criatura mitológica es una criatura legendaria o folclórica, a menudo conocidas como "criaturas fabulosas" en la literatura histórica Algunas criaturas, como el dragón o el grifo, tienen su origen en la mitología tradicional y se creía que eran reales. Otras se basaron en criaturas reales, originándose en confusas historias de viajeros, como el Cordero vegetal de Tartaria, que se suponía era un cordero que crecía atado a la tierra, tratándose en realidad de un tipo de helecho. El tradicional unicornio puede derivar de la tergiversación de historias acerca de rinocerontes y/o narvales. Pueden encontrarse ejemplos de criaturas legendarias en los bestiarios medievales. Algunas criaturas míticas son híbridos, una combinación de dos o más animales. Por ejemplo, un centauro es la combinación de un hombre y un caballo, el minotauro, un hombre y un toro y las sirenas, mitad mujer y mitad pez. No siempre existía la intención de entenderlo como yuxtaposiciones literales de partes de distintas especies. Debido a la falta de un vocabulario morfológico, los eruditos y viajeros medievales intentarían describir animales inusuales mediante la comparación punto por punto con otros familiares: a la jirafa, por ejemplo, se le llamó camelopard y se pensaba que era mitad camello y mitad leopardo. Al propio leopardo se le bautizó con ese nombre porque se pensaba que era mitad león (Latín: "leo") y mitad pantera (latín: "pardus"). Esta etimología se ha mantenido hasta el presente, a pesar de sus inexactitudes zoológicas. Otras criaturas, en cambio, perdieron importancia a través de las historias, pero gracias a libros actuales se han redescubierto y averiguado que son reales, como el calamar gigante (Kraken). En África, los nativos del Congo hablaban a los visitantes europeos de un animal que semejaba un cruce entre una cebra y una jirafa. Mientras los turistas asumían que las historias eran simples leyendas populares, en 1901, Sir Harry Johnston regresó con pieles que probaban la existencia de la criatura, a la que actualmente se conoce por okapi. Criaturas mitológicas y la criptozoología A día de hoy todavía se cree que hay criaturas míticas, cuya existencia se considera real. Este tipo de criaturas míticas se las engloba bajo el nombre de críptidos y los criptozoólogos se encargan de estudiarlos, y son ellos quienes a través de ejemplos arraigados de criaturas legendarias, como el caso del Cordero vegetal mencionado más arriba, intentan descubrir cual es la inspiración en la vida real en la que podrían haberse basado estos animales, si es que la hay. Así, algunos, como la anteriormente mencionada jirafa y más recientemente, el calamar gigante, han resultado tener leyendas basados en ellos. Entre los críptidos más populares, se encuentran el Chupacabras, Bigfoot, Yeti, el Monstruo del Lago Ness, el Diablo de Jersey, Mothman, Yowie, Yeren, Pukwudgie, e incluso se puede considerar en esta lista además a los alienígenas espaciales. Criaturas mitológicas y la cultura A lo largo de la historia, las criaturas mitológias se han incorporado a la heráldica y ornamentos arquitectónicos. Las criaturas mitológicas se han asentado en muchas facetas de la cultura popular, sobre todo en el généro conocido como fantasía heroica y en sus derivados: juegos de rol como Dungeons & Dragons, videojuegos como Everquest o películas de cine. También, muchas criaturas legendarias aparecen principalmente en el género fantástico en general. A menudo se les adjudican poderes sobrenaturales, conocimientos o la protección de algún objeto de gran valor, convirtiéndolo en algo de vital importancia en el argumento de la historia. A los dragones, por ejemplo, se los describe normalmente posados sobre un reluciente tesoro de oro que se convierte en el objetivo de las aventuras. Hay incluso monstruos propios de los libros y películas, entre estos se incluyen a Drácula, Frankenstein, el hombre lobo, Godzilla, King Kong y el Hombre polilla entre otros. Todas las culturas, ya sean orientales u occidentales, están llenas de una gran cantidad de mitos y leyendas, cuyos orígenes se pierden en el principio de los tiempos. En ellos, siempre hace su aparición algún ser mitológico al que debe el gran héroe debe derrotar para conseguir obtener la gloria. Hoy vamos hacer un pequeño ejercicio de memoria, para recordar a algunos de los seres mitológicos más raros de la historia. LAMASSU Comenzamos nuestro viaje, en la antigua Mesopotamia, con uno de los seres utilizados para servir como guardián de los edificios más importantes de la cultura Asiria: los Lammasu u hombres toros alados. ¿Por qué se usaban cómo guardianes? Porque gran parte de su cuerpo, estaba formado por algunos de los animales sagrados asirios, como el toro, el león o el águila, además de tener una cabeza totalmente humana. TAURET Otro de los seres más curiosos de la antigüedad, lo podemos encontrar en el Antiguo Egipto de los faraones. En esta ocasión, no se trata de ningún animal fantástico, sino de uno de los tan adorados dioses del panteón egipcio: Tauret, la diosa protectora de los embarazos. Una diosa, a la que se representaba de la siguiente manera: cabeza de hipopótamo, brazos y piernas de león, una cola de cocodrilo como pelo y el vientre y las mamas como las de una mujer en estado de buena esperanza QUIMERA Este mítico animal, a la que se sitúa en las antiguas regiones de Asia Menor (territorio que ocupa la actual Turquía) era conocida en la antigüedad por su capacidad de expulsar fuego por sus fauces y sobre todo, por el espectacular aspecto de su anatomía. Según podemos ver en la Quimera de Arezzo (una de las obras mejor conservadas del arte etrusco) era un animal con cuerpo de león, de cuyo lomo salía una cabeza de macho cabrío y como cola tenía una enorme serpiente. HANUMAN Descendiente directo de uno de los dioses del viento indios, Hanuman es otro de los seres legendarios, cuya fisonomía se encuentra en íntima relación con un animal salvaje. Y es que Hanuman, es uno de los máximos representantes de los Varanas, una raza de dioses menores, a los que la naturaleza, ha dotado de un aspecto exterior muy similar a los simios. A pesar de su aspecto, son capaces de comunicarse perfectamente con los demás dioses y de realizar las mismas acciones, que podría hacer un ser humano.