principios de la orientación y tutoría en educación

JUSTIFICACIÓN
CONCEPTO
ACCIÓN DE ORIENTAR: guiar, conducir, indicar de manera procesual para
ayudar a las personas a conocerse a sí mismo y al mundo que los rodea; es auxiliar a un
individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con
significado capaz de y con derecho de usar su libertad, su dignidad personal dentro de
un clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano
responsable tanto en su actividad laboral como en su tiempo libre.
ACCIÓN TUTORIAL: Conjunto de acciones que desarrolla el tutor en el tiempo y
en ejercicio de sus funciones. La LOGSE sienta las bases de la acción tutorial en su art.
60 (dentro del Título IV que trata de la Calidad de la Enseñanza) y establece que “la
tutoría y orientación de los alumnos formará parte de la función docente”.
TUTORÍA: Actividad inherente a la función del profesor que se realiza individual
y colectivamente con los alumnos de un grupo o clase, con el fin de facilitar la
integración personal de los procesos de aprendizaje.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
Los antecedentes más lejanos de la orientación tienen un carácter míticoreligioso relacionado con la astrología, los magos y sacerdotes, cuyo trabajo consistía
en predecir conductas, clasificar a las personas, indicar pautas de comportamiento y
decidir el futuro profesional de los sujetos (Martínez pp. 4:1998).
Ya en la época clásica, Sócrates señaló que uno de los objetivos más
importantes para la orientación era el conocimiento de uno mismo, e igualmente
Platón mostró la necesidad de determinar las aptitudes de los individuos para lograr su
ajuste y adecuación social.
Carlomagno, puede ser considerado, ya en la Edad Media, el iniciador de la
«orientación de clases» ya que hizo que las clases inferiores se instruyeran y se
eximieran de su trabajo como siervos. La función del «orientador» consistía en
seleccionar a los más capacitados para que, una vez fuesen instruidos fuesen asesores
del poder o enseñantes de la aristocracia. En el mismo periodo Ramón Llull consideró
conveniente que cada persona eligiese la ocupación que mejor pueda desempeñar de
acuerdo con sus capacidades y preferencias, encaminando así el modelo orientativo y
la acción tutorial.
Ya en el Renacimiento Paracelso, Rodrigo Sánchez de Arévalo y Juan Luis Vives,
fueron fundamentales para comprender el concepto de orientación. Una célebre frase
de Paracelso, muy relacionada con la autoorientación decía: «Tan pronto como el
hombre llega al conocimiento de sí mismo, no necesita ya ninguna ayuda ajena».
Rodrigo Sánchez de Arévalo publicó una compilación sobre descripciones
ocupacionales en la que realizaba sugerencias para la elección de profesión y la
importancia de la formación profesional. Juan Luis Vives, filósofo y educador
valenciano, afirma la necesidad de conocer las aptitudes individuales con el fin de
conocerlas mejor y orientarlas a profesiones adecuadas.
Durante la etapa del Racionalismo y del Empirismo en el siglo XVII surgen las
corrientes o tendencias en orientación que se mantienen en la actualidad. Las
influencias en orientación son, por una parte, una forma comprensiva para resolver los
problemas del ser humano y también la vía psicométrica de la medida y evaluación
objetiva de los procesos psicológicos. Rousseau en su obra, Emilio o la Educación,
muestra la necesidad de estudiar la forma de ver, pensar y sentir del alumno para
adaptar la instrucción a las diferencias individuales. Esta filosofía la recoge la
Revolución francesa reconociendo a todos los ciudadanos el derecho a aspirar al tipo
de trabajo que sus capacidades, virtudes y talentos les posibiliten.
Ya durante el siglo XX se producen varios intentos para integrar los servicios y
actividades orientativas en los centros escolares, llevándose a cabo una labor
legislativa que permite mejorar la atención y orientación al alumnado, al profesorado y
a los familiares.
