Propuesta de modelo cooperativo de vivienda 15 de enero del 2024 ¿De dónde sale esta propuesta? El mercado capitalista de vivienda nos genera inestabilidad al obligarnos a cambiar constantemente de vivienda por las presiones económicas y a gastar gran parte de nuestros ingresos en enriquecer a propietarios e inmobiliarias. Además, para la mayoría de las personas el sistema de compra de viviendas implica pagar intereses que enriquecen a los bancos durante décadas. Sumado a los problemas en torno al acceso a una vivienda, vivimos en una sociedad que nos aleja de nuestres vecines y dificulta la construcción de comunidad por fuera de nuestras amistades, parejas o familias, con quienes debemos solucionar nuestras necesidades emocionales y materiales. Desde el 2023 diferentes personas hemos compartido ideas en torno a alternativas colectivas al mercado capitalista de vivienda y sueños sobre la creación de una red de apoyo que sea más grande, diversa y robusta. Lograr estos propósitos con los precios de la vivienda en Bogotá, con nuestras capacidades adquisitivas y con la diversidad de deseos y necesidades que pueden requiere soluciones creativas. Este documento resume el resultado de las conversaciones en las que intentamos llegar a una solución. Esta propuesta busca dar cabida a distintos deseos y necesidades en torno a la vivienda de una manera colectiva, por lo que incluye dos modelos: uno de vivienda en propiedad colectiva y otro bajo propiedad individual. Nuestra propuesta es que podamos unirnos para ahorrar y construir comunidad sin importar si se trata de una persona o de una unidad de convivencia1 la que quiere tener vivienda de propiedad colectiva o individual. Entendemos la propiedad individual como una vivienda cuyo título queda a nombre de una unidad de convivencia, la cual tendrá autonomía al momento de tomar decisiones sobre la misma. Con propiedad colectiva nos referimos a viviendas cuyos títulos queden a nombre de la colectividad.2 Las personas que hagan parte del proceso de propiedad colectiva tendrán derecho a habitar las viviendas en cesión de uso, esto es: bajo el derecho a habitar y tener autonomía sobre el manejo de una vivienda de manera estable. Esta modalidad también contempla un cierto grado de flexibilidad para responder a los cambios en los deseos y necesidades de vivienda de las personas. Las decisiones sobre las viviendas de propiedad colectiva se tomarán en asamblea, exceptuando las decisiones que se deleguen a las unidades de convivencia en cesión de uso. 1 2 Una unidad de convivencia es cualquier grupo de personas que quieren vivir juntas (familia, pareja, compañeres de casa, etc.). Aún no sabemos cuál podría o debería ser la figura jurídica de la colectividad. 1 Creemos que podemos crear una apuesta colectiva de vivienda sin que esto implique que todes vivamos bajo el mismo techo. Apostamos a la compra de múltiples viviendas, algunas de propiedad colectiva y otras de propiedad individual. Creemos que lo importante es juntar ahorros para limitar el robo de los bancos y construir comunidad en torno a la solución de necesidades por medio del apoyo mutuo. A continuación presentamos una serie de principios que proponemos como base para juntarnos, una propuesta económica sobre cómo comprar las viviendas y los dos modelos de propiedad de las viviendas. Principios Propiedad colectiva Entendemos la propiedad colectiva como una estrategia de tenencia de vivienda anti-capitalista que busca dejar de entender la vivienda como un negocio. En lugar de adquirir vivienda para acumular riqueza, queremos que esta sirva para construir una tranquilidad colectiva. Queremos responder a nuestra necesidad de techo y de un espacio cómodo y acogedor para descansar, disfrutar y convivir por medio del apoyo mutuo. Sabemos que la propiedad individual no es exclusivamente un negocio sino una práctica de cuidado propio y de los círculos más cercanos. Este proyecto busca pensar la propiedad de la vivienda como una práctica de cuidado hacia colectividades más extensas, pero también nos interesa que quienes quieran tener una propiedad individual lo puedan hacer por medio del ahorro y apoyo colectivo. Nuestra propuesta es que una unidad de convivencia tenga el derecho de habitar una vivienda, es decir, su cesión del uso. Esta se orientará por principios como la tranquilidad y la autonomía, por lo que se favorecerá la permanencia de las personas en una vivienda a lo largo del tiempo, en lugar de fomentar los cambios constantes que impulsa el mercado de arriendos. Además, las personas tendrán la autonomía para decidir sobre mejoras y modificaciones a la vivienda que habitan, con el apoyo de la colectividad cuando sea posible. Una parte importante de cómo concebimos el proyecto es la lucha contra la especulación, por lo que esperamos que ninguna vivienda sea utilizada con este fin. Por el contrario, creemos que entre más se pueda socializar la propiedad para solucionar las necesidades de vivienda, mejor. Por eso no estamos de acuerdo con el arriendo como estrategia para aportar al proyecto colectivo, ya que parte de beneficiarse de la necesidad de vivienda de las demás personas para construir la estabilidad propia.3 Aun así, contemplamos la posibilidad de que existan personas que habiten las viviendas de propiedad colectiva de manera temporal sin que hagan parte del proyecto de compra de viviendas a largo plazo. Estas personas tendrían una cesión de uso temporal y podrían aportar económicamente al proyecto bajo acuerdos que beneficien a todas las partes. 