GANGRENA DE FOURNIER Dr. Raúl Medina Ninacondor Urólogo Asistente - Hospital Nacional Cayetano Heredia Profesor Asociado del Departamento de Cirugía – UPCH La Gangrena de Fournier (GF) se describe clásicamente como fasceitis necrotizante severa, de rápida progresión que involucra genitales, perineo y pared abdominal 1,2,3,10,15,20. En 1883, Jean Alfred Fournier, médico venerólogo francés, describió un síndrome de gangrena en el pene y el escroto en un varón joven, de aparición súbita y que evolucionó rápidamente hacia la necrosis. Desde entonces se han descrito aproximadamente 700 casos de este síndrome que describe a una fasceitis necrotizante de las regiones perirrectales, perineales o genitales que se presentan tanto en hombres como mujeres 1,2,3, 19,20. Los hallazgos patológicos la definen como una gangrena sinergista que inicia con una endarteritis obliterativa causada por la diseminación de los microorganismos que origina una trombosis vascular con la subsecuente isquemia que permite una proliferación de microorganismos anaerobios en dicha zona. 1,2,3,13, 19, 20.Los microorganismos anaerobios producen hidrógeno y nitrógeno que se acumulan en el tejido subcutáneo y clínicamente se manifiesta como enfisema subcutáneo, que es característico, más no patognomónico de infección por anaerobios 1,2,20 Desde su descripción inicial en 1883, la GF fue clasificada en muchos casos de idiopática debido a que los síntomas iniciales eran vagos e inespecíficos y la puerta de ingreso de la infección pobremente definida. Actualmente, sin embargo, se describen como causas principales las infecciones anorrectales (abscesos isquiorrectales, interesfinterianos y perianales), las infecciones genitourinarias y lesiones traumáticas 1,2,19. Otras causas de GF son fístulas perianales, enfermedades colorrectales tales como carcinoma rectal, diverticulitis, perforación rectal y se ha descrito también la aparición de dicha enfermedad después de la realización de procedimientos tales como biopsia de mucosa rectal, dilatación anal, colocación de bandas en las hemorroides y la cirugía urogenital 1,2. De las causas urológicas se ha documentado a la estrechez uretral con extravasación proximal de orina como la más frecuente, seguidas de traumatismos, neoplasias, infección de las glándulas periuretrales 22, maniobras instrumentadas1,2 , luego de vasectomía 28 y luego del uso de instrumentos de succión de vacío usados en el tratamiento de disfunción erectil29. En la mujer se ha descrito de manera típica a los abscesos de vulva y de glándulas de Bartholino como la causa más frecuente de GF. 1,2,3,19,20. En la gran mayoría de los casos de GF los pacientes presentan enfermedades comórbidas importantes, siendo la más relacionada la diabetes mellitus, seguida por alcoholismo crónico, carcinomatosis, inmunodepresión por ingesta de esteroides, quimioterapia e infección por HIV. Otras enfermedades tales como infecciones virales y enfermedades neurológicas invalidantes han sido descritas1,20,24,25. Estas enfermedades determinan la morbimortalidad del curso de la enfermedad. 1,4,6,15. En lo que refiere a la flora bacteriana, la GF es una infección sinergista en la que se encuentran involucradas diversos microorganismos tanto aerobios como anaerobios que en condiciones normales son de virulencia baja o moderada. Entre los microorganismos identificados con mayor frecuencia se encuentran Escherichia coli, bacteroides, streptococcus y pseudomona. 1,2,13,19. La clínica en los pacientes con GF suele tener un inicio insidioso con sintomatología inespecífica. La mayoría de los pacientes refieren dolor y tumefacción perineales. Según el estadio de la enfermedad la piel puede encontrarse eritematosa, con ampollas o con zonas de franca necrosis y supuración. La crepitación, a pesar de ser característica de infección por anaerobios, no es patognomónica de dichos microorganismos y puede estar presente por otras causas como lesiones traumáticas 1. La necrosis dérmica suele estar presente en el 100% de los casos siendo un buen indicador de compromiso interno. Los estudios de imágenes pueden ser de utilidad para ayudar a identificar la causa y la extensión del proceso infeccioso. Los más utilizados son las radiografías simples de abdomen y de pelvis buscando aire subcutáneo y procesos intraabdominales tales como abscesos 1,18. La ultrasonografía escrotal sirve para delinear la extensión de la enfermedad y distinguir entre la GF y otras causas de edema y dolor escrotal como rotura testicular, hematomas, tumores, abscesos y epididimitis 1,8,15,17. La tomografía computarizada puede delimitar la extensión del proceso y descartar abscesos intraabdominales o retroperitoneales y evidenciar hallazgos tempranos tales como gas en el escroto y pelvis. El tratamiento es predominantemente quirúrgico. En caso de sepsis severa o shock séptico las medidas iniciales incluyen la estabilización hemodinámica con reto de fluidos o uso de fármacos dopaminérgicos. Casos extremos requieren apoyo ventilatorio. El paciente con GF con compromiso hemodinámico debe ser manejado en una unidad de cuidados intensivos 1,2,4,7,10,12,15. El tratamiento antibiótico elegido debe tener un grado alto de eficacia contra estafilococos, estreptococos, coliformes gramnegativos, pseudomonas, bacteroides y clostridium. La vacuna antitetánica debe aplicarse en todos los casos 1, 2,12,13,20 de pacientes con GF. El tratamiento quirúrgico radical se recomienda en todos los casos de GF. Se debe realizar el debridamiento radical de todos los tejidos afectados hasta que se encuentre tejido sano 7,11. Los hallazgos más frecuentes incluyen edema, necrosis licuefactiva de los tejidos subcutáneos, pus y en todos los casos necrosis de tejidos aponeuróticos. El hallazgo de necrosis testicular implica la presencia de trombosis de la arteria testicula y es probable encontrar un foco de infección intraabdominal y retroperitoneal, por lo que en esta situación se debe considerar la laparotomía exploratoria. En caso de que se haya perdido toda la piel escrotal los testículos pueden colocarse en sacos subcutáneos en los muslos o en la pared abdominal 1,7,11. La derivación fecal está indicada cuando existe compromiso de ano o periné y la derivación urinaria cuando existe compromiso de los genitales. Se debe considerar la terapia con oxigenación hiperbárica debido al rol que juegan las acterias anaerobias en la fisiólogía de la GF. Se ha postulado que dicha terapia tiene un efecto antibacteriano sobre estos microorganismos y se cree que propicia la cicatrización de las heridas 1,14. En muchos casos debe considerarse la cirugía reconstructiva, sobre todo en aquellos donde ha sido necesaria una resección amplia de tejidos 1,7. La mortalidad reportada en casos de gangrena de Fournier varía según estudios yendo desde a 75%, siendo generalmente del 30 a 40% 1,3,4,6,10,12.13,19,20. La alta tasa de mortalidad se debe a varios factores que van desde la enfermedad de fondo hasta la edad, el tiempo de enfermedad previo al ingreso y tratamiento antibiótico empírico previo al diagnóstico16. Un estudio de investigación descriptivo de serie de casos de pacientes con gangrena de Fournier tratados en el Hospital Nacional Cayetano Heredia fue desarrollado en el año 1999, el cual sirvió como tema de tesis de Pre- Grado a la Dra. Vanesa Sarda Taboada de la Universidad Peruana Cayetano Heredia RESUMEN La gangrena de Fournier (GF) es una fasceitis necrotizante de los genitales, perineo y pared abdominal. El objetivo de este estudio es describir el tipo de población afectada por esta enfermedad y su evolución durante su hospitalización, en el período comprendido entre enero de 1995 y Diciembre de 1999 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. Ingresaron al estudio siete pacientes con diagnóstico de GF. La edad promedio fue de 53.57 años con una predominancia del sexo masculino en 6/7 (85,7%) de los casos. La causa principal de la GF fue el absceso perianal en 3/7 (42,8%). La condición asociada más frecuente fue la Diabetes mellitus presente en 4/7 (57,1%) de los pacientes. El organismo hallado con mayor frecuencia fue Escherichia coli en 3/4 (75%) de los pacientes. En todos los pacientes se usaron esquemas mixtos de tratamiento antibiótico. Todos los pacientes fueron intervenidos para limpieza quirúrgica con un promedio de 1.8 limpiezas quirúrgicas por persona. En 6/7 pacientes se realizaron colostomias (85,7%) y en 4/7 se realizaron cistostomías (57,1%). Todos los pacientes fueron sometidos a curaciones diarias. La tasa de letalidad intrahospitalaria encontrada en nuestro medio fue de 14,2%. Concluímos que el manejo de esta entidad infecciosa debe ser agresivo, requiriendo manejo multidisciplinario, tratamiento antibiótico de amplio espectros, debridamiento quirúrgico extenso, derivación fecal y urinaria cuando sea necesario y curaciones diarias. BIBLIOGRAFÍA 1. Laucks SSII. Gangrena de Fournier. Surg Clin North Am. 1994, Dec; 74 (6): 1339 - 52. 2. Sherwood L, Gorbach S. IDCP Guidelines: Necrotizing skin and soft tissue infections. Infect Dis Clin Pract, 1996, 5 (8): 463 - 72. 3. Lamb R, Juler G. Fournier´s gangrene of the scrotum. A poorly defined syndrome or a misnomer? Arch Surg, 1983, 118: 38 - 40. 4. 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