Clases 5 y 6 - Jewish Agency for Israel

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"...Existían kibutzim con liná meshutefet, así se llamaba al hecho que los niños, según
las diferentes edades, vivían en casas llamadas Batei Ieladím, allí comían y dormían.
A las diez de la mañana podían encontrarse padres e hijos, dicho encuentro se llamaba
Shaat Ahabá . Luego, alrededor de las cuatro de la tarde, los niños visitaban a sus
padres en la casa de los adultos y permanecían con ellos hasta la hora de la cena. Era un
encuentro muy intenso durante el cual padres e hijos comían la Arujat Arba (merienda),
jugaban y paseaban, eran cuatro horas exclusivas en familia. Luego los padres
acompañaban a los hijos a los Batei Ieladím y los hacían dormir, o simplemente se
despedían de ellos y los dejaban a cargo de la metapelet- educadora- nocturna.
En el Beit Hatinokot- casa de los bebés- junto a cada cuna había un receptor que
comunicaba a la casa de los padres si el bebé lloraba, entonces la madre se apresuraba a
ir a amamantarlo o simplemente acunarlo.
La Arujat Arba era la única comida que tenía toda la familia en conjunto, no obstante,
en algunas ocasiones algunos padres gustaban de cenar con sus hijos en el Jadar Haojel,
el comedor común a todos los miembros.
El viernes por la noche, en el inicio del Shabat, una cena festiva reunía a todas las
familias también en el comedor común.
El día laboral del kibutz se iniciaba muy temprano, sobre todo si el trabajo se realizaba
en el campo. La gente trabajaba en cultivos intensivos, generalmente se trataba de trigo,
algodón u hortalizas, o en cultivos extensivos como árboles frutales. A las 6 de la
mañana los agricultores salían al campo, no sin antes revisar los tractores, cargar
combustible y aceite y beber un café con galletitas. A las 8 de la mañana se regresaba al
comedor común para desayunar abundantemente un menú muy variado, compuesto por
pan, margarina, dulce, cereales, quesos, yogurth, elementos para ensaladas, huevos y
pescado. Entre las 10:00 hs. y las 10.30 hs. hacían un alto en sus tareas, bebían agua,
café y galletitas dulces, al mediodía se regresaba a almorzar al comedor común y luego
se regresaba al campo hasta las 14hs.
Algunos kibutznikim (miembros del kibutz) trabajaban en fábricas - mifalim-, otros en
la crianza de las aves de gallinero o corral de aves - lul- , ordeñaban las vacas en el
tambo -refet-, en la lavandería común (que funcionaba como un actual Laverap) o en los
distintos oficios de mecánicos, herreros, carpinteros, electricistas, cocineros, empleados
en la jardinería, de limpieza de los lugares comunes, etc.
Loas niños tenían su propia unidad económica, esto era el lugar de crianza de terneros,
corderos, mascotas y el cuidado de una parcela de tierra destinado al cultivo de
hortalizas.
Los niños estudiaban en la escuela primaria que había en el kibutz y en una escuela
secundaria zonal que había en el kibutz más importante, donde además se ubicaba la
sede comunal a modo de una cabecera de distrito o departamento municipal -moatzá
ezorit-.
Algunos kibutznikim trabajaban como educadores docentes en escuelas primarias y
profesores en escuelas secundarias, otros estudiaban en universidades. Muchos javerim
eran profesionales que trabajaban en las ciudades como médicos, trabajadores sociales,
psicólogos y el salario que percibían de sus empleadores ingresaba directamente al
patrimonio financiero del kibutz. En el kibutz no se percibía un salario pero los javerim
disponían de un cómodo presupuesto a modo de una cuenta corriente que les permitía
gastar en los rubros vestimenta, cultura y espectáculos kilometraje para viajes,
minimercado y otras necesidades.
El trabajo en el kibutz era organizado por un javer llamado ordenador del trabajo-sadrán
avodá- quién todos los días confeccionaba un listado con los nombres de cada uno de
los miembros del kibutz y los lugares de trabajo que se le asignaba.
La mayoría de las casas eran muy sencillas, estaban compuestas de una habitación,
cocina y baño, y en otros casos las casas eran mas confortables con una habitación
comedor. En las casas elementales vivían los jóvenes a partir de su ingreso a la Tzavá,
a los 18 años. En las casa más confortables vivían los javerím más vatikim –los
veteranos-, los miembros fundadores los más ancianos o mayores de cincuenta.
Semanalmente una pequeña revista llamada Alón informaba de las novedades locales
mientras que cada día en el buzón –teibat doar- se recibía el periódico diariamente y las
cartas. Algunos javerim se suscribían a periódicos que aparecían los viernes con
suplementos.
En el kibutz se gustaba de la lectura y es por ello que se contaba con una biblioteca muy
importante al igual que una biblioteca de discos –taklitiá-que se retiraba a domicilio
para escuchar en su casa.
Los refugios antiaéreos - miklatim- eran edificios de utilidad pública, en algunos se
almacenaban elementos enlatados para épocas de emergencia, en otros funcionaban
discotecas -moadonim- salas de pintura y clubes muy aprovechados después de la
cena, para comer un postre, tomar un café, leer el diario, revistas y jugar juegos de
salón (Ajedrez, Dama, Backgammon- sheshbesh- el juego de mesa más popular).
Los fines de semana los javerim concurrían a espectáculos de música, cine y teatro en el
propio kibutz o en el auditorio del Concejo Municipal Zonal.
Pero eso no es todo, el kibutz siempre fue una sociedad muy creativa con mucha
actividad política, generalmente con muy buenas relaciones con sus vecinos árabes, una
sociedad con alto nivel de educación y un aporte muy elevado a la economía del país.
En el kibutz también había una enfermería para primeros auxilios, la recepción de
servicios odontológicos y de medicamentos.
Te hubiese gustado vivir en una sociedad así?".
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