3 2 Esto quiere decir que las viviendas que hagan parte de este proceso colectivo no serán vendidas ni alquiladas para adquirir ganancias o una renta. En caso de ser necesaria la venta de viviendas esta se hará no por la ganancia sino por la necesidad de conseguir otra vivienda con diferentes condiciones según las necesidades de quienes quieran vivir en ella. Solidaridad Aspiramos a que las acciones de la colectividad de vivienda estén encaminadas a garantizar el acceso a la vivienda de todas las personas. Solidaridad interna: buscamos que todas las personas que integran la colectividad puedan acceder a una vivienda que se ajuste a sus deseos y necesidades. Solidaridad externa: apoyaremos de distintos modos (trabajo, conocimiento, dinero, disposición, presencia, etc.) acciones para facilitar el acceso a la vivienda. Cuando la colectividad sea capaz de autosostenerse fomentará la creación y el fortalecimiento de otros proyectos similares. Colectivización de los cuidados de la vida Se buscará colectivizar las diferentes actividades que sostienen la vida como estrategia de resistencia ante la individualización de la vida cotidiana. Esto incluye acciones colectivas de consumo e intercambio de elementos, así como la distribución de actividades y cuidados. Todo esto, bajo la idea del respeto a la autonomía, necesidades y particularidades de cada persona. Modelos de vivienda Participantes Las personas que participen de la colectividad: Hacen parte del proceso de ahorro colectivo. Asumen la responsabilidad de cogestionar el proyecto a través de la asistencia a asambleas, la realización de tareas y la dinamización de la colectividad (la cual rotará entre las personas participantes). Se sienten acogidas bajo los principios de cuidado colectivo, solidaridad y propiedad colectiva (este último solo para quien se suma al proceso de vivienda colectiva). La colectividad tendrá cuatro procesos generales que permitirán su funcionamiento y el cumplimiento de sus objetivos: ahorro colectivo, compra de viviendas, prácticas de apoyo mutuo y procesos de toma de decisiones. 3 Ahorro colectivo El ahorro colectivo será la base para solucionar colectiva y rápidamente las necesidades de las personas participantes. Este ahorro tendrá el objetivo de comprar las viviendas colectivas e individuales, pagar créditos cuando sea necesario, constituir un fondo de apoyo mutuo y costear los gastos administrativos. Así, se crearán tres fondos con propósitos específicos: 1. Fondo de vivienda: ahorro para costear la compra de viviendas, en el que se lleva un registro de los ahorros de las unidades de convivencia y los aportes de cada persona 2. Fondo de gastos administrativos y de mantenimiento 3. Fondo de apoyo mutuo: se creará cuando la colectividad tenga solvencia económica y funcionará como un ahorro de emergencia para atender necesidades específicas de quienes participan en la colectividad y el ahorro El ahorro para los fondos se hará de forma mensual en función de las capacidades de cada persona y bajo los demás criterios que se construyan en las asambleas. Una unidad de convivencia puede decidir si participa en el ahorro colectivo con fin de adquirir una propiedad individual o hace parte de una propiedad colectiva de vivienda: Si la unidad de convivencia quiere tener una propiedad colectiva: ahorrará mensualmente para este objetivo y una parte del dinero (por definir) se destinará a los gastos administrativos y el fondo de apoyo mutuo (cuando exista). En el caso de que una persona se retire podrá retirar entre el 20 y 30% de sus ahorros, pero el tiempo de devolución dependerá la liquidez económica del proyecto. Si la unidad de convivencia quiere tener una propiedad individual: ahorrará para la compra de esta y un porcentaje (por definir) de su ahorro irá al fondo de apoyo mutuo y a los gastos administrativos. Cuando la unidad de convivencia tenga su vivienda podrá seguir participando del fondo de apoyo mutuo. Si se retiran del proceso de ahorro colectivo pueden retirar la totalidad de sus ahorros (esto no incluye los aportes a los fondos de gastos administrativos y de apoyo mutuo), pero el tiempo de entrega dependerá la liquidez económica del proyecto. El ahorro colectivo existe para hacer préstamos solidarios dentro de la colectividad y así facilitar la compra de viviendas. Se empezará con la compra de una vivienda para la cual el resto de la colectividad prestará sus ahorros con el fin de limitar el pago de intereses por créditos bancarios. Además, el ahorro colectivo puede alimentarse por medio de la socialización de