COMO VENCER EL DOLOR “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta…” Después de la muerte y resurrección de Jesús, el evangelio se expandió rápidamente. En todas partes surgían pequeñas comunidades. En poco tiempo la buena nueva de Jesús atravesó las fronteras de Palestina y entró en los límites del Imperio Romano: Asia Menor, Grecia, Italia. Unos treinta años después de la muerte de Jesús, en el mes de julio de 64, el emperador Nerón decretó la primera gran persecución. Por el año 59, cansado de su vida protegida, y animado por su amante Popea, Nerón mandó asesinar a su propia madre e inició una vida de desenfreno, disolución y locuras que lo convirtieron en el monstruo que pinta la historia. A algunos cristianos los envolvían en pieles de animales y los arrojaban a los perros, y otros a las fieras en el anfiteatro, para diversión de los miles de espectadores. Otros fueron crucificados. Y en el colmo de la crueldad, Nerón empapó a algunos cristianos con materiales inflamables, los ató en postes y luego los encendió para alumbrar sus jardines, mientras él paseaba en su carro triunfal entre estas antorchas humanas. La tradición enseña que Pedro y Pablo sufrieron el martirio durante esta persecución. Después de Nerón hubo un período de tregua para los cristianos. Pero cuando el emperador Domiciano (81–96) llegó al trono, decretó una nueva persecución. Esta vez fue mayor y mejor organizada. Domiciano torturaba a los cristianos para que abandonaran su fe. Fue en este tiempo en que el apóstol Juan sufrió el destierro siendo confinado a una pequeña isla rocosa llamada Patmos, allí era obligado a trabajos forzosos. Pesaba en su mente el recuerdo de sus hijos espirituales, torturados y muertos, la perdida de sus compañeros de ministerio con los que tantos momentos habia compartido, y la perdida de su propio hermano Jacobo quien fue degollado… Como hizo Juan para soportar tanto sufrimiento, tantas injusticias, tanto dolor, tanta pena, tantos golpes emocionales y psicológicos? Como logro mantener su integridad sin renunciar a su fe? Como pudo mantenerse enfocado y aun en desventaja ser un instrumento de Dios? Como hizo para no quebrase? Como hizo para no renunciar a su apostolado? De donde sacaba las fuerzas para seguir vivo? Muchos de nosotros frente a cosas 100 veces menores, nos resentimos, nos aislamos, renunciamos a nuestro lugar de propósito o responsabilidad. Muchos por cosas ínfimas a comparación de lo que estamos describiendo, ponemos en duda nuestra fe, nuestro llamado y decidimos abandonar o al menos seguir a Jesús de lejos. Una parte de nosotros quiere hacer lo correcto y la otra se quiere dejar llevar por lo que siente y eso es normal porque… Cuando hay dolor aparece el duelo: duelo significa combate entre dos. En esos momentos nos encontramos partidos. Una parte de nosotros acepta la perdida, el dolor y la otra tiene bronca, no la acepta no la entiende entonces ahí se produce una lucha interna. Todos necesitamos pasar por este proceso, es normal, no nos sintamos culpables por ello. Anulacion: Estan los que reprimern, callan, se lo mastican, tratan de ser fuertes, lo soportan por los demas para que nadie mas sufra. “no tengo que llorar” “no tengo que dar lastima” “que gano?”… Intesifican: Sueltan todo, lo llevan encima todo el tiempo, solo hablan de eso, mas pasa el tiempo peor se ponen, escuchan una música y se ponen mal, van a algún lugar y les produce recuerdos, tienen épocas del año en que se encierran en la nostalgia. No han terminado el proceso del duelo, no lo han podido superar, levantarse. El dolor tiene que salir: - No lo reprimas dejalo salir, sacalo en palabras, en oracion, en quebrantamiento delante de Dios, (como Ana en el templo) Pedi ayuda, compartilo porque la tristeza compartida se divide. Busca un oído, un hombro, un amigo. No esperes que te entienda porque nadie te va a entender, porque es tu dolor, pero busca a alguien que te escuche y acompañe. - No lo dejes crecer: No vivas atado al pasado, no recuerdes lo peor, no fomentes la nostalgia. Administra bien tus recuerdos. Si tocaste fondo, te vas a levantar: Si tocaste fondo no hay mas fondo, no podes estar mas bajo. Ahora vas a emerger, vas a salir a flote! Nunca pierdas tu conexión con Dios: Si hay algo que quiere provocar el dolor en nuestra vida es que por nuestras lagrimas dejemos de ver al Señor (como María en la tumba), perdamos las ganas de todo y nos dejemos estar. Muchos en el momento del dolor se desconectan de todo, desaparecen, incluso de Dios. La fuente de la felicidad es Dios, el es quien por una palabra, por una revelación por un toque te puede levantar y sacarte de la hora mas trágica. Pablo en la tormenta mantuvo su conexión con Dios y fue librado. Crea tu propio clima: Juan estaba en el espíritu en el día del Señor. El estaba solo, lejos de todo y de todos, pero el decidió mantener su conexión con Dios y crear un clima espiritual, abstraerse de todo y creo un paraíso donde el y Dios pudieran estar juntos. El dolor te encierra, te pone en lugar estrecho y oscuro, vos tenes que cambiar el clima, no te metas en la tienda, no te metas en la aldea (como el ciego de Betsaida) no te encierres en tu habitación, no te juntes con todos los melodramáticos. Cuando te quiera embargar el dolor y los recuerdos, entra en el espíritu, busca a Dios, cambia el clima a través de la música, un libro que te haga bien, una actividad que te apasione y vigorice. Mike Murdok cuenta que el siempre tiene su reproductor de música en el saco del bolsillo para crear un paraíso donde sea que este. Estar en el espíritu, no depende del lugar, no depende de la circunstancia, no depende de estar en compañía de otros hermanos, depende de tu corazón y de las ganas de hacer decender un pedacito de cielo alrededor tuyo, aunque alrededor haya un infierno, vos podes estar en el espíritu y envuelto en una nube de felicidad. Nunca te olvides que la victoria final es de Jesucristo: Dios no te hizo para sufrir el vino para que tengas vida en abundancia entonces mentalizate de que lo que estas pasando es momentanio, se tiene que ir. Hoy puede estar todo mal, hoy puede haber dolor en tu corazon, hoy puede parecerte que lo malo triunfa pero esta decretado que la victoria final es de Jesucristo y su pueblo. No te quedes a mitad de pelicula, si sigues adelante veras que tu eres el heroe, tu eres el ganador