Finalmente en el siglo XXI, la orientación se encuentra inmersa en el ámbito escolar,
por lo que se busca unificar criterios y encontrar fórmulas de orientación que
respondan a los nuevos retos y situaciones de la realidad actual de la «escuela que
cambia» y «la escuela que aprende» (Santos Guerra, 2001). En este siglo el objetivo no
es tanto la orientación vocacional o profesional, sino la orientación educativa y
personal. “Los docentes necesitan que el orientador les indique, entre otras cosas,
cómo desarrollar en el alumnado habilidades sociales, cómo ayudar a gestionar los
conflictos, cómo conseguir el autocontrol y la auto-orientación en sí mismos y en los
estudiantes, cómo prevenir y manejar la violencia, cómo generar una buena
convivencia y, sobre todo, cómo atender la diversidad” (Sanchiz pp27 2008).
Empieza ahora a cambiar la imagen del orientador, ya no es alguien que aporta
soluciones sino que ahora la tendencia es que sea éste quien nos guíe a buscar
nuestras propias soluciones.
Evolución histórica de la orientación en España
La orientación puede considerarse que se inicia en España mediante la creación
en 1902, por la Diputación de Madrid, del Museo Pedagógico Nacional dirigido por
Cossío. En el museo se crea el primer Laboratorio de Pedagogía Experimental, donde
se realizan los primeros trabajos psicopedagógicos con escolares.
Posteriormente, en 1919, se crea en Barcelona el Institut d’Orientació Professional,
vigente hasta la Guerra Civil Española, y cinco años más tarde, en Madrid, el Instituto
de Orientación y Selección Profesional, que en 1930 pasaría a denominarse Instituto
Psicotécnico de Madrid y en 1934, Instituto Nacional de Psicotecnia.
Tras pasar la guerra civil se crea en 1940 creación un Servicio Médico y
Psicotécnico de Orientación Escolar donde se denomina por primera vez la orientación
escolar, lo que desencadenó un auge en el campo de la pedagogía y la psicología con la
creación de nuevas revistas en éstos campos, sociedades y el nombramiento de los
primeros psicólogos escolares en 1950.
La Ley de Ordenación de las Enseñanzas Medias en 1956 y órdenes posteriores
establecieron Servicios de Orientación Psicotécnica en los institutos, aunque nunca
llegaron a funcionar. Dos años más tarde aparecen nuevas legislaciones que dotan a
los centros de primaria, a los institutos de enseñanzas medias y a las escuelas de
maestría de servicios de psicología y orientación profesional, que al igual que en los
institutos tampoco llegaron a funcionar.
En 1967 se introduce la especialidad de Psicología en las universidades de
Madrid y Barcelona, seguida de la especialidad de Orientación Escolar y Profesional en
los estudios de Pedagogía, creándose después los Institutos de Ciencias de la
Educación con una división de Orientación en su organigrama.
La Ley General de la Reforma de 1970 contempla la orientación como un
referente de primer orden y le concede una clara dimensión educativa, puesto que
todos los alumnos tienen derecho a ser orientados tanto escolar como
profesionalmente, además de introducir la tutoría docente. Con esto, y las diferentes
Órdenes Ministeriales, el orientador pasa a asumir tareas de diagnóstico de las
dificultades de aprendizaje, asesoramiento tanto para el profesorado como para la
familia, y desarrollo, en general, de actividades de orientación educativa, personal
como vocacional.
La LODE (1985) reconoce el «derecho a recibir orientación escolar y
profesional», ulteriormente, en 1990 el MEC publica el documento La Orientación
Educativa y la Intervención Psicopedagógica donde se recogen los principios básicos de
la acción orientadora. Ese año se promulga la Ley Orgánica de Ordenación General del
Sistema Educativo que considera la orientación educativa como elemento
imprescindible para garantizar la calidad de la educación. Como principales novedades
se destaca la atención prioritaria a la orientación, tanto educativa como profesional,
así como las nuevas funciones docentes de tutoría y orientación. Se distinguen en esta
ley tres niveles de intervención:
1. La acción tutorial en el grupo-clase.
2. La organización y coordinación de la orientación a nivel de centro mediante
el Departamento de Orientación.
3. El asesoramiento y apoyo externo a través de los Equipos de Orientación
Educativa y Psicopedagógica (EOEPS)
Es en 1992 cuando se establece el título universitario oficial de Licenciado en
Psicopedagogía así como un temario de Psicología y Pedagogía para las oposiciones de
orientadores de secundaria.