fondos (donaciones) de personas que hagan parte de la colectividad o no. Compra de viviendas 4 La compra de viviendas dependerá de la capacidad de ahorro colectivo y de las decisiones que tome la colectividad. La decisión de hacer un préstamo desde el fondo de ahorro colectivo para la compra de una vivienda (individual o colectiva), es necesario que ya se cuente por lo menos con el 30% del valor de esta, esto es la cuota inicial. La forma en que se ahorra ese 30% depende del tipo de vivienda que se quiera comprar (individual o colectiva), a continuación se ofrece más información sobre este tema. Debido a que será necesario pedir créditos para lograr la compra de las viviendas, cuando la colectividad use todos sus ahorros de compra de vivienda procederá a pedir créditos a una organización cercana y, de ser necesario, a un banco. A partir de ese momento se tendrá como prioridad el pago de estos créditos. El modelo de financiación solidario de la compra de vivienda funcionará de la siguiente manera, dependiendo del tipo de propiedad que se busca: Propiedad colectiva: esta es una vivienda cuya propiedad no es de la unidad de convivencia que la habita, sino de la colectividad. La compra inicia cuando la colectividad ahorre el 30% del precio de la vivienda y la asamblea apruebe la compra. En ese momento se usará el fondo colectivo para iniciar el pago y se procederá a pedir los créditos externos que sean necesarios. El pago de préstamos será la prioridad de la colectividad, posteriormente se devolverán los ahorros a las personas que estén ahorrando para la propiedad individual. Para que estos pagos sean posibles todas las personas que le apuesten a la propiedad colectiva pagarán una mensualidad al fondo colectivo hasta que todas las personas accedan a vivienda. Esta mensualidad estará sujeta a dos condiciones: (i) quienes tengan la cesión de uso de una vivienda colectiva tendrán una mayor responsabilidad y capacidad de pago porque ya no pagarán arriendo y (ii) se tendrán en cuenta otros criterios al calcular la capacidad de pago de las personas (por ejemplo, edad, número de personas dependientes, desempleo, periodos de mayores responsabilidades de cuidado, salud). Propiedad individual: la unidad de convivencia que desee una vivienda en propiedad individual tendrá que empezar por ahorrar el 30% del precio de la vivienda. Si la asamblea decide participar en la compra, se usarán los ahorros colectivos para iniciar el pago y se pedirán los créditos necesarios, cuyo pago serán la prioridad de la colectividad y para lo cual la unidad de convivencia seguirá aportando al pago de la vivienda. Una vez se complete el pago, la unidad de convivencia deberá retribuir a la colectividad el total del dinero que le fue prestado para la compra, sumado al 20-30% del valor de esta (por definir), ajustado a la inflación, como forma de financiar a la colectividad. Apoyo mutuo El fondo de apoyo mutuo tendrá la función de ser un fondo de emergencia, pero también para suplir colectivamente otras necesidades de la vida cotidiana y del bienestar de las personas (desempleo, infancias, mantenimiento de las viviendas, etc.). La idea es que este fondo se 5 constituya cuando se haya terminado de pagar la primera vivienda, de manera que pueda contar con liquidez. Mientras tanto podemos buscar formas de construcción de solidaridad a través de actividades de cuidado, convivencia y juntanza. Toma de decisiones Se establecerán dos asambleas para abordar diferentes decisiones y discusiones: Asamblea amplia de la colectividad Decisiones sobre la compra de viviendas Decisiones sobre las cuotas mensuales para el ahorro colectivo Decisiones sobre los créditos externos Decisiones sobre la entrada/salida de personas y la retribución de sus aportes al ahorro colectivo Decisiones sobre el fondo de apoyo mutuo Decisiones administrativas Decisiones sobre la venta de las viviendas Asamblea de propiedad colectiva Decisiones sobre la compra de viviendas colectivas (previo a la discusión en la asamblea amplia) Decisiones sobre la cesión de uso (quién vive en cuál vivienda colectiva) Decisiones sobre el mantenimiento de las viviendas Decisiones sobre la entrada/salida de personas al modelo de propiedad colectiva. Nota: si bien existe autonomía con respecto a la toma de decisiones sobre las viviendas en las que se habita, se desincentiva la venta o arriendo de las viviendas para obtener lucro. Nuestra invitación Queremos consolidar un grupo de personas interesadas en avanzar con esta propuesta. Vamos a empezar por compartir y explicar la información de este documento para recibir retroalimentación y continuar con el proceso de construcción colectiva. La idea es encontrar personas que resuenen con la propuesta y quieran ponerla en práctica. El primer paso es empezar a ahorrar juntes, el segundo identificar con qué vivienda empezar el proceso de compra. Ya tenemos un fondo semilla listo para empezar este proceso. Sabemos que para que este proyecto sea viable y tenga un amplio impacto necesitamos ser varias personas, ¿te sumas? 6
