los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Asimismo repartió los dos pescados entre todos. Comieron todos hasta saciarse; incluso se llenaron doce canastos con los pedazos de pan, sin contar lo que sobró de los pescados. Los que habían comido eran unos cinco mil hombres. Los discípulos se dejan fascinar por la fé de Jesús y el milagro acontece. Chapecó - SC 12 al 15 de octubre de 2006 Para el trabajo en grupo - ¿Que gesto de compartir me llama a realizar Jesús, personalmente y con los otros? - ¿En una vida corrida, como encontrar tiempo para la oración? Folleto 1 Reflexión Jesús y sus discípulos tenían una vida corrida. Era difícil encontrar tiempo para parar y rezar. Por eso, de vez en cuando, se apartaban, y Jesús pasaba noches solo en vigilia de oración. Pero, en este día, el pueblo también fue hasta el desierto. Jesús no se negó a atenderlo. Se quedo enseñando. La hora del almuerzo pasó sin que nadie lo notara. Pero, viendo la noche llegar, los discípulos avisaron a Jesús que estaba en la hora de mandar al pueblo para casa, inclusive para comer. ¡Es probable que ellos mismos estuvieran con ganas de comer alguna cosa! Pero Jesús va más allá de este consejo sensato. Él piensa en el mundo que podría existir si todos viviesen en comunión y compartieran. Y lanza un desafío loco a sus seguidores, algo que parece imposible. Él les dice: ¡Denles ustedes mismos de comer! Canto Cantarei ao Senhor enquanto viver, louvarei o meu Deus enquanto existir, nele encontro a minha alegria, nele encontro a minha alegria. Material de preparación Para prepararse para la Jornada, procure estudiar los folletos, junto con otros jóvenes. Para conseguir copias, entrar en contacto con: Jornada da Confiança C.P. 38, 48010-970 Alagoinhas BA tel. e fax: (75) 3422.4748 e-mail: [email protected] site: www.taize.org.br/jornada Compasión y Compartir Una Jornada de la Confianza: ¿El que es? Una experiencia de vida cristiana compartida, en fé y oración; ¿Para quién? Jóvenes a partir de 17 años; ¿Con quién? Con los hermanos de Taizé y la Iglesia en Alagoinhas (BA); ¿El que es Taizé? Una comunidad ecuménica de hermanos, que consagran su vida al servicio de Cristo; ¿Como prepararse? Estudiar los folletos (este es el primero); ¿Como? Procure un grupo de jóvenes, o un movimiento en su Iglesia; ¿Si no tiene? Llame algunas amigas y amigos y preparense juntos. Refrão: Confiemo-nos ao Senhor, ele é justo e bondoso; confiemo-nos ao Senhor, aleluia. 1 Compasión y Compartir Un dato de la vida Necesita poco para mudar un ambiente agresivo Junto con algunos jóvenes y el responsable de Caritas, fuimos al encuentro de las personas que viven recogiendo basura. Fuimos acogidos con agresividad. Una mujer contó que había encontrado el cuerpo de un recién nacido que la madre abandono y tiro allí. Ella contó eso llorando y con rabia. Después de conversar, fuimos hasta el coche a coger algunas bolsas de comida que habíamos traído. Había también copias del Nuevo Testamento. Después, formamos un círculo y, con las manos unidas, rezamos el Padre Nuestro. Así, de repente, esos hombres y mujeres con el rostro y las manos sucias de basura, con ropas rasgadas, todos, sin excepción, comenzaron a llorar. Cuando partimos, la última imagen que se nos gravo es que estaban, en círculo, en el barro, compartiendo entre todos la comida que trajimos. Precisa de poco para mudar un ambiente de agresividad y odio en comunidad de amor. Esas personas eran como un espejo que nos mostraba nuestra propia fragilidad y como nosotros también necesitamos de misericordia. De la Carta Inacabada, del hno Roger: En su Evangelio, con una fulgurante intuición, san Juan expresa en tres palabras quién es Dios: «Dios es amor.» Si comprendiéramos solamente estas tres palabras, iríamos lejos, muy lejos. ¿Qué es lo que nos cautiva de estas palabras? Encontrar en ellas esta luminosa certeza: Dios no envió a Cristo a la tierra para condenar a nadie, sino para que todo ser humano se sepa amado y pueda encontrar un camino de comunión con Dios.¿Por qué hay a quienes les sobrecoge el asombro de un amor y se reconocen amados, incluso colmados? ¿Y por qué otros, sin embargo, tienen la impresión de ser poco tomados en cuenta? Quien elige amar y decirlo con su propia vida es llevado a interrogarse sobre una de las cuestiones más fuertes que existen: ¿cómo aliviar las penas y los tormentos de los que están cerca o lejos? ¿Pero qué es amar? ¿Será compartir los sufrimientos de los más maltratados? Sí, es eso. ¿Será tener una infinita bondad de corazón y olvidarse de sí mismo por los otros, con desinterés? Sí, ciertamente. Y aún más: ¿qué es amar? Amar es perdonar, vivir reconciliados. Y reconciliarse es siempre una primavera del alma. Un trozo del Evangelio: Mc 6,30-44 Al volver los apóstoles a donde estaba Jesús, le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo: «Vámonos aparte, a un lugar retirado, y descansarán un poco.» Porque eran tantos los que iban y venían que no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar despoblado. Pero la gente vio cómo se iban, y muchos cayeron en la cuenta; y se dirigieron allá a pie. De todos los pueblos la gente se fue corriendo y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio toda aquella gente, y sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles largamente. Se había hecho tarde. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Estamos en un lugar despoblado y ya se ha hecho tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los pueblos más cercanos y se compren algo de comer.» Jesús les contestó: «Denles ustedes de comer.» Ellos dijeron: «¿Y quieres que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para dárselo?» Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver.» Volvieron y le dijeron: «Hay cinco, y además hay dos pescados.» Entonces les dijo que hicieran sentar a la gente en grupos sobre el pasto verde. Se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomó Jesús los cinco panes y