Primera infancia, grandes desafíos (La Verdad 11-1-2010) Es la falta de regulación la que provoca la existencia de «locales» educativos en bajos comerciales, sin ningún o escaso control público, o la que provocó el rocambolesco derribo de la Escuela Infantil de la Paz (Murcia), que cumplía una función social importante, pero constituía un estorbo para un proyecto urbanístico de interés privado. Todo ello son ejemplos de lo que ocurre cuando existe un vacío regulador a nivel estatal y un escaso interés del gobierno regional por la educación en los primeros años de vida. Creemos que los grandes desafíos a los que se enfrenta el ciclo 0-3 años están relacionados con dos cuestiones básicas: por un lado, el reconocimiento del derecho universal a la educación de las criaturas de esa edad, pues sólo un sistema universal de educación infantil puede garantizar una educación de calidad y la igualdad de oportunidades para todos, independientemente del origen social; por otro lado, el reconocimiento del derecho a la conciliación de la vida laboral, familiar y personal de las madres y padres, pues la promoción de la igualdad de género pasa por el reconocimiento de la corresponsabilidad de los cuidados entre mujeres y hombres, administraciones públicas y empresas. La primera cuestión nos lleva a defender, en la línea de la Plataforma Estatal en Defensa de la Etapa 0-6 y de las conclusiones del último encuentro estatal de CEAPA -celebrado en Murcia en noviembre-, que se ha de regular a nivel estatal las enseñanzas mínimas del ciclo 0-3, así como los requisitos mínimos de su desarrollo, con el fin de evitar desigualdades territoriales. La segunda cuestión nos lleva a reclamar una educación infantil de 0-3 que tenga en cuenta las necesidades de las múltiples formas de familia actuales, es decir, que ofrezca salidas flexibles a las diferentes situaciones laborales y de cuidados de las diversas familias. No se trata de «aparcar» a las criaturas durante todo el día en un centro, sino de que la escuela infantil esté abierta a los variados intereses de los diferentes tipos de familia, sin olvidar que las escuelas infantiles, y todas las demás, deben ser siempre complementarias a los entornos familiares, nunca sustitutorias. Las relaciones familiares son importantes y es importante recordar que no sólo hay que «volver a casa por navidad». Para conseguir Debemos trabajar por la complementariedad entre lo que se hace en casa y lo que se hace en la escuela. Es imprescindible una continua comunicación e interrelación entre las familias y los profesionales que se traduzca en un seguimiento compartido del desarrollo del niño o la niña. Es importante enfrentarse con estos desafíos. No olvidemos que debemos instruir a nuestros nuestras niñas y niños desde el principio, porque necesitaremos de toda su inteligencia, de toda su fuerza y de todo su entusiasmo. 1/1