Como se puede observar, el proceso normativo referente a la orientación ha
sido cada vez más extenso y concreto, otorgando mayor relevancia a la orientación y a
la acción tutorial y poniendo de manifiesto las necesidades de crear nuevos y mejores
especialistas en el campo con el fin de mejorar la integración y el desarrollo de los
escolares.
OBJETIVOS
Algunos de los objetivos fundamentales de la orientación y la acción tutorial,
centrándonos en el ámbito de la educación y teniendo en cuenta al alumno como
principal receptor, son los siguientes:
o Desarrollar al máximo la personalidad, a través del conocimiento de uno mismo
y de la interacción con los demás.
o Conseguir la autoorientación, mediante la muestra del camino y no
proporcionándole la solución de los conflictos que puedan surgirle, para que
sea autosuficiente.
o Conseguir la autocomprensión y aceptación de uno mismo, favoreciendo la
autoestima y la autonomía personal.
o Alcanzar la madurez para la toma de decisiones educativas y vocacionales,
favoreciendo así un desarrollo integral de la persona y las herramientas
necesarias para su posterior integración en la sociedad.
o Lograr la adaptación y el ajuste personal y social a través del desarrollo de todos
los ámbitos de su vida, favoreciendo sus potencionalidades.
o Conseguir un aprendizaje óptimo en los años de escolaridad, para alcanzar su
desarrollo máximo integral.
FINALIDAD
La tutoría es responsabilidad de todo el profesorado que contribuyen a la
individualización de los procesos educativos y median entre alumnado-profesoradofamilia.
La finalidad es conseguir que el alumno tenga un desarrollo integral y armónico en
conocimientos, destrezas y valores en todos los ámbitos de la vida (personal, familiar,
social y profesional) el cual responda a sus necesidades y situaciones de carácter
personal, educativo y profesional con lo que se encuentra a lo largo de su vida.
La orientación y la acción tutorial está presente las diferentes etapas de la educación,
cuyas finalidades en cada etapa son:
a) Educación Infantil: introducción al mundo escolar y conexión directa con las familias.
b) Educación Primaria: adaptación y prevención de dificultades de aprendizaje y con el
desarrollo de aprendizajes básicos para etapas posteriores.
c) Educación Secundaria: capacidad del alumno para elegir entre las diferentes
opciones educativas.
d) Educación Secundaria Postobligatoria: toma de decisiones para estudios posteriores
añadiendo el desarrollo de actividades dirigidas a la incorporación a la vida activa.
La finalidad de la orientación escolar es ayudar al alumno en los temas relacionados
con el estudio y la adaptación a la escuela, favoreciendo la calidad y la mejora de la
educación en los centros docentes.
PRINCIPIOS DE LA ORIENTACIÓN Y TUTORÍA EN EDUCACIÓN
Los principios más importantes en los que se basa la orientación educativa serían los
siguientes:
PRINCIPIO DE INTEGRACIÓN Y DESARROLLO:
Se educa a la persona completa, y por tanto, hay que integrar los distintos ámbitos de
desarrollo y las correspondientes líneas educativas.
Implica una orientación que atienda a todos los aspectos del desarrollo humano.
Supone considerar al individuo en un continuo crecimiento y la orientación como un
proceso continuo dirigido al desarrollo integral de la persona. Dentro de este proceso,
en algunos «momentos críticos» la orientación ha de ser particularmente intensa, ya
que a lo largo de la vida, la persona pasa por una serie de estadios o fases de
desarrollo cada vez más complejas, que fundamentan sus actuaciones y permiten
integrar e interpretar experiencias y conocimientos nuevos.
PRINCIPIO DE PREVENCIÓN:
Supone que la intervención adquiere un carácter fundamentalmente proactivo cuyo
objetivo es el desarrollo integral del alumnado.
La prevención pretende reducir el índice de nuevos casos. Para ello hay que actuar en
contra de las circunstancias negativas antes de que tengan oportunidad de producir
efectos. En el campo educativo la prevención toma sentido al anticiparse a la aparición
de circunstancias o situaciones que puedan ser un obstáculo al desarrollo de una
personalidad sana e integrada, propiciando que el alumno pueda desarrollar al
máximo sus potencialidades.
En el ámbito de la orientación educativa existen diversas modalidades de prevención:
primaria, secundaria y terciaria, aunque habría que dar más importancia a la primaria
ya que el docente debe anticiparse a los conflictos que puedan aparecer en el grupoclase.
PRINCIPIO DE INDIVIDUALIZACIÓN:
La orientación psicopedagógica puede ser un agente activador y facilitador del
desarrollo de las capacidades, habilidades y potencialidades de la persona. Y esta
orientación debe ser individual y personalizada a cada alumno, ya que se educa a
personas concretas y no a colectivos genéricos. La diferencia es una característica
propia de cada sujeto.
Para lograrlo se debe dotar al alumno de las capacidades necesarias para afrontar las
demandas de cada etapa evolutiva y el proporcionarle las situaciones de aprendizaje
que facilite el progreso del mismo.
PRINCIPIO DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD:
Este principio se refiere a fomentar la inclusión de los colectivos más vulnerables
asegurando su participación activa en el entorno educativo y socio-comunitario
garantizando la igualdad de oportunidades y la atención a la diversidad de todo el
alumnado, además de dar respuesta al derecho de todos a la Orientación.
Es necesario asumir medidas para garantizar a los sujetos la igualdad de acceso a la
educación y esto implica conocer a los sujetos, respetar y valorar las diferencias
individuales y culturales, etc. De acuerdo con Escudero (1992) “las estrategias y
acciones emprendidas por el docente y el centro escolar tendrían que responder a la
expresión y a la exigencia de un transfondo político, social, cultural y económico, que
diera respuesta la diversidad lingüística, cultural y personal de cada alumno en
particular, como característica de una sociedad democrática”.
PRINCIPIO DE INTERVENCIÓN SOCIO-COMUNITARIA:
Es casi imposible explicar la conducta humana sin tener en cuenta el contexto donde
se genera y se desarrolla; por tanto, las respuestas a las necesidades del alumnado van
más allá del ámbito escolar y, por tanto, deben abordarse a través de la intervención
coordinada en red de los diferentes servicios e instituciones; esta intervención ha de
ser global.
Según este principio la orientación no sólo ha de tener en cuenta el contexto en que se
realiza, sino también la posibilidad de intervenir sobre el propio contexto. La
orientación debe tener en cuenta el contexto social y plantearse la posibilidad de
actuar en el medio para comprender y guiar al sujeto de acuerdo con su realidad. Así
mismo, la orientación, desde esta perspectiva, tratará de ayudar al alumno a
concienciarse sobre los obstáculos que se le ofrecen en su contexto y le dificultan el
logro de sus objetivos personales, para que pueda afrontar el cambio necesario de
dichos obstáculos.
PRINCIPIO DE CONTINUIDAD:
La Orientación es un derecho de toda la ciudadanía que debe estar presente en todas
las etapas educativas y contextos sociales y que por tanto se desarrolla a lo largo de
toda la vida, siendo necesaria la coordinación entre las distintas etapas. Además
forma parte del currículo educativo como un elemento imprescindible para el
desarrollo de las competencias básicas del alumnado.
PRINCIPIO DE INTERDISCIPLINARIEDAD:
La orientación educativa requiere la acción coordinada de distintos perfiles
profesionales que garantice un abordaje global de las diferentes intervenciones y
decisiones. Es imprescindible el “saber” de los profesionales de la orientación, pero
también son fundamentales las experiencias del resto de los docentes (hay que
involucrar a todos los agentes del sistema); el orientador no debe actuar solo y de
forma independiente al resto.
PRINCIPIO DE FORMACIÓN E INNOVACIÓN:
La orientación educativa requiere de formación inicial especializada y de una
actualización continua, así mismo la función orientadora debe ser una herramienta
que promueva la potenciación de las buenas prácticas educativas. Para poder orientar
y ejercer cualquier labor educativa, la formación continua debe ser parte integrante de
nosotros mismos ya que, hay que irse acomodando a las necesidades e intereses de los
estudiantes que están en cambio continúo, al igual que los de la sociedad en general.
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