Los resultados de un estudio español se han publicado en la versión on-line de la revista Blood ANÁLISIS MOLECULARES MASIVOS REVELAN LA COMPLEJIDAD DE LAS CÉLULAS CANCEROSAS El CNIO ha colaborado con 21 hospitales españoles en un trabajo coordinado por el Grupo Español de Estudio de Linfomas de Hodgkin. Este trabajo, realizado íntegramente en España, representa la primera aplicación práctica de las técnicas de análisis molecular masivo (tissue arrays) al estudio del linfoma de Hodgkin. El objetivo de esta investigación conjunta es identificar alteraciones moleculares características de las células tumorales, que permitan desarrollar métodos predictivos fiables que sirvan de orientación para el médico a la hora de aplicar el tratamiento más idóneo. Madrid, 26 de noviembre de 2002.- De forma coordinada a través del Grupo Cooperativo Español de Estudio de Linfomas de Hodgkin, se ha realizado en España un estudio pionero sobre linfomas, con la participación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y 21 hospitales nacionales. Dentro de un proyecto escalonado que incluirá diversos trabajos, el primero de ellos ha analizado las alteraciones moleculares que se producen en el ciclo celular y el control de la muerte celular (apoptosis) en los linfomas de Hodgkin (LH), enfermedad de la que cada año se diagnostican en España alrededor de 1.000 nuevos casos. Se trata del primer trabajo de estas características, íntegramente realizado en España, usando tecnología de análisis molecular masivo. Sus resultados han sido publicados en la versión electrónica de la revista científica Blood y serán incluidos en la publicación escrita durante el primer trimestre de 2003. Tal y como explica el doctor Miguel Angel Piris, director del Programa de Patología Molecular del CNIO y principal investigador del estudio, “este estudio retrospectivo se ha realizado con material de archivo a lo largo de dos años. En la actualidad se está desarrollando un nuevo análisis, en este caso prospectivo, en la misma enfermedad. El trabajo que se publica en Blood es importante por el estudio simultáneo de tan alto número de pacientes (350) y marcadores tumorales (50). Además, es el primer trabajo que utiliza tissue microarrays –matrices de tejido- para estudiar el linfoma de Hodgkin. Los linfomas de Hodgkin son una enfermedad clínica y biológicamente heterogénea, difícil de estudiar por la escasez de células neoplásicas y esto ha marcado un reto en la investigación que, además, ha conseguido validar el uso de microarrays en el análisis de estos tumores. Los análisis moleculares masivos han revelado la inusitada complejidad de las células cancerosas y la existencia de múltiples alteraciones en las rutas de control de proliferación y apoptosis, aparentemente redundantes”. Más de veinte centros hospitalarios de toda España han colaborado con el CNIO Los centros españoles que han colaborado en este proyecto son el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa (Barcelona), el Hospital Marqués de Valdecilla (Santander), el Hospital Virgen de la Salud (Toledo), el Hospital Clínico de Salamanca, el Hospital Xeral-Cíes de Vigo, el Hospital Universitario de Canarias, el Hospital de Cabueñes (Gijón), el Hospital Clínico de Asturias, el Hospital Sant Joan de Reus (Tarragona), el Hospital de Jarrio (Coaña), el Hospital Alvarez Buyllas (Mieres), el Hospital Valle de Nalón (Asturias) y los Hospitales de Alcorcón, Móstoles, Severo Ochoa de Leganés, Clínico Universitario San Carlos, 12 de Octubre, Ramón y Cajal y Gregorio Marañón, de Madrid. Tal y como explica el doctor Carlos Montalbán, del servicio de Medicina Interna del Hospital Ramón y Cajal, “el linfoma de Hodgkin fue el primer tumor en el que se consiguió un tratamiento que podía curar la enfermedad, algo que se consigue en alrededor del 75% de los casos. Sin embargo, existe una frustración importante por el 25% restante de los casos que no se curan. En la práctica clínica se manejan diversos criterios que permiten valorar qué opciones seleccionar según cada paciente, pero estos criterios a veces no permiten valorar a priori cual va a ser el comportamiento de alguno de los enfermos, por lo que hay que buscar claves en la aparición y el desarrollo de la enfermedad. En cuanto a las posibles repercusiones de este trabajo conjunto, los resultados podrían ayudarnos a identificar a pacientes que necesiten diferentes tratamientos para curarse y a buscar claves moleculares que abran nuevas vías de información y que permitan en algún momento actuar sobre las causas primarias de la enfermedad”. En este proyecto cooperativo, el trabajo del Ramon y Cajal ha consistido en organizar la red de hospitales que han colaborado, la del protocolo de recogida de los datos clínicos, la revisión cítica de los mismos y la valoración del impacto de las variables clínicas y moleculares sobre la respuesta del linfoma del Hodgkin al tratamiento. “La otra parte de nuestro trabajo”, añade el doctor Montalbán, “ha consistido en el análisis de los datos. En general, esta investigación ha requerido una colaboración muy activa por parte de clínicos y patólogos de los hospitales participantes”. En este trabajo se han contemplado dos aspectos fundamentales. Por una parte, describir las alteraciones encontradas en células tumorales de los LH, distintas a las células normales; además, establecer una correlación entre estas alteraciones y la evolución clínica de los pacientes, especialmente en términos de supervivencia. Es decir, qué variaciones moleculares explican y permiten predecir la variabilidad en la respuesta al tratamiento. “Hemos observado”, explica el doctor Juan Fernando García, del Grupo de Linfomas del CNIO, “que las moléculas que facilitan la división celular están alteradas, mientras que las que actúan como freno están inhibidas. Además, se ha comprobado que múltiples y concurrentes alteraciones en los mecanismos de control celular participan en promover la división celular e inhibir la apoptosis en las células tumorales de los LH, también llamadas de Reed-Sternberg. Probablemente el aspecto más relevante y práctico de estos estudios es el análisis final de las relaciones existentes entre las alteraciones moleculares encontradas y el comportamiento clínico de los tumores. Así, se ha demostrado cómo las alteraciones en la expresión de varias de las proteínas reguladoras del ciclo celular y la apoptosis guardan una asociación estadísticamente significativa con una peor respuesta al tratamiento y una supervivencia global reducida. Estas observaciones aportan una base para el futuro desarrollo y diseño de modelos predictivos de pronóstico, que proporcionarán importantes datos para tener en cuenta en las decisiones terapéuticas”. De hecho, el análisis estadístico de los resultados y la tecnología utilizada abren nuevas puertas para que el médico, que sitúa a cada paciente en grupos de riesgo según una serie de factores como la edad, la afectación, etc., pueda aplicar criterios más eficaces o fiables. La capacidad predictiva de los criterios pronósticos y clínicos que se usan ahora es limitada; hay por ejemplo pacientes de bajo riesgo que tienen mala respuesta al tratamiento y no se sabe por qué. Aunque los LH son una enfermedad potencialmente curable, el tratamiento es eficaz en aproximadamente el 75-80% de los casos, pero en el 20-25% restante los pacientes no se curan y no se conoce qué diferencia hay entre ambos grupos. El objetivo inmediato del trabajo ha sido identificar las alteraciones moleculares más relevantes. “En cuanto al objetivo último”, continúa Juan F. García, “se trata de desarrollar métodos predictivos fiables basados en características biológicas, reto que actualmente ocupa a los participantes en el proyecto”. Método de trabajo Esta iniciativa del Grupo Español para el Estudio de los Linfomas de Hodgkin ha hecho del CNIO su centro de operaciones y los hospitales participantes han aportado muestras de pacientes y han analizado también casos clínicos reales experimentando con los arrays. Se ha establecido una base de datos global para introducir, comparar y analizar los resultados a lo largo de dos años, que es el tiempo que aproximadamente ha durado el trabajo. El trabajo tiene especial interés porque la maquinaria del ciclo celular es común en todas las células, pero las células tumorales presentan alteraciones propias de cada tipo tumoral y en el caso de los LH sus características han sido siempre un enigma. Según el doctor García, “el análisis masivo con microarrays ha permitido una visión estadística. Los arrays son muestras de tejido que se introducen en las celdillas de una matriz, sobre la que el investigador estudia la presencia o ausencia de proteínas o genes conocidos por su acción sobre el ciclo celular o la apoptosis”. Linfomas de Hodgkin (LH) El LH representa aproximadamente el 1,5% de todas las neoplasias malignas y el 10-15% de todos los linfomas. Según los últimos datos de la Unión Europea, la incidencia aproximada es de 3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Cada año se diagnostican en España alrededor de 1.000 nuevos casos, representando una incidencia global (ajustada por edades) de 1,98 por 100.000 habitantes (2,68 para varones y 1,82 para mujeres). La tasa de mortalidad reportada en España en 1998 fue de 0,76 por 100.000 habitantes. En todos los países es una enfermedad más prevalente en varones, especialmente en los pacientes jóvenes.