¿La hora de los directores independientes? “Un directorio fuerte, compuesto por individuos experimentados de gran carácter y con voluntad de actuar con sus principios ayudará a prevenir la mayoría de los problemas de gobernabilidad... Desafortunadamente, para tener ese directorio no se puede simplemente legislar”. (Richard Breeden, Restoring Trust.) La agitación desatada recientemente por los escándalos en la industria de fondos mutuos en Estados Unidos nos recuerda la fragilidad de los mercados financieros, y nos lleva nuevamente al complejo mundo del gobierno corporativo empresarial. No están distantes los fiascos y fraudes protagonizados por connotadas empresas como Enron y Worldcom, que obligaron a reacciones muy marcadas, incluyendo la promulgación del Sarbanes-Oxles Act. Las recetas de solución han abundado y la discusión no se agota. Pocos disentirán que un componente obligado de la ruta de salida es la independencia que debe mantener al menos una parte del directorio de las empresas. Acontecimientos recientes. Acusadas de prácticas que se mueven al filo de la legalidad, pero que lesionan criterios éticos (como el “market timing” y el “late trading”) importantes administradoras de fondos mutuos (Alliance Capital, Charles Schwab, Merryl Lynch, Prudencial Securities, Putnam Investments, Morgan Stanley, etcétera) son materia de investigaciones que van provocando renuncias de sus altos directivos. En respuesta, la SEC1 plantea nuevas regulaciones, en las que incluye que el Presidente de Directorio y la mayoría de los directores sean independientes. Hace pocas semanas, Richard Breeden (ex presidente de la SEC), por requerimiento de un juez de Nueva York, emitió un reporte al cual debe ceñirse Worldcom a efectos de subsanar sus falencias de Gobierno Corporativo. La empresa (hoy MCI), ha aceptado íntegramente las 78 recomendaciones del reporte2. Un buen grupo de estas recomendaciones se asocia a la presencia de directores independientes y al ejercicio efectivo de su independencia. Así podemos resaltar: o Al menos un director debe ser elegido (renovado) anualmente. o El directorio debe establecer un puente de contacto con los accionistas (“town hall”) que permita la comunicación fluida y el planteamiento de decisiones. o El directorio debe reunirse con frecuencia, sesionar anualmente para asuntos de estrategia, asistir a capacitaciones de actualización, visitar las instalaciones de la empresa, reunirse al menos anualmente con el gerente financiero u otros funcionarios sin la presencia del CEO3. 1 Comisión de Valores de Estados Unidos. “Restoring Trust. Report to The Hon. Jed S. Rakoff, The United States District Court for the Southern District of New York On Corporate Governance for the future of MCI, Inc.”, Agosto del 2003. 3 En nuestro caso, Gerente general o Presidente ejecutivo, según corresponda. 2 1 o Se debe crear el puesto de presidente de directorio no ejecutivo. o Distintos comités deben instaurarse, principalmente de Auditoría, Gobernabilidad, Remuneraciones y Compensaciones, Administración de Riesgos. o La empresa debe adoptar prácticas de revelación de información superiores a las requeridas por el regulador (facilitar la mirada hacia adentro de la empresa incluso sobre las decisiones del directorio). En esencia, estas propuestas coinciden con lo planteado por la Bolsa de Nueva York desde comienzos del 2003, donde además se recomienda que las empresas listadas tengan una mayoría de directores independientes y que los comités especiales (auditoría, nominación de directores, etcétera) estén integrado exclusivamente por éstos. ¿Qué significa ser independiente? Más allá del profesionalismo y experiencia que un director debe poseer, éste debe conocer o estar en capacidad de aportar nuevas ideas sobre los negocios de la empresa. A esta cualidad se debe agregar su independencia. En vez de ensayar una definición de independencia, ésta puede ser evaluada desde la verificación de algunas condiciones: o Libertad absoluta para conocer información de la empresa, y posibilidad de expresar opinión propia sobre cualquier materia (crítica constructiva). o Existencia de una política expresa definida respecto a los conflictos de interés. o Política de delegar en comités de directores tareas especializadas (en particular el comité de auditoría). o Selección de directores basándose en los objetivos y necesidades de la empresa. o Existencia de reportes sistemáticos, continuos y oportunos sobre los distintos factores que revelan el desempeño de la empresa. En particular, se deben conocer las distintas situaciones de riesgo de la empresa. o Contratación y evaluaciones contínuas del CEO como función primaria del directorio. Es decir, la independencia conjuga varios aspectos como la voluntad de expresar su propia opinión, la ausencia de conflictos de interés, las facilidades para realizar sus funciones de manera autónoma al CEO (especialmente la de monitoreo), entre otros. Versión Perú. El tema del Gobierno Corporativo ha sido abordado mediante la publicación de principios y códigos a ser observados4; recientemente Conasev ha dispuesto que a partir de la Memoria del año 2004 las empresas inscritas en el RPMV expongan su situación de cumplimiento respecto a tales principios. En cuanto al tema de los directores independientes, se ha dispuesto que deben ser independientes a las AFP los directores que les corresponda a las AFP designar en las empresas donde invierten sus fondos, además éstas deben promover el BGC en donde inviertan los recursos de los fondos. Lo importante es notar que en los próximos Véase “Principios de Buen Gobierno Corporativo para las sociedades peruanas” publicado con la colaboración de diversas entidades bajo la coordinación de Conasev. 4 2 meses probablemente más de una docena de directores deberán ser seleccionados y el número seguirá creciendo. La designación de directores por parte de las AFP se asocia a la tendencia de “activismo de los accionistas”, que ayuda a balancear fuerzas con la gerencia. Sin embargo, los intereses de los inversionistas institucionales no necesariamente coinciden con los de los minoritarios, quienes igualmente merecen ser protegidos. Por otro lado, las regulaciones operan mejor luego que los abusos han ocurrido (sanciones). El gobierno es menos efectivo para prevenir abusos en desmedro de accionistas, acreedores, empleados, etcétera. Esta función preventiva debe cimentarse internamente en las empresas, bajo la guía de un buen timonel, que es precisamente el directorio. Finalmente, señalemos lo que Breeden expresa: “El Buen Gobierno Corporativo no se alcanza simplemente con la adherencia a una lista de principios o “mejores prácticas”; es una ecuación más compleja, altamente dependiente de las actitudes o inacciones de la gente involucrada”. Así, las empresas están obligadas a poner cada vez más cuidado en la selección de sus directores. De allí que nuestra respuesta a la pregunta que da título a este artículo sea afirmativa, incluso para el Perú, aún cuando aquí el andar previsiblemente será pausado. AUTOR: Enrique Díaz Ortega 3