Los beneficios que nos da el amor 1 Juan 3:16 El amor es, sin duda, la fuerza más constructiva del universo. Todo ser humano nace con la necesidad de amar y sentirse amado. Pero debido al pecado, los seres humanos, no entendemos ni vivimos en los beneficios que producen el verdadero amor. Por lo general, pensamos del amor como algo egoísta: Yo amo si soy amado. Pero de acuerdo a Dios, el amor es un mandato: somos llamados a amar. Y cuando obedecemos este mandato, entonces recibimos sus beneficios. Veamos algunas de estas virtudes del amor que tanto necesitamos en nuestra vida personal, en nuestra familia, en la iglesia y en la sociedad: El amor cubre las faltas. Prov. 10: 12, 1 Pedro 4:8. Cuando no amamos, sólo vemos defectos en los demás. Pero cuando amamos, tendemos a pasar por alto los defectos y los errores de los otros, los perdonamos, los soportamos. El texto nos habla de tener tolerancia en las relaciones unos con otros y de aceptar a los demás como son y no como nosotros quisiéramos que fueran. Por lo general, también nosotros recibiremos el beneficio de tener tal actitud. El amor produce buena salud. Prov. 15: 17; Rom 13: 10. Cuando vivimos amando a los demás somos menos propensos a contraer úlceras estomacales. De nada nos sirve tener todos los tesoros del mundo, si no tenemos amor por otros, para poder disfrutarlos con ellos. Según la psicóloga Alejandra Yarmuch, una persona que ama y se siente amada “tiende a tener mejor ánimo debido a que tiene un mayor flujo de endorfinas en su sangre. Estas hormonas son capaces de proporcionar bienestar y mejoran los estados de depresión y ansiedad… Las personas que aman tienen otra actitud frente a la vida, ya que al sentirse queridas, el amor, la seguridad y la confianza hacia uno mismo crecen. Amar es bueno para el trabajo, puesto que al aumentar la seguridad se es capaz de enfrentar tareas de mejor manera y solucionar problemas más fácilmente. Pero el efecto del amor no se limita a lo psicológico. Físicamente, se tiene mejor digestión, mayor resistencia a las enfermedades, y hasta se mantiene joven por más tiempo” (El Nuevo Día, 02.15.12). El amor dura más allá de la muerte. Cantares 8: 6; Jer 31: 3. El amor es el bien más perdurable del ser humano y de Dios.1 Cor 13: 13 “y ahora quedan la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. El odio será destruido con la muerte, pero el amor es el elemento sobre el cual Dios construye el universo. El amor mantiene viva la memoria de los que ya no están con nosotros. La sangre de Cristo, derramada por amor, es el poder que destruye el pecado, el diablo y la muerte. El que ama con el amor de Dios, es eterno. El amor redime. Isaías 63: 9; Rom. 5: 8; 1 Cor 16: 14. La más grande demostración de amor fue la entrega de Cristo por nosotros en la cruz. Nadie tiene mayor amor que éste. El resultado de ese amor es que nos redime. Los cristianos somos llamados a amar de la misma manera. A perdonar las ofensas, a aceptarnos tal como somos, a dejar los sentimientos de culpabilidad y de insuficiencia. El amor de Dios en nosotros nos libra de la carga condenatoria del pasado y nos da la gracia para vivir un presente lleno de intención y fuerza. No hay bendición ni beneficio más grande para el ser humano que el amor. Dios ha derramado de su amor sobre los que decimos ser seguidores de Cristo. Dejemos que el perfume de su amor llene la tierra para combatir tanto dolor, odio y sufrimiento. Recuerda que si somos cristianos, amar no es una opción sino un mandato de Cristo.