INFORME 2002 ESTRUCTURA DEL INFORME El Informe Progreso económico y social 2002 comienza con un resumen y una agenda de temas y actividades relacionados con la integración regional en América Latina y el Caribe (Capítulo 1). ¿Cuál es la situación actual y hacia dónde va la región? El foco se ubica en la interacción entre los proyectos actuales de integración subregional, el nuevo programa de negociaciones comerciales multilaterales lanzado en Doha, las iniciativas norte-sur –como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)– y los acuerdos interregionales con la Unión Europea y Asia. El resto del libro se divide en tres partes. La primera parte está dedicada a las diferentes dimensiones de la integración regional. En el Capítulo 2 se analizan los méritos, objetivos e instrumentos de lo que se ha dado en llamar “nuevo regionalismo” en América Latina en los años noventa. Si bien los temas conexos de la integración del comercio y el acceso a los mercados han captado gran parte de la atención (Capítulo 3), se examinan también otras dimensiones que podrían ser igualmente importantes: los mecanismos institucionales que se requieren para el funcionamiento fluido de los acuerdos de integración regional (Capítulo 4), la integración financiera (Capítulo 5) y la integración de la infraestructura física (Capítulo 6). En cada capítulo se hace hincapié en los principales efectos de la integración en cada una de esas esferas, analizándose cuánto se ha logrado y qué queda por hacer. La segunda parte trata sobre importantes aspectos de la coordinación macroeconómica. En el Capítulo 7 se examinan los costos y los beneficios de los diferentes tipos de coordinación macroeconómica, los obstáculos que la dificultan y las experiencias de coordinación en América Latina. Luego se aborda con más detalle una clase particular de coordinación que merece especial atención: la de las políticas cambiarias y monetarias. En el Capítulo 8 se plantean los problemas que podrían presentarse cuando los países con acuerdos comerciales tienen desacuerdos cambiarios, y en el Capítulo 9 se describe la forma más profunda posible de coordinación de tipos de cambio: la creación de uniones monetarias. En la tercera parte se analizan los efectos de la integración regional en distintas esferas: la inversión extranjera directa (Capítulo 10), la productividad (Capítulo 11) y la desigualdad (Capítulo 12). En los tres capítulos se procura determinar si los diferentes tipos de acuerdos de integración regional (norte-sur, sur-sur) tienen efectos también diferentes. En general, hemos tratado de aprender de las experiencias de los países de América Latina y otras regiones que puedan ayudarnos a comprender las consecuencias potenciales de los acuerdos de integración regional con países industrializados. Estos acuerdos –entre ellos el ALCA– han cobrado cada vez más importancia en América Latina y sin duda desempeñarán una función crucial en el futuro de la región.