese de la inicial, se le comunicarán al
propietario o promotor las diferencias y un plazo determinado para su subsanación o presentación de
alegaciones en caso de discrepancia antes de proceder, en su caso, a la modificación de la calificación obtenida.
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El órgano competente podrá realizar cuantas inspecciones sean necesarias para comprobar y vigilar el
cumplimiento de la obligación de la realización de la certificación.
El certificado tendrá una validez de 10 años y el mismo órgano competente de la Comunidad Autónoma
establecerá las condiciones de renovación o actualización del mismo. El propietario del edificio será el
responsable de la renovación o actualización que, en este segundo caso, será cuando considere que existen
variaciones en el edificio que pudiera modificar el certificado.
La obtención del certificado otorgará el derecho de utilización de la etiqueta de eficiencia energética. Esta se
incluirá en ofertas, promociones y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento de edificios. En el caso en
concreto de edificios privados que sean frecuentados por el público y que posean una superficie superior a los
500 m2 deberán exhibir la mencionada etiqueta de forma obligatoria.
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inversión con la mayor garantía legal pudiéndole asesorar de todos los cambios normativos que le puedan ser de
aplicación